Rafael Nadal se ha clasificado para disputar su tercera final del Open de Australia contra Stanislas Wawrinka el próximo domingo, tras vencer al también suizo Roger Federer en semifinales por 7-6, 6-3 y 6-3.

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Rafa Nadal y Roger Federer. Fuente: AD

Será la final de Grand Slam número 19 en la carrera del mallorquín, que aspira a convertirse en el primer jugador de la Era Open, y tercero de la historia, que logra ganar más de una vez los cuatro títulos del Grand Slam.

«Siempre es especial jugar contra Roger. Es el rival con el que más emociones siento cuando salto a una pista, después de tantos partidos importantes que hemos jugado. Para mí es un honor estar en el mismo nivel que él. He tenido que hacer mi mejor partido del torneo para ganarle», ha analizado un Nadal que ha jugado su cuarta semifinal en Australia, donde fue campeón en 2009 ante el propio Federer, y finalista en su última participación de 2012 con Novak Djokovic.

Ausente por lesión el pasado año, el nº 1 del mundo extiende su dominio en los enfrentamientos directos con el suizo (23-10) en el que ha sido el duelo número 33 entre ambos, aún lejos de la máxima rivalidad en la historia del circuito que mantienen el propio Nadal y Djokovic. «Después de no poder estar aquí el año pasado, es muy especial volver a jugar en esta pista Rod Laver y estar en otra final», ha comentado Rafa.

Aspira a su 14 Grand Slam como Sampras
Nadal iguala las 19 finales de Grand Slam disputadas por el checo Ivan Lendl, y se queda a sólo 5 del récord absoluto que ostenta el propio Federer (24). Con 13 títulos en su palmarés (8 Roland Garros, 2 Wimbledon, 2 US Open y 1 Open de Australia), el balear podría igualar los 14 logrados por el estadounidense Pete Sampras, a tres del récord de Federer (17). «No puedo pensar en eso, mañana tengo un gran rival que está jugando a un nivel increíble. Hizo un gran partido contra Novak y ayer también con Berdych. Está con mucha confianza. Yo tengo ya 13 Grand Slam y está claro que voy a darlo todo para ganar mañana», ha aclarado el tenista español.

Ante su rival en la final del domingo, Stanislas Wawrinka, el español no conoce la derrota, ni ha cedido ningún set, en los 12 partidos que han disputado hasta la fecha, los cuatro últimos la temporada pasada. El suizo de 28 años y nº 8 del mundo, jugará su primera final de Grand Slam tras eliminar en cuartos a Novak Djokovic, y superar al checo Tomas Berdych en semifinales por 6-3, 6-7(1), 7-6(3) y 7-6(4).

«Va a ser un partido muy duro, tiene un gran servicio y está golpeando la bola muy fuerte y con mucha confianza. Yo tengo que intentar ser agresivo y jugar tan bien como he hecho hoy», ha concluído el español, que buscará el título número 62 de su carrera para igualar al argentino Guillermo Vilas.