Una tarjeta negra para expulsar la falta de respeto
El proyecto ‘Quiero jugar sin insultos’ es una iniciativa promovida por el Comité de Árbitros de la federación andaluza en Málaga, que pretende erradicar las malas conductas en el deporte base.
Laura Pérez Torres
@lauraescreativa
25 de enero de 2016, 12:00
Las categorías inferiores son el caldo de cultivo para formar ciudadanos con los valores más inherentes al deporte como el respeto, el compromiso, el trabajo en equipo, la tolerancia o el esfuerzo, por ejemplo. Así, desde el Comité Provincial de Árbitros de la Federación Andaluza de Balonmano en Málaga se promovió a principios de esta temporada el proyecto Quiero jugar sin insultos que acoge la utilización de la tarjeta negra para notificar comportamientos no justificados entre el público, equipos o jugadores.
Las incidencias en la final benjamín de los Juegos Deportivos Municipales, donde los padres de ambos equipos acabaran peleándose; los gritos en una semifinal alevín de la Copa Delegación hacia las árbitras, quienes aguantaron a un grupo de padres diciéndoles: «Vete a planchar» o «No vales para esto»; o los insultos de progenitores a jugadoras de 10 años con amenazas como “voy a partirte las piernas” provocaron una reacción unánime de los árbitros malagueño para paliar esta situación; «que no es tan grave como en el fútbol base, pero que existe en menor medida en el balonmano», comentó José Torrente Rivas, responsable de árbitros de Málaga, quien insistió en que «aunque son hechos aislados, tenemos que llegar a lograr que no existan, y por eso lo inculcamos tanto en las competiciones organizadas por la Diputación Provincial, que nos da apoyo institucional y cobertura, como por la FABM en categorías alevín e infantil».
En esta misma línea, Juan Antonio Bernal, designador de árbitros, informó que «para la idea de la tarjeta negra nos apoyamos en una iniciativa que llevó a cabo en 2014 la federación vizcaína de fútbol: utilizar la tarjeta negra como suspensión inmediata de encuentros». Así, «lo adaptamos para utilizarla como un medio informativo, una visualización del hecho, no disciplinario, ni de suspensión», dijo.
Tres negras
Por el momento han sido tres las tarjetas negras sacadas. “La mayoría de clubes están adscrito y la reacción es inmediata ante ella”, expuso José Torrente.
Junto a la tarjeta negra se elabora un informe que se utiliza para otro programa: Afición 10. «Esto lo realiza el árbitro después del partido y es interno», explicó el colegiado Alejandro Montaña que hizo hincapié en que «esta acción educativa se realiza en los más pequeños, donde influye con más sentido que cuando tienen 16 años».