Río despide sus Juegos entre 'chubascos'
Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han llegado a su fin y dan el relevo el próximo 7 de septiembre a unas Paralimpiadas con muchas dudas e incógnitas para su adecuada financiación.
Laura Pérez Torres
@lauraescreativa
22 de agosto de 2016, 03:00
El sonido de los tambores aporreó de colores el escenario del Estadio de Maracaná, donde 24 horas antes las lágrimas de Neymar bañaron el oro olímpico que consiguió Brasil con un gol suyo de penalti. Percusión a ritmo de figuras y flores, con el pan de azúcar, el simbólo de Río 2016 y los aros olímpicos.
Fue entonces cuando cayó un ‘Universo cariñoso’ sobre los asistentes, donde una melodía carioca arropó el saludo del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, a los 50.000 asistentes que poco a poco llenaban el estadio más emblemático de un país que vive y respira por y para el fútbol.
Miles de guiños luminosos, como pequeñas libélulas chispeando entre el público, dieron paso al coro infantil más luminoso de Río. Un coro de voces blancas sobre el que nevaron florecillas silvestres para enmarcar la bandera carioca que se disolvió entre aplausos y juegos de sombras.
De nuevo los deportistas de las 207 delegaciones pisaban Maracaná, liderados por Grecia. Un desfile con menor representación, más rápido, más informal, encabezados por los abanderados; en España, el atleta ‘Chuso’ Bragado representaba al país que se situó en el puesto 14º del medallero con 17 metales de los que 7 fueron de oro. Junto a él, los rezagados de la delegación española como Mireia Belmonte o las gimnastas plateadas de rítmica, en todas brillaba la sensanción del sueño logrado.
El carnaval volvió a florear un escenario con un pebetero reubicado regado por la lluvia, los chubasqueros fueron unos protagonistas inesperados. Algunas delegaciones, como la británica, quiso aportar su granito de arena y todos sus representantes calzaron zapatillas de luz, destacando sus huellas en el desfile de despedida de menos de una hora de duración.
Los fuegos artificiales respaldaron el Canal Olímpico que abastece a las televisiones de información, imágenes, noticias y seguimiento durante los Juegos pero que continuará de forma diaria para divulgar los deportes olímpicos con sede en Madrid.
Cuevas rupestes, huellas, aves… y las pinturas cobraron vida en Maracaná haciendo de nuevo un viaje al pasado, a una prehistoria geométrica que cobraba vida a golpe de percusión, tras la que hubo un homenaje a la ‘Mujer Hilandera’, a las figurillas de porcelana y culminado por las mejores imágenes de estos Juegos.
Aún quedaban 3 medallas por repartir, el podio del maratón masculino, que acabó en el Sambódromo con frío y mucha humedad. Oro para el keniata Eliud Kipchoge, plata para el etíope Feyisa Lilesa y bronce para el estadounidense Galen Rupp. La delegación norteamericana lideró el medallero con 121 preseas, 46 oros, 37 platas y 38 bronces.
No olvidaron el agradecimiento a los voluntarios de estos Juegos, de todas las nacionalidades y todas las edades. Y el himno griego junto a su bandera ondeó en el estadio precediendo al himno olímpico con el traspaso de la bandera olímpica en Maracaná desde Brasil (a manos de Eduardo Paes) a Tokio 2020 (para la gobernadora Yuriko Koike), a través de Thomas Bach. Y de obrigado a arigato, de la naturaleza a la tecnología, Tokio se presenta como una edición antagónica a Brasil. El primer ministro de japón, Shinzō Abe, surgió de la cabeza de Super Mario Bros para comenzar la cuenta atrás de un nuevo ciclo olímpico donde 5 nuevos deportes harán su aparición.
El presidente del Comité Organizador de los Juegos de Río 2016, Carlos Arthur Nuzman, inició los discursos de despedida y volvió a estar acompañado de pitos y aplausos. «Río ha hecho historia y tiene la capacidad de organizar el mejor evento deportivo del mundo renovándose y transformándose, es ahora una ciudad mejor y un lugar más mágico«, explicó Carlos Arthur, quien explicó que «sí, somos diferentes del norte al sur y esta diversidad es la que nos hace único; todos los brasileños somos héroes olímpicos, y esto puede hacer que vuestros hijos tengan más ganas de luchar».
26 récords del mundo salpicaron estas 31ª Olimpiadas, de las que el presidente del COI se despidió agradeciendo su esfuerzo y hospitalidad. «Estos JJOO han sido los de la diversidad y juntos podemos ser más fuertes y cambiar el mundo», dijo.
La esencia del artística brasileño Roberto Burle Marx sobrevoló el escenario ajardinado con su impronta colorista y como si de una acuarela se tratara Maracaná cobraba vida con una melancólica melodía para apagar el soleado pebetero. Tras el último titileo de la llama, un árbol gigantesco de macramé apareció en el centro del estadio y la samba carnavalera alzó la voz de nuevo, acompañada de sus reinas, para poner el broche de oro en la capital carioca.
Río no dice adiós, es un hasta luego, ya que el próximo 7 de septiembre comenzarán los Juegos Paralímpicos con muchas incógnitas con respecto a su correcta celebración tanto por la financiación como por la asistencia. Por lo que la samba continuará en la capital carioca, sin mosquito, ni picaduras, pero con grandes bocados al presupuesto. Continuará…