Pablo Abián, solo ante el futuro
Tras competir en dos Juegos Olímpicos y obtener la plata en los Juegos del Mediterráneo, el jugador de bádminton encara el camino hacia Río 2016 con incertidumbre, puesto que ya no cuenta con el apoyo económico de la Federación.
I. M.
El jugador de bádminton Pablo Abián se enfrenta al peor momento de su carrera. Ha sido campeón absoluto nacional 11 veces (7 de ellas consecutivas y en individual masculino), es el primer español que ha competido en este deporte en dos Juegos Olímpicos y ha obtenido la medalla de plata en los últimos Juegos del Mediterráneo. A pesar de este currículum y de las buenas perspectivas para 2016, actualmente no cuenta con apoyo económico de la Federación Española de Bádminton para aumentar sus logros deportivos ni para poder prepararse para Río de Janeiro.
“Fue una sorpresa que, después de los Juegos de Londres, la federación me dijese que no me iba a apoyar”, indica Abián, quien afirma que en un principio le habían garantizado que le ayudarían a continuar. Sin embargo, ya no cuenta con una plaza en la residencia alto rendimiento Blume de Madrid, donde ha vivido los últimos años, ya que afirma que desde la Federación le han transmitido que su “nivel es muy alto” y en el centro no le “pueden hacer mejorar”.
Para este deportista nacido en Calatayud en 1985, y que comenzó a practicar bádminton junto a sus hermanos, animados por su padre, se trata de una contradicción puesto que, en su opinión, en este centro deberían estar los mejores.
“Entiendo que haya recortes y se puede hablar que en lugar de tantas competiciones, hay que hacer menos para intentar aguantar hasta Río”, comenta Abián, quien no entiende por qué en la última temporada se ha visto obligado a costearse su participación en los torneos internacionales. Esto ha provocado que no haya alcanzado el número mínimo de competiciones necesarias para aparecer en el ránking mundial, en el que llegó a ser el número 20.
Desde la federación han señalado que los recortes han obligado a realizar “ajustes en el proyecto deportivo” y han decidido apostar por deportistas más jóvenes, de cara a conseguir podios en los Juegos de 2016 y 2020. Eso sí, han asegurado que si el deportista “sigue dando un alto rendimiento”, la institución lo apoyará. Además, han ofrecido tanto a Abián como a Ernesto Velásquez una alternativa: su traslado durante ocho meses a clubes de bádminton de Dinamarca, lo que les permitiría costear algunas competiciones internacionales.
Velázquez se encuentra desde agosto en tierras danesas pero Abián tiene un contrato firmado en el Club de Bádminton de Huelva, con el que ha conseguido el título de liga en la pasada temporada, y ve insuficiente la aportación económica prevista para poder participar en los campeonatos necesarios para volver al ránking mundial.
“De qué sirve en España un Centro de Alto Rendimiento, si cuando los jugadores alcanzan en bádminton un buen nivel los echan fuera de España, pienso que esto no es bueno ni para el bádminton ni para los jugadores que vienen detrás. Si el entrenador no es capaz de gestionar a un jugador de nivel, a lo mejor esta federación debería plantearse cambiar a los entrenadores”, señala el jugador en su respuesta a la federación.
A pesar de estas dificultades que, según admite, le han afectado psicológicamente para encarar los partidos, se muestra satisfecho con los resultados de la temporada, que finalizó con el campeonato del Mundo en Guanzhu, donde se quedó a las puertas de disputar los cuartos de final.
“Estoy luchando por conseguir algo que realmente merezco”, señala este deportista que ha puesto en marcha una web y llevará a cabo diversas iniciativas para intentar conseguir patrocinadores que le ayuden a seguir compitiendo.
Abián tiene confianza en poder lograrlo especialmente dadas sus condiciones físicas y su estrategia de juego. “Soy un jugador bastante físico, hago puntos muy largos para ir desgastando al rival y hacer que su calidad baje, cuanto más dura el partido más cómodo me encuentro. Soy consistente en el juego y fuerte mentalmente”, declara.