Ruth Beitia: «La prórroga que me ha dado el deporte continuará hasta que el cuerpo aguante»
Tras su amago de retirada en 2012, el regreso de Ruth Beitia para seguir saltando ha sido espectacular. En Zúrich ha logrado su 4ª medalla en su nueva etapa y a sus 35 años aún le queda cuerda para rato.
Jesús Ortiz García
Frustrada por su 4ª plaza en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Ruth Beitia tenía decidida su jubilación en el atletismo de élite, dejó de entrenar y decidió patinar por las calles de Santander. Pero la lluvia en Cantabria y el empeño de su entrenador Ramón Torralbo le hicieron volver a la pista para saltar y superar el listón. Su regreso fue espectacular, con un oro en el Europeo de pista cubierta en Gotemburgo. De ahí a un bronce mundial en Moscú y a otro en Sopot este año, temporada que ha cerrado con un nuevo título continental en Zúrich. A sus 35 años aún le queda gasolina.
Pregunta.- En el mítico estadio Letzigrund esgrimió un nuevo argumento para ser considerada como la mejor atleta española de todos los tiempos, ¿cómo se siente?
Respuesta.- En una nube, ha sido una competición increíble en la que todo ha salido perfecto. Estoy muy feliz por ganar otro título y es un orgullo que la gente reconozca mi esfuerzo y trabajo, pero no me considero más que nadie. He tenido la gran suerte de dar con Ramón Torralbo, una persona maravillosa con la que llevo ya 24 años entrenando. Él y mis padres siempre me han enseñado que los pies sólo hay que despegarlos de la tierra para saltar y superar el listón. Siempre seré la misma Ruth, gane o quede 4ª, porque disfruto haciendo lo que más me gusta.
P.- Cuánta razón tenía el sabio Ramón Torralba cuando le insistió en regresar a las pistas tras lo de Londres 2012.
R.- Fue uno de los mayores culpables para que continuara en el atletismo. Él es el 50% de mis resultados, la persona que me ha enseñado todo en el deporte. El año que viene hacemos 25 años juntos, esperemos celebrar las bodas de plata con otra medalla, ojalá en el próximo Mundial. El oro en Zúrich me ha hecho mucha ilusión porque Ramón pudo estar en la grada para verme y nos fundimos en un gran abrazo. Con una mirada nos conocemos, sabe que puedo dar, donde están mis límites y esa confianza que tenemos es la clave de nuestro éxito.
P.- En Zúrich saltó 2,01 en el primer intento y ahí se acabó la lucha por el oro, ¿cómo lo vivió?
R.- La única vez que había saltado 2 metros para pelear por una gran medalla fue en los Juegos de Londres y terminé 4ª. Pero en esta ocasión sabía que iba a tener premio. Mi hermano, que también fue saltador de altura, me decía que por qué intenté 1,99 metros si de pasarlo hubiese seguido 4ª y le dije que para tener 3 intentos en 2,01. Al final me sobraron 2 saltos. Ha sido la mejor marca que he hecho en un gran campeonato y he igualado el récord del mundo de veteranas (en poder de Inga Babakova). No se puede pedir más.
P.- ¿Qué fue lo primero que pensó cuando superó el listón?
R.- Que ya volvía a ser medalla (risas). En 1,97 metros era bronce y en 1,99 estaba 4ª, mis rivales me metieron miedo, así que metí presión con 2,01 a la primera. Sabía que era una marca para estar en el podio, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza que ya había ganado. Estoy muy contenta porque este deporte es una prueba muy física pero también psicológica, técnica y táctica, lo tiene todo y aquí nadie regala nada.
P.- Incluso intentó igualar el récord español de 2,03 metros que usted posee, ¿lo ve más cerca?
R.- Hubiese sido la bomba, un broche final espectacular. Lo intenté pero no pudo ser, me habría encantado. Es un récord que ya tengo, pero voy a intentar asaltarlo en las próximas competiciones. Ahora participaré en la Diamond League de Estocolmo, después iré a Alemania a un meeting de salto y cerraré en Zúrich el 28 de agosto. También me han seleccionando para la Copa del Mundo de septiembre como representante de Europa y lo estamos barajando, pero depende de mi trabajo como diputada en Cantabria.
P.- ¿Ya tiene reservado algún sitio para colgar su nueva medalla de oro?
R.- Han hecho un Museo del Deporte en Cantabria y Ramón y yo decidimos ceder nuestras medallas durante un año, después harán una réplica, así que las tengo en un buen sitio. Este oro irá con nosotros unos días más para que la gente lo vea y luego también estará expuesta en este lugar, junto al dorsal, el de color naranja que me acreditaba como campeona del pasado Europeo en Helsinki.
P.- Un dorsal que ya le espera en Amsterdam 2016.
R.- (Risas) Aún queda, pero me gustaría. De momento, voy a seguir un poco más porque estoy muy ilusionada y con ganas de entrenar día a día. Ahora disfruto cada competición como si fuese la última, esta prórroga que me ha dado la vida con el deporte es un regalazo y continuará hasta que el cuerpo aguante. De momento está funcionando la filosofía de ir campeonato a campeonato y el día que deje de funcionar, apaga y vámonos.
P.- Como capitana de la selección, ¿cómo valoraría la actuación de los españoles en Zúrich?
R.- En el campeonato de España se le dio al atletismo un lavado de cara con gente nueva y con muchas ganas. Este Europeo ha sido increíble y me siento muy orgullosa, se está realizando un gran trabajo en todos los sectores. Es un cambio de tendencia, sabíamos que era algo cíclico, que llegaría un cambio. Había una especie de cólera en los medios de comunicación por la falta de resultados y aquí tenéis la respuesta, 6 medallistas, 22 finalistas y muchos atletas realizando un gran papel.