Marta Fernández. Fuente: CPE

La capital nipona ha dado el testigo paralímpico a París en una idealista ceremonia de clausura llena de color, música y luz.

Avance Deportivo

@deportivoavance
5 de septiembre de 2021, 10:00

Los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 han dado este domingo el testigo a los de París en una idealista, colorida y musical ceremonia de clausura que ha lanzado el deseo de un futuro donde brillen las diferencias entre las personas, tras 12 días de competición con récords históricos de deportistas en general (4.527), mujeres deportistas (1.895, un 42% del total) y países con medalla (86).

España ha conseguido 36 metales (9 oros, 15 platas y 12 bronces), 5 más que en Río 2016. La cita paralímpica se ha celebrado con estrictas medidas de seguridad debido a la pandemia del coronavirus.

La ceremonia ha sido presenciada por el príncipe heredero de Japón, Akishino, y el presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés), Andrew Parsons, además del ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España, Miquel Iceta, y el presidente del Comité Paralímpico Español (CPE), Miguel Carballeda, entre otras autoridades.

Ha comenzado con una historia sobre un niño que ha sido testigo de los Juegos Paralímpicos y ha caído  bajo el hechizo del ‘efecto paralímpico’ y ha ilustrado simbólicamente un mundo donde todo brilla sin que haya diferencias entre personas como consecuencia de ese efecto.

Los representantes de las 162 delegaciones (161 países y el equipo de refugiados) han presenciado la ceremonia de inauguración desde el centro del estadio, salvo los abanderados, que han portado las enseñas nacionales a los 20 minutos de iniciarse el espectáculo, con la nadadora Marta Fernández como abanderada del equipo español.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, ha entregado la bandera paralímpica a su homóloga de París, Anne Hidalgo. Después, se ha izado la bandera de Francia al lado de la de Japón. La capital japonesa ha dado el relevo a la francesa y ha invitado a la juventud mundial a asistir a la cita paralímpica de 2024, que ha tenido un apartado en la ceremonia en el que la capital de Francia mostró el poder inspirador de los deportistas con discapacidad.

También ha habido alusiones a ‘WeThe15’, campaña lanzada recientemente por el Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés), con el apoyo de 20 organizaciones internacionales para reivindicar los derechos humanos de unos 1.200 millones de personas con discapacidad en el mundo, que representan a un 15% de la población.

Juegos ‘históricos’

Por 1ª vez en la historia, el color de la llama paralímpica se ha vuelto púrpura por ser el de ‘WeThe15’, durante el discurso de Andrew Parsons, que comentó que «los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 no sólo han sido históricos, sino que han sido fantásticos«.

«Ésta no es una ceremonia de clausura, sino una apertura a un futuro brillante e inclusivo. Estamos en una encrucijada crucial para nuestro planeta. Ninguna máscara puede cubrir sus defectos. A medida que reconstruimos mejor, un 15% de la población mundial no puede quedarse atrás», ha indicado.

Por su parte, la presidenta del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, se ha dirigido a los deportistas con las siguientes palabras: «Nos sentimos abrumados por sus asombrosas actuaciones. Vimos su convicción, determinación y trabajo duro sin fin mientras se negaban a ponerse límites».

La ceremonia ha concluido con ‘What a wonderful world’, la icónica canción de jazz originalmente interpretada por Louis Armstrong, con el deseo de Tokyo 2020 de un futuro y un mundo donde todas las personas sean aceptadas y brillen las diferencias. Finalmente, se ha apagado la llama paralímpica del pebetero.