Oyarzabal. Fuente: Rfef

El delantero español ha abierto la muralla australiana en el segundo encuentro de la Selección Española Olímpica de Fútbol en los Juegos de Tokyo 2020.

Avance Deportivo

@deportivoavance
25 de julio de 2021, 14:00

La Selección Española Olímpica de Fútbol ha logrado un trabajado triunfo sobre Australia que se atisba como fundamental de cara a las aspiraciones del equipo en este torneo olímpico de Tokio 2020. El combinado nacional ha ganado gracias a un tanto de Mikel Oyarzabal con el minuto 80 cumplido después de un encuentro en el que dominó de principio a fin, pero donde el gol se hizo esperar hasta los minutos finales.

Planteó Luis de la Fuente el partido como una final y así entró España al mismo. Asentada en campo rival, dominando desde el arranque y dando sensación de peligro constantemente. Los primeros minutos pudieron cambiar el rumbo del encuentro en Sapporo, mismo escenario en el que España se estrenó ante Egipto, pero la falta de puntería evitó que un gol reflejase lo que se veía sobre el césped.

Nunca se desesperó España, que fue arrinconando a Australia poco a poco hasta el punto de apenas dejarlos respirar. Pero los amarillos no perdieron la fe en su plan, dieron los pasos atrás necesarios para resistir y esperaron agazapados sus oportunidades para intentar salir corriendo.

Apenas lograron algún contragolpe, pero el 0-0 les fue aportando el ánimo necesario cuando las piernas empezaban a fallar. Oyarzabal fue de los atacantes españoles más activos desde el primer momento. Mandó un disparo al larguero a los veinte minutos del primer tiempo y se movió bien entre los centrales.

Fue su tesón, su garra y su empuje el que acabó dándole el premio necesario. Un centro de Asensio, que ingresó al campo en la segunda parte, acabó con el gran remate de Oyarzabal y el gol de España. Era ya el minuto 80 y el equipo de Luis de la Fuente por fin mandaba en el marcador, algo que llevaba mereciendo ya mucho tiempo.

Hasta derribar esa defensa, España hizo muchas cosas bien, todas excepto el remate. Si ante Egipto se vieron ciertos problemas en la zona de tres cuartos de campo, esta vez se llegó al área con más facilidad. Pedri, Carlos Soler y Dani Olmo actuaron como el cuchillo en la mantequilla entre el centro del campo y la defensa rival y Oyarzabal, como nueve puro, entendió cada movimiento.

Fue cuestión de tiempo que el balón entrara en la portería rival y también eso tuvo su mérito. La selección nunca se desesperó, siguió confiando en sí misma y los cambios del seleccionador fueron inclinando el campo. Entró un desequilibrante Bryan Gil, el punzante Marco Asensio y un Rafa Mir que ganó cada balón aéreo.

Murió el duelo tras el gol español, que controló los últimos 10 minutos sin apenas sobresalto alguno. España suma cuatro puntos y es líder de grupo, ya que tanto Argentina como Australia tienen tres y Egipto se queda con uno. Y todo eso a la espera de la última jornada en la que tocará verse las caras ante los albicelestes.