El balear se impone a un gran Gael Monfils por 6-1, 6-7 (5) y 6-2 y estrena el 2014 con un título justo antes del Abierto de Australia.

Rafa Nadal durante el torneo en Doha | Getty Images

J.O.G.

Tenía una cuenta pendiente en Doha en un torneo que se le había atragantado en las últimas ediciones. Pero esta vez no desaprovechó la oportunidad de sacarse una espina y de paso conseguir su primer cetro del 2014. Rafa Nadal ha comenzado el año de la mejor manera posible, conquistando el título en tierras cataríes. En una semana complicada, el balear demostró por qué es el número 1 del mundo y en la final se impuso a un notable Gael Monfils por 6-1, 6-7 y 6-2.

El tenista de Manacor saluda el nuevo año con una victoria de nivel, después de un torneo donde estuvo muy exigido en cada eliminatoria y de paso conquista el desierto de Doha, uno de los pocos escenarios que se le resistía. La victoria supone su 61 trofeo en su palmarés, el primero de este ejercicio que da continuidad a su sobresaliente pasada temporada.

En el primer set el francés apenas opuso resistencia y pagó muy caros sus errores. Monfils no plantó batalla y cayó rendido al bombardeo del zurdo español. En apenas 25 minutos, Nadal se adjudicó el set por 6-1 tras castigar a su rival de lado a lado, con continuos latigazos y un juego excelso.

En la segunda manga cambió el viento a favor del francés, que jaleado por una grada que pedía a gritos una final con más emoción, se desperezó para apretar al número 1 del ranking con grandes golpes desde el fondo de la pista.

Monfils parecía un tenista diferente, le entraban todas las bolas y aprovechó el bajón de su adversario para alejarse 4-1 en el marcador. Pese a la recuperación de Nadal y llevar el set al tie break, el parisino estaba lanzado y mejoró su juego para resolver con un gran saque directo.

El pulso entre ambos tenistas en el tercer set fue brillante, con buenos peloteos y golpes, pero pudo más la magia y la garra del balear, que apagó las esperanzas de su enemigo a partir del cuarto juego hasta mantener su renta hasta el final.

El jugador español se lleva un torneo que supone más que una victoria ya que llegará al Abierto de Australia lanzado y con una dosis de moral para afrontar el primer Grand Slam de la temporada.