Samuel Hernanz quiere domar las aguas bravas en el Mundial
El piragüista, que progresa en las filas de la selección española, ha logrado en una semana 2 medallas de bronce en el Europeo y en la Copa del Mundo. Ahora apunta al campeonato del Mundo en Maryland (EE.UU.).
Jesús Ortiz García
Lleva años trabajando en silencio, con temperaturas bajo cero, inviernos muy duros y con las manos agrietadas por los fríos ríos. Con cada palada reivindica su sitio entre los mejores del piragüismo y lo hace sorteando con destreza, velocidad y técnica las olas, cascadas y puertas, domando la bravura de las aguas. Samuel Hernanz se quedó a un par de segundos de subir al podio en los Juegos Olímpicos de Londres, pero su talento natural, constancia y disciplina se han visto recompensados. Un bronce en el Europeo y otro metal del mismo color por equipos en Copa del Mundo, sus últimos logros.
En el recién inaugurado Verbund-Wasserarena de Viena (Austria), el guipuzcoano ofreció su mejor versión en K1 y sólo fue superado por los checos Jiri Prskavec y Vit Prindis. «Quedé muy satisfecho al tratarse de la primera competición del año porque siempre cuesta sacar medallas y más sin apenas haber probado este circuito. El slalom es un deporte muy variable, en el podio no repiten los mismos, algo que demuestra el gran nivel que hay», asegura.
Apenas una semana después llegaba su segunda presea de bronce, aunque esta vez en la prueba por equipos junto a Joan Crespo y Alberto Díez, con un crono de 112.45. Regresaba al canal de Lee Valley en Londres, un circuito muy técnico y físico, y sus sensaciones fueron agridulces: «La competición individual no me salió bien, quedé 14º y salí decepcionado con mi bajada por un pequeño fallo y no llegué a la final. Pero pude resarcirme con un tercer puesto en patrulla, con compañeros muy fuertes, algo que me ayuda a seguir mejorando».
Hernanz está firmando un gran comienzo en su temporada internacional que le hace encarar el Mundial de septiembre con optimismo. «Me encuentro en forma pero no me conformo con lo que he logrado hasta ahora. Busco ir más allá y el objetivo es ganar el campeonato del mundo. Estoy con los tiempos que hacen los mejores y tengo potencial para conseguirlo», apunta. La competición será en Maryland (Estados Unidos), hasta donde se desplazará en julio con el equipo español para conocer el terreno. «Vamos a probar el canal de Deep Creek en el que nunca he remado y habrá que coger marcas para saber como me encuentro», añade.
La Seu d’Urgell, base de operaciones
Para preparar esta cita mundialista sortea puertas y rulos -la caída del agua que genera una ola- en el canal olímpico de La Seu d’Urgell (Lleida), el centro de operaciones donde traza su hoja de ruta. Esta temporada ha añadido algunos retoques a su planificación, entre ellos, un nuevo modelo de piragua. «Necesitaba alguna novedad en mis entrenamientos, buscaba frescor y otras motivaciones. El kayak que he diseñado junto a un constructor francés me está ayudando a remar mejor», subraya.
«Otro de los cambios es que también tengo a un preparador mental para afrontar mejor cada competición. El aspecto psicológico es un factor importante. En las pruebas hay entre 18 y 25 puertas con casi 50 palos, si tocas uno tienes 2 segundos de penalización y sería imposible sacar una medalla. Un mínimo error te condena, por eso hay que estar muy concentrado», recalca este palista, que se entrena bajo las órdenes de Xabi Etxaniz, también mentor de Maialen Chourraut y Ander Elosegi. El seleccionador español lo reclutó en 2006 en Francia, donde vivía con su familia.
En los años 60 sus abuelos, que vivían en Madrid, tuvieron que exiliarse «por la dictadura de Franco» -afirma el nieto- y se establecieron en Tarbes, nada más cruzar los Pirineos, cerca de Lourdes. Su padre -medallista internacional- comenzó a descender en canoa por ríos turbulentos como el de Gave de Pau, donde Samuel Hernanz se deslizaba entre puertas con 10 años. «Me enganchó nada más probarlo, del río no salía», recuerda. Allí empezó a forjarse hasta convertirse en uno de los mejores piragüistas júniors de Francia.
Sin embargo, se marchó a la Universidad de Toulouse para estudiar Ciencias del Deporte y perdió el ritmo de competición. Después de varios meses parado por una lesión, la federación francesa no le dio una segunda oportunidad pero volvió a recuperar la ilusión cuando Etxaniz se cruzó en su camino. «Siempre me atraía la idea de entrenar y formar parte de la selección española, quería cambiar y acerté. Encontré un grupo muy acogedor, el cual me ha ayudado mucho a crecer», afirma.
Ahora lleva unos años instalado junto a su mujer y su hija en La Seu d’Urgell, donde combate con voluntad y sacrificio inviernos remando en aguas gélidas. «Se pasa mucho frío y es duro entrenar a 2 grados de temperatura, aunque todo el esfuerzo se ve recompensado cuando llega la primavera con los ríos que llevan más agua por el deshielo. Es un espectáculo remar en canales como el de Bratislava, Londres y Atenas», comenta.
Lugares a los que no puede ir a entrenar por los recortes de presupuestos que sufren los deportistas en España. «La situación económica nos dificulta salir al extranjero, algo necesario porque cada canal es diferente y hay que adaptarse a ellos antes de una competición. Si quiero sacar resultados hay que probarlos», lamenta. Este palista puede continuar su aventura gracias al apoyo de Basque Team y del programa ADO: «Hay que sacar resultados y si fallas se acabó la ayuda. Cuando se acerca la competición o estoy en la salida, siempre pienso que tengo que darlo todo para que esa beca me permita seguir disfrutando de este deporte».
Tarbes, Francia. 15-4-1986
Bronce en el Europeo en K1 celebrado en Viena (Austria) en 2014.
Bronce en K1 por equipos en la Copa del Mundo de Londres 2014.
Subcampeón de Europa en 2011 en La Seu d’Urgell y medalla de plata en la Copa del Mundo de 2011 en Francia.
5º en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
4º en Copa del Mundo en la Seu d’Urgell en 2010.
4º en Copa del Mundo en Leipzig 2011.
3º en los Campeonatos Europeos sub 23 en 2010 y 2011.
Oro, plata y bronce en los campeonatos de España en 2008.
Dos bronces Europeos en 2008.