La jugadora y capitana de la selección española Rocío Ybarra.

Jesús Ortiz García

De pequeña correteaba por los campos de hockey hierba junto a su gemela Lucía mientras veían los partidos de su madre Menchu y de su hermano Luis. Hasta que un día cogió el stick para seguir los pasos de sus familiares tras la veda que había abierto su abuelo Luis Solaun en los años 50. Rocío Ybarra no pensó que llegaría tan lejos. Ahora, a sus 29 años capitanea a una joven y ambiciosa selección que sueña con repetir el éxito de Barcelona 1992. El camino para el equipo de Adrian Lock hasta las Olimpiadas de Río de Janeiro será largo y primero pasa por la Champions Challenge de Glasgow.

Pregunta.- Después del paso atrás en los Juegos de Londres y en el pasado Mundial, ¿en qué situación está el hockey femenino?

Respuesta.- Hace tiempo la selección fue una potencia, siempre estuvo entre las 4 mejores de Europa y se daba por hecho que debía estar en unas Olimpiadas, en un Mundial y en un Europeo. Hoy en día no se piensa igual. Hemos sufrido tras quedarnos fuera en Londres y en el último Mundial, pero en lugar de debilitarnos y meternos en un agujero, nos ha hecho más fuerte, este equipo ante la adversidad se crece. Más que ganar, ahora nos motiva poner todos los medios para no repetir errores.

P.- La selección ha vivido una revolución en su plantilla, ¿os sentís preparadas para reivindicaros?

R.- Estamos ansiosas por demostrar el nivel que tenemos. Somos una selección muy joven, con una edad media de 21 años. Es un equipo muy homogéneo, antes había gente con un talento espectacular que podían resolver un partido en jugadas individuales. Ahora el hockey ha evolucionado y lo que nos hace fuertes es el trabajo, el sacrificio, la intensidad y la entrega.

La selección española de hockey hierba. Fuente: CSD

P.- La primera prueba para las ‘redstick’ es la Champions Challenge en Glasgow, ¿cómo la afrontáis?

R- Vamos con muy buenas sensaciones, tenemos ambición y ganas de dar guerra. Estamos expectantes por ver si el trabajo realizado tiene recompensa en el campo. Glasgow es el primer escaparate para saber si estamos cerca, lejos o por encima del nivel que pensábamos.

P.- Estados Unidos, Irlanda y Sudáfrica, ¿qué destacaría de los rivales?

R.- Estados Unidos es un equipo muy físico, son atletas, muy rápidas y apuestan por entrenadores de otros países para adquirir la técnica que les faltaba. A Irlanda la conocemos muy bien porque hemos jugado partidos recientes y es factible conseguir la victoria. Y ante Sudáfrica también nos hemos enfrentado bastante, son encuentros de tú a tú y puede pasar de todo. La actual selección española puede batir a cualquiera de estos rivales.

P.- ¿Puede suponer Escocia una nueva etapa para el hockey femenino?

R.- Estamos convencidas de que marcará un punto de inflexión, un nuevo destino porque veo a las chicas con muchas ganas, ilusión y hambre de medallas. El primer objetivo es sumar puntos para subir en el ranking mundial ya que hemos perdido puestos porque renunciamos a participar en torneos ante la falta de dinero. Y en segundo lugar, el campeón entrará en la Champions Trophy con las 8 mejores del mundo y sería un paso muy importante.

P.- Cuando España logró el oro en Barcelona 92 nadie apostaba por aquella selección, ¿cree que existen paralelismos entre ambas generaciones?

R.- La palabra que define tanto a aquel grupo como al nuestro es sacrificio. Ellas tenían las facilidades de entrenar durante mucho tiempo juntas y estaban locas porque pensaban que iban a ganar algo. Hoy en día estamos locas porque entrenamos solas, porque no tenemos medios, porque vamos navegando contra viento y marea y porque aún estando separadas ganamos partidos cuando nadie da un euro por nosotras.

Partido de la selección en Valencia.

P.- Con la herida de Londres 2012 aún reciente, ¿estar en Río de Janeiro es una obligación?

R.- A base de palos la experiencia me ha enseñado que hay que ir paso a paso. Está claro que vamos a pelear por estar en Brasil, pero sin prisas, la clasificación para las Olimpiadas pasan por el preolímpico que se celebra en 2015 en Valencia y ese es nuestro Río de Janeiro, es el objetivo más importante que nos marcamos.

P.- Os enfrentáis a equipos más rodados, con mejores infraestructuras y apoyos mientras ustedes apenas entrenáis juntas, ¿cómo combatís esa diferencia?

R.- Entrenamos de forma individual en nuestros clubes porque los recursos económicos no nos permiten entrenar juntas como hacen otros países, pero en lugar de lamentarnos, hemos optado por otra filosofía: entrenar el físico para cuando nos juntemos centrarnos solo en la parte táctica. Tenemos unos 15 días al año de entrenamientos en grupo, pero pese a ello, España ha logrado grandes resultados. Apuesto por las ‘redstick’, me ilusionan mucho y vamos a dar alegrías.

P.- ¿Cómo lleváis esa falta de recursos económicos que afecta a la federación?

R.- Es un gran hándicap y hemos recurrido al micromecenazgo para poder viajar y competir. En categorías inferiores pagan de sus bolsillos y nosotras hemos renunciado a competir en campeonatos, pero no queremos dar pena ni pedir por pedir. Hacemos clinics deportivos, tiramos de patrocinadores e imagen por las redes sociales para hacerles ver a la gente que las chicas ‘redstick’ existen, queremos dar guerra y que apuesten por este deporte.