El esquiador donostiarra ha sido el único de los españoles que ha completado la prueba, a casi 8 segundos del ganador, el estadounidense Ted Ligety.

El esquiador donostiarra Paul de la Cuesta durante una prueba en Sochi | AD

Avance Deportivo

El esquiador vasco Paul de la Cuesta ha sido el único de los españoles que ha logrado finalizar la prueba de gigante. El donostiarra ha realizado una gran segunda manga, a 8 segundos del ganador absoluto, Ted Ligety (EEUU) y gracias a ello ha conseguido terminar en la 36 posición con un tiempo absoluto de 2:53.26.

Con esta prueba ha finalizado su participación en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014: «Una pena la primera manga que he empezado bien, pero he cogido un bache, he perdido el ritmo y la línea durante toda la bajada. La segunda he esquiado bien, como yo sé, he encontrado un buen ritmo y eso se ve reflejado en el crono ya que me meten menos de 2 segundos que no tiene nada que ver con los 6 de la primera manga», ha explicado.

Los debutantes olímpicos Pol Carreras y Alex Puente no han podido terminar su primera carrera de los Juegos. El esquiador de Fischer ha comenzado bien la carrera pero con una línea demasiado recta y en un cambio de rasante, en el que no se veía la siguiente puerta, ha caído. A pesar de no haber finalizado esta prueba, Carreras está muy motivado y pensando ya en la prueba de slalom, su especialidad, que se celebrará el próximo sábado.

El esquiador del Valle de Arán, Alex Puente, ha realizado la primera manga de la carrera justo después de una larga parada en la prueba. El corredor de Rossignol ha empezado bien, pero ha sufrido un interior en una zona en la que la nieve estaba bastante blanda y no ha podido recuperar la posición. Igual que Carreras, Puente, volverá a competir el sábado en el slalom.

Por último, Ferran Terra también ha realizado su última carrera de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. Ha empezado muy bien el gigante, con un muy buen ritmo, los tiempos intermedios eran buenos pero un pequeño error con nieve blanda le ha impedido llegar a la siguiente puerta del exigente trazado.