Ruth Beitia: «No me considero la salvadora del atletismo español»
Jesús Ortiz García
@JesusOrtizAD
23 de Marz de 2016, 18:25
La ausencia en sus vitrinas de una medalla olímpica fue una de las razones por las que Ruth Beitia dio marcha atrás en el invierno de 2012 a su decisión de retirarse. Y el atletismo español agradeció su continuidad, ya que sus logros le permiten sobrevivir en los medalleros. La eterna saltadora cántabra consiguió en el Mundial de Portland en pista cubierta una plata, su 12ª medalla internacional entre mundiales y europeos. El 1 de abril cumplirá 37 años y ya fija su objetivo en subir al podio en los Juegos Olímpicos de Río.
Pregunta.- En Portland esgrimió otro argumento más para ser considerada como la mejor atleta española de todos los tiempos, ¿a qué sabe esta plata?
Respuesta.- Sabe a constancia, a un camino largo, a 26 años junto a mi entrenador, Ramón Torralbo, que es mi 50%, aprendiendo el uno del otro y recogiendo todo lo que hemos sembrado durante este tiempo. Estoy feliz porque tras los Juegos de Londres la vida me dio una segunda oportunidad y la estoy aprovechando.
P.- En el Mundial bajo techo en Sopot 2014 fue la única medallista de España, al igual que en Portland, ¿supone más presión?
R.- No siento presión ni exigencia, disfruto mucho de la competición como si fuese la última, sabía que en Portland podía luchar por una medalla porque me encontraba muy bien. Que mis compañeros digan que soy un valor seguro y que pueda estar en medallas, para mí es un orgullo. He capitaneado a una selección fantástica, hemos sido una pequeña familia y he sentido su apoyo durante la competición.
P.- ¿Pesa la responsabilidad de ejercer su liderazgo en el equipo español?
R.- No me considero la salvadora del atletismo español, este es un deporte en el que participan en cada campeonato del mundo más de 200 países y es complicado hacer buenos resultados, hay que valorar el gran nivel que hay en cada prueba. Yo hago mi trabajo con la honestidad e ilusión de siempre, me siento feliz por seguir saltando con 36 años con las mismas ganas del primer día, me da igual si es un Mundial o un campeonato regional en Cantabria, en todos siempre doy lo mejor de mí. Aunque me han enseñado que los pies sólo hay que despegarlos de la tierra para saltar y superar el listón. Siempre seré la misma Ruth porque me dedico a lo que más me gusta.
P.- ¿Cómo ve al atletismo español?
R.- Hay una generación nueva que está pisando fuerte, que fue a este Mundial con una gran ilusión y de cara a los Juegos de Río van a estar muy bien. Han conseguido estar en sus marcas y cogiendo experiencia, ojalá en los Juegos Olímpicos estemos peleando por estar en finales y por ser medallistas. Siempre les pido como capitana, que salgan de la pista con la sensación de que han hecho un buen trabajo, independientemente del resultado, y que disfruten.
P.- Ha jubilado a varias generaciones de saltadoras de su edad y usted sigue ahí arriba, ¿cuál es la clave?
R.- Disfrutar al máximo de lo que uno hace, ese es el mejor camino hacia el éxito. Estoy muy orgullosa de poder estar con nuevas saltadoras y de verme ahí en la pista. Vashti Cunningham, la chica que ganó el oro en Portland, es increíble, tiene 18 años y podría ser su madre, le doblo en edad (risas), es genial seguir conociendo y compitiendo con nuevas generaciones. Tanto ella como el resto de saltadoras serán rivales fuertes en los Juegos Olímpicos.
P.- La temporada pasada cambió su técnica y le ha salido bien esa innovación.
R.- Hubo un momento en el que la carrera lanzada no me daba seguridad a la hora de saltar, el cambio de técnica para salir de parado con 9 zancadas fue una apuesta arriesgada con 35 años, ha sido una decisión firme para seguir mejorando y todo indica que el cambio ha sido positivo. Ahora me siento más cómoda con cada uno de los pasos hasta llegar al salto final. Estoy contenta con el resultado porque este deporte es una prueba muy física pero también psicológica, técnica y táctica, nadie regala nada.
P.- Lo de taparse la cara con una toalla entre saltos, ¿a qué se debe?
R.- Es una rutina psicológica muy marcada dentro de la competición, me ayuda a analizar el anterior salto y a preparar el siguiente. Es un momento íntimo que me ayuda a concentrarme y a desconectar de la competición, que a veces es muy larga y hay que canalizar toda la ansiedad y esos estados de ánimo.
P.- El atletismo le debe una medalla olímpica, ¿cómo se ve para Río?
R.- Estoy con confianza, la maleta la tendré llena de ilusión y de ganas de competir ya que el atletismo, además de ser mi profesión, se ha convertido en mi pasión. Cuando terminaron los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no imaginé que volvería a estar en unos Juegos, así que ir a Río es increíble. Ojalá logre la medalla que me falta, la vida me ha dado un gran regalo y Río será la última oportunidad para conseguir esa medalla con la que tanto he soñado.
P.- ¿Está segura de que serán sus últimos Juegos? Tras lo de Londres, uno nunca se puede fiar…
R.- (Risas) Es imposible con 41 años plantarme en unos Juegos Olímpicos y competir por una medalla, sigo entrenando con ganas y disfrutando cada día, pero aunque ya no me ponga fecha de retirada, no me veo en Tokyo. Eso sí, seguiré saltando hasta que el cuerpo aguante.
P.- En Tokyo 2020 podría estar Saleta Fernández, ¿sería un buen relevo?
R.- Sería un relevo magnífico, tengo la suerte de compartir cada día entrenamientos con ella, aparte vivimos juntas, es un diamante en bruto. Es una persona que puede mejorar mucho y no sé si estará en Tokyo, pero seguro que dará muchos y buenos titulares.
Palmarés internacional: Ruth Beitia cuenta con una extensa colección de medallas, al aire libre tiene en una mundial (bronce en Moscú 2013) y dos europeas (oros en Helsinki 2012 y Zúrich 2014), y en pista cubierta en tres mundiales (plata en Doha 2010 y Portland 2016, bronces en Moscú 2006 y Sopot 2014) y cuatro continentales (oro en Gotemburgo 2013, platas en Madrid 2005, Turín 2009 y París 2011, y bronce en Birmingham 2007).