Una temporada redonda con final agridulce para Borja Vivas
El lanzador de peso malagueño no pudo clasificarse para la final en el Mundial de Moscú pero se siente satisfecho por los logros de este año.
I. M.
Borja Vivas afirma que si en lugar de haber crecido al lado de unas instalaciones de atletismo, hubiera vivido junto a una pista de tenis, sería tenista. Sin embargo, su constitución y su fuerza hacen pensar que había algo de predestinación en el hecho de que este malagueño tuviera su residencia junto a la ciudad deportiva de Carranque, donde se convirtió en lanzador de peso.
Aún hoy, con 29 años y numerosas medallas a sus espaldas, sigue entrenando en estas pistas, que pisó por primera vez siendo niño. “Mi madre no me aguantaba en casa cuando era jovencito y tenía que buscarme una actividad extraescolar para llegar cansado a casa, dormir bien y no darle la lata”, señala este atleta, que compaginó disciplinas hasta que al ir creciendo “en estatura y envergadura” se enfocó en lanzamiento de peso.
Fue entonces cuando Tomás Fernández se hizo cargo de su entrenamiento, con el que ya lleva “media vida”. “Nos compaginamos muy bien, dentro de las tensiones porque esto es como una pareja”, bromea.
Vivas, que mide más de dos metros y pesa alrededor de 140 kilogramos, es el campeón de España absoluto de peso al aire libre desde 2010 y en pista cubierta desde 2009. Esta ha sido sin duda, su mejor temporada, ya que ha obtenido el oro en los Juegos del Mediterráneo y ha batido su propia marca personal, dejándola en 20.63 metros, la segunda mejor cifra de un español en lanzamiento. Sin embargo, ha concluido de forma agridulce puesto que el malagueño no ha conseguido llegar a la final del Mundial de Atletismo de Moscú.
“No hemos terminado nada bien, ni en las peores suposiciones podía pensar que iba a lanzar tan poco (18,81 metros) pero supongo que estas cosas pasan y de todo se aprende”, comenta este lanzador del Club de Atletismo de Málaga, quien reconoce que los minutos previos a los lanzamientos juega malas pasadas el darle muchas vueltas a la cabeza.
Tras unas semanas de descanso, retomará los entrenamientos con la vista puesta en el europeo del próximo año y, cómo no, en los Juegos Olímpicos de Río. Cuando llegue esa cita, espera tener “ese momento que le llega a todo el mundo” y lograr una medalla.
Mientras tanto, ya se siente afortunado por poder dedicarse a lo que le gusta aunque apunta que el atletismo, “para ser un deporte profesional, está infravalorado”. “Son muchas horas de entrenamiento, de esfuerzo, de cosas que dejamos de hacer por representar a nuestro país en unas Olimpiadas y, cuando los resultados no salen, mucha gente nos dice que nos estamos al nivel”, señala.
A pesar de las dificultades económicas y de los recortes que él mismo ha sufrido, confía en que las administraciones pongan en marcha iniciativas para fomentar la práctica del deporte entre los jóvenes, ya que confiesa que las escuelas de atletismo se están vaciando. Por lo pronto, asegura que él ya ha aficionado a sus familiares.
“Por ahora mis sobrinos quieren hacer atletismo, quien sabe si serán campeones”, comenta este atleta que destaca el “compartir vivencias con mucha gente” como una de las mayores aportaciones de este deporte.
Málaga, 26 de mayo de 1984
4 veces campeón de España de peso al aire libre
5 veces campeón de España de peso en pista cubierta
2ª mejor marca de todos los tiempos en lanzamiento de España