Sara Ramírez-Yanfei Shen, un binomio de garantías en la pista
Las jugadoras de tenis de mesa apenas llevan unos meses compitiendo juntas y han ganado el oro en los Juegos del Mediterráneo y un bronce en el Europeo.
Jesús Ortiz García
Velocidad, precisión, disciplina, destreza e inteligencia son los ingredientes que combinan 2 de las mejores jugadoras del tenis de mesa. Apenas llevan unos meses compartiendo pista pero han demostrado ser un binomio de garantías tras conquistar el oro en los Juegos del Mediterráneo en Mersin sin ceder un set y el reciente bronce en el Europeo de Austria, una medalla histórica para España. Sara Ramírez y Yanfei Shen están de dulce y prometen más títulos.
En un deporte catalogado por la NASA como el más complicado de practicar, China es la superpotencia. En las mesas de las calles del gigante asiático empezó a forjarse la actual número 1 del Viejo Continente (11 del mundo). Su padre le inculcó de pequeña su pasión por este deporte pero, paradójicamente, Europa le ofreció mayores posibilidades deportivas que su país natal.
Yanfei pasó por Italia y Alemania antes de recalar en el UCAM Cartagena en 2001, club en el que piensa retirarse, aunque todavía le queda gasolina. «Me quedan muchos años y títulos que ganar, aunque no creo que llegue a los 51 años como mi compañero ‘Juanito’», bromea. «Llevo 12 años en España y no me costó adaptarme, me encanta su cultura, la gente, el clima, aunque el idioma tengo que aprenderlo mejor. Mi corazón ya es español», afirma.
Su explosión llegó en 2010, cuando se convirtió en la sensación del tenis de mesa al ganar el Open de Corea donde derrotó a las 2 mejores palistas del ranking mundial por entonces y alcanzar las semifinales del Open de China, 2 de los torneos de mayor enjundia. Y ahora saborea la presea conquistada en Austria en la prueba de dobles. «Estoy muy orgullosa y feliz por ganar la medalla, es la primera vez en este campeonato que se consigue», explica la jugadora.
Yanfei y Sara Ramírez rozaron las puertas de la final con un juego brillante tras disfrutar de una ventaja de 3-2 en semifinales, pero las alemanas Zhenqi Barthel y Xiaona Shan les privaron de disputar el partido por el oro. La palista de Cartagena ya piensa en la revancha: «Me dio rabia quedarnos muy cerca de la final, si hubiésemos llegado habríamos ganado, pero es una lástima, ya tenemos ganas de que llegue el próximo Europeo».
Sin medios pero con ganar de triunfar
En ese bronce en dobles femenino también tuvo mucho que ver la movilidad, rapidez de piernas y la variación de efectos en los golpeos de Sara Ramírez. «Me había preparado muy bien para la competición y estaba segura de conseguir algo importante. Al principio sentía un sabor agridulce porque el oro estuvo cerca, aún así el bronce sabe de lujo», comenta.
La astuta jugadora confía en alargar en próximos torneos el buen entendimiento sobre la pista con su compañera. «Jugar con Yanfei es un placer, tiene un talento indestructible en la mano, se anticipa a las jugadas, arma pronto el brazo y lo controla todo en la mesa. Espero seguir jugando con ella, podemos ganarle a cualquier pareja», asegura.
La vocación de la catalana por el tenis de mesa viene de su hermano, Rafa Ramírez, que le prometió que la haría campeona de Europa. «Me lo creí y después de tanto entrenamiento y esfuerzo, a los 13 años lo conseguí en mi categoría», recuerda. Hoy es una jugadora respetada por todas sus rivales en el circuito absoluto.
Su flechazo con la pala comenzó a los 7 años en las escuelas de verano de Ripollet, donde practicaba diversos deportes. «Es adictivo porque nunca llegas a saberlo todo sobre el ping-pong, siempre hay algo nuevo que aprender», sostiene. Después de participar en Londres 2012, ser campeona de España durante varios años y ganar torneos internacionales, tiene que hacer malabarismos para sobrevivir en este deporte.
Con los medios disponibles, la presencia de Ramírez entre las 84 primeras jugadoras del ranking de la ITTF (en Europa figura en el puesto 30) es toda una hazaña. Para progresar en su juego y ante el escaso apoyo que recibe en España, decidió poner rumbo a Francia donde juega en una de las ligas más potentes. Alterna sus partidos con el Kremlin-Bicêtre de París, donde vive, y con el Fotoprix Vic de Barcelona.
Debe jugar al menos unos 8 torneos al año para subir peldaños, pero ahora mismo la economía no le alcanza ni para pagar lugares de entrenamiento ni un preparador. «Mi entrenador sólo me entrena un día a la semana porque no tengo para pagarle más horas. Si he conseguido la medalla en el Europeo es por méritos propios, me lo he trabajado», explica.
La palista compite con perseverancia dando pasos firmes y no se rinde por más piedras que encuentra por el camino, aunque su futuro, al igual que muchos deportistas de disciplinas minoritarias, depende de un empujón económico. «Mi sueño es ganar medallas en europeos, mundiales y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero es necesario tener apoyo y una estructura sólida para poder competir con las mejores. Voy a seguir luchando hasta que mi economía no me permita invertir más en mí misma. Si me ayudan, sé que estoy preparada para llegar lejos», apostilla.
Ripollet, 4-9-1987
Medalla de oro en dobles y plata individual en los Juegos del Mediterráneo 2013. Bronce en dobles Europeo de Austria 2013. En 2012, campeona del World Tour en Egipto y finalista en Marruecos y Bélgica. Cinco veces campeona absoluta de España. Cuatro veces campeona de Europa Júnior
Yanfei Shen
Hebei (China), 24-12-1979
Medalla de oro en dobles y bronce individual en los Juegos del Mediterráneo 2013. Bronce en dobles Europeo de Austria 2013. Ganó el World Tour de Alemania y el de Japón en 2012. En 2010 ganó el Open de Corea. Campeona de España absoluta en varias ocasiones.