Silvia Domínguez: «Las americanas son de otro planeta, por eso la plata sabe a oro»

La base de la selección española, Silvia Domínguez. Fuente: Alberto Nevado

La base de la selección española, Silvia Domínguez. Fuente: Alberto Nevado

Jesús Ortiz García
Actualizado: 08/10/2014 08:00 horas

Orgullosas y competitivas hasta el último suspiro, las bravas jugadoras de Lucas Mondelo hicieron historia tras conquistar la plata en el Mundial. Sólo el excelso Dream Team de Estados Unidos las separó del título, pero la 9ª medalla del baloncesto femenino español sabía a oro. La hormiga atómica de la selección, Silvia Domínguez, repasa el capítulo más brillante de esta selección. «Había que morir en la cancha para lograr la medalla», dice la base, que jugó todo el torneo con un edema en un pie. El siguiente reto será volver a unos Juegos Olímpicos. Río de Janeiro espera con los brazos abiertos a un equipo solidario, aguerrido y con mucho talento.

Pregunta.- ¿Han asimilado ya que son subcampeonas del mundo?

Respuesta.- Pasarán unos días para creérnoslo. Es la recompensa a muchos años de trabajo, hay gente que hoy no tiene esa medalla colgada en el cuello pero que ha sido partícipe para lograr esto. Es un trabajo que empezó el año pasado con el oro en el Europeo, que nos puso en una dinámica más ganadora.

Lucila Pascua, Alba Torrens y Silvia Domínguez. Fuente: FEB

Lucila Pascua, Alba Torrens y Silvia Domínguez. Fuente: FEB

P.- Después del Europeo han mantenido el nivel y el hambre de triunfos, ¿cuál ha sido el secreto?

R.- La unión del equipo, la solidaridad entre jugadoras, somos una familia. Todas vamos a una, nos ayudamos para suplir esa falta de físico y centímetros con la garra que nos caracteriza. Somos un grupo muy competitivo hasta en los entrenamientos, cada jugadora tiene una responsabilidad para dar lo máximo. Hay un buen rollo dentro y fuera de la pista. La gente no se imagina lo que ha costado llegar a una final. Hemos hecho historia, es la 2ª vez que llegamos a semifinales y la 1ª en plantarnos en una final, pero no por eso vamos a olvidarnos de quiénes somos ni de dónde venimos. Llevamos unos años a un nivel muy alto, con jugadoras compitiendo en ligas extranjeras que aportan un plus a la selección.

P.- Estados Unidos, que firmaba 85 victorias en los últimos 86 partidos, cumplió con los pronósticos pero tuvo que trabajar para lograr el oro.

R.- Conocíamos su potencial pero no les íbamos a regalar la victoria. Nuestra seña de identidad es que somos muy guerreras, tenemos carácter y lo demostramos. Las que estábamos en ese partido no sabíamos si volveríamos a jugar la final de un Mundial, así que había que darlo todo en los 40 minutos, el orgullo teníamos que sacarlo y vivir el partido de la mejor manera, nos divertimos y lo intentamos hasta el final. España no perdió un oro, ganó una plata. Puede chocar a mucha gente esta frase pero es nuestra realidad.

P.- ¿Se le puede ganar a este Dream Team?

R.- Hoy por hoy es casi imposible, lo dejaron claro en el primer cuarto y habría que mejorar muchas cosas para estar más cerca y soñar con algo más. Contra España hicieron el mejor primer cuarto de todo el campeonato, sus porcentajes de tiro y el ritmo con el balón fueron muy altos. Nos faltó un poco más de acierto para meternos en el partido, pero bueno, coincidió que jugamos muchos partidos en pocos días, las jugadoras más cargadas de minutos no llegaban frescas y eso hizo que se complicara. Las americanas son de otro planeta, por eso la medalla sabe a oro ya que entre las selecciones normales quedamos en lo más alto.

P.- ¿Cómo recuerda las horas previas a la final?

R.- Hicimos la habitual preparación del partido con el análisis del rival, pero es muy difícil analizar a las jugadoras americanas, cualquiera te puede hacer un roto. Para quitar esa tensión de la final, la entrenadora asistente preparó un vídeo comparando a las jugadoras de la selección con un personaje de los dibujos animados. Fue algo positivo porque calmamos cualquier tipo de nervios. A mí me tocó la Hormiga Atómica, por lo de ser rápida y pequeña, pero matona y sin perder la valentía (risas).

Silvia en el partido con EE.UU. Fuente: FIBA

Silvia en el partido con EE.UU. Fuente: FIBA

P.- La plata se aseguró en semifinales frente a Turquía, pero ¿cuando os dais cuenta de que la medalla era posible?

R.- Íbamos muy prudentes a este Mundial porque los equipos que teníamos en la fase de grupos eran duros y el objetivo era quedar en 1ª posición para evitar el cruce de octavos. Ya en cuartos, viendo que Estados Unidos y Australia iban por el otro lado del cuadro, empezamos a soñar con esa final. Frente a China nos salió todo perfecto y en semifinales fue más difícil, nos enfrentábamos a las anfitrionas y en el infierno turco con 10.000 aficionados.

P.- ¿Qué os dijo Lucas Mondelo antes de ese partido?

R.- Que no había mañana, que pensáramos que esa era nuestra final, el partido que había que ganar, si alguien se lesionaba no pasaba nada. Era el día más importante para hacer historia, así que había que morir en la cancha para lograr la medalla de plata.

P.- La decepción de la selección masculina en el Mundial, ¿os sirvió para estar en alerta?

R.- Nosotras ya vivimos un momento parecido en el Europeo de 2011 que nos dejó sin Juegos Olímpicos y esa espina la llevaremos siempre clavada antes de jugar un campeonato importante. Nos sentimos identificadas con lo que les pasó a los chicos, por eso siempre vamos a las competiciones con mucha prudencia porque un mal partido te puede llevar al fracaso.

P.- Además de la plata, ¿qué se lleva de Turquía?

R.- El momento de subir al podio, mirarnos las caras y decir ‘Chicas, la que hemos liado’. Es algo que siempre estará ahí, ojalá las generaciones que vienen por debajo lo superen, pero de momento hemos escrito una bonita página en la historia del baloncesto español.

La selección tras ganar la plata. Fuente: FEB

La selección tras ganar la plata. Fuente: FEB

P.- ¿Qué retos se plantean ahora?

R.- Tenemos el Europeo en Hungría el año que viene que otorga plazas para los Juegos Olímpicos y también para el Preolímpico. Nuestro objetivo es ir a las Olimpiadas de Río 2016, nos gustaría ganar el Europeo y clasificarnos directamente, queremos volver a soñar.

P.- ¿Qué significaría para vosotras que el Mundial de 2018 se celebrara en España?

R.- Permitiría un cambio muy grande para el baloncesto femenino. Llevamos unos años de éxitos, se nos está siguiendo un poco más, pero en la sociedad española cuesta que calemos hondo. Hemos mejorado en algunas cosas como que la final fuese televisada por La 1 o el recibimiento de los medios de comunicación a nuestra llegada al aeropuerto. Un Mundial en casa con un seguimiento constante nos daría mayor visibilidad.

P.- A nivel individual afronta su 3ª temporada con el Ekaterimburgo, ¿qué objetivos se marcan?

R.- Sólo tengo 4 días de descanso y ya de vuelta al frío de Rusia para ponerse a trabajar porque la liga empieza dentro de poco. Aspiramos a ganarlo todo, Liga, Copa y Euroliga, esperamos tener un buen año.

P.- Subcampeona del mundo y campeona de Europa con España y también de la Euroliga con 3 clubes distintos, ¿cuál es su techo?

R.- Ojalá no esté escrito porque espero conseguir algo más. Soy una privilegiada por todas las experiencias que he podido vivir en los últimos años y que dan para escribir un libro (risas). Me quedan sueños por cumplir, como estar en unos Juegos Olímpicos, que sería lo máximo. Y también jugar en la WNBA, que lo tuve muy cerca y ahora lo tengo aparcado porque mi prioridad es estar en las Olimpiadas y trabajo para ello.


Silvia Domínguez Fernández

Montgat (Barcelona), 31-1-1987

Medalla de plata con España en el Mundial de Turquía 2014
Campeona de Europa con la selección española en Francia 2013
Campeona de la Copa, liga rusa y la Euroliga femenina con UMMC Ekaterinburg
Campeona de Liga, Copa y Euroliga con Ros Casares y Perfumerías Avenida
Campeona de Europa con la selección Española sub-20 y MVP del campeonato en 2007

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