La saltadora de altura consiguió en el Mundial de atletismo en pista cubierta celebrado en Sopot su décima medalla. 

Montaje sobre las 10 medallas de Ruth Beitia realizado por la Federación Española de Atletismo

Avance Deportivo

El próximo mes su ficha pondrá veterana pero su espíritu y talento sigue siendo muy joven. Para Ruth Beitia parece que los años no pasan sobre el tartán y en el reciente Mundial de atletismo en pista cubierta de Sopot (Polonia) volvió a demostrar su esfuerzo, trabajo y calidad con la conquista de su décima medalla. La mejor atleta española en los 2 últimos años ya tiene fijado su próximo reto: el Europeo de Zúrich.

La saltadora cántabra se encuentra en un gran estado de forma. «Estos resultados llegan porque me di cuenta tras Londres 2012 de que te creas una presión innecesaria y, cuando la sueltas, empiezas a disfrutar más y las cosas llegan solas», ha comentado.

La capitana de la selección ha exhibido este martes en el Consejo Superior de Deportes sus 10 preseas, de las cuales, ha asegurado que la más difícil de su carrera no estaba entre ellas. «Fue el cuarto puesto de los Juegos de Londres, la de un chocolate amargo que cada día es más dulce porque mis sensaciones sobre aquel día van mejorando», ha explicado.

Ruth Beitia posa con sus 10 medallas | CSD

Precisamente, tras las Olimpiadas dejó a un lado su deporte pero se arrepintió y regresó a las pistas para desafiar al listón. Ahora prefiere no hacer planes de futuro y disfrutar día a día con cada entrenamiento y salto. «No sé qué me va a decir el cuerpo mañana. Eso sí, el día que me retire me gustaría que fuera por decisión personal, no por una lesión que me impida participar en un campeonato. Quiero retirarme en las mejores condiciones», ha afirmado.

De todos los metales que ha conseguido, Beitia guarda un especial recuerdo de la primera, una plata en el Europeo de 2005. «Es la que más ilusión me hizo, no sólo porque fue la primera sino porque fue en Madrid, ante mi público», ha recordado.

La cántabra ha lamentado que no estuviera presente este martes su entrenador, Ramón Torralbo. «Mi cincuenta por ciento no ha podido venir porque tenía que trabajar en la Universidad de Cantabria, pero él es quien me ha enseñado todo lo que sé en el mundo del deporte y estas 10 medallas son tan suyas como mías», ha añadido.

Beitia consiguió el sábado pasado la medalla de bronce en la final de Sopot con la misma marca (2,00 metros) que la rusa Maria Kuchina y la polaca Kamila Licwinko, que ganaron sendas preseas de oro. Por marcas, esta ha sido, curiosamente, la medalla más cara de la decena conseguida por la atleta cántabra. «Esta medalla es un homenaje a las víctimas del 11-M. Si a los familiares les puede reconfortar de alguna manera, a ellos se la dedico», ha comentado.