Melani Costa, una sirena insaciable
La nadadora de Palma de Mallorca vive su mejor momento en la piscina tras la plata en el Mundial de Barcelona y sus 16 medallas en la Copa del Mundo.
Jesús Ortiz García
Voraz, competitiva y eléctrica en sus brazadas como el azul de sus uñas, Melani Costa se ha convertido en una de las figuras internacionales de la natación después de firmar su mejor año deportivo. Su sonrisa es un reflejo del dulce momento que vive este año donde ha cruzado el umbral del éxito. Se marchó con un sabor amargo de los Juegos Olímpicos de Londres tras dos novenos puestos, pero en 2013 ha dado un giro radical con una medalla de plata en los 400 libre del Mundial de Barcelona y 16 podios en las 8 pruebas de la Copa del Mundo.
Con sigilo, humildad y sacrificio como señas de identidad, la sirena balear reivindica su corona en las pruebas de 200, 400 y 800 metros libre en piscina corta con 3 oros, 6 platas y 7 bronces. «Estoy en un gran momento, llegar a la altura de las mejores ha costado pero ha merecido la pena persistir. Me ha dado confianza para las próximas competiciones y quiero quedarme en la élite mucho tiempo», explica.
Su casta y ambición vencieron a una luxación en el astrálago de su tobillo izquierdo para sumar preseas en sus vitrinas. «Las últimas 3 Copas del Mundo han sido muy difíciles porque tuve una lesión y he tenido que nadar con mucho dolor que me retrasó bastante, pero estoy contenta porque ya me recuperé. Espero mantener el nivel y no estancarme mentalmente después de haber logrado algo importante, pero siempre busco una motivación para sacar energía y seguir dándolo todo», afirma.
La medalla plateada que conquistó en la Ciudad Condal en verano «fue un punto de inflexión» en su carrera. «Quedar novena en Londres fue un gran palo, así que si quería llegar tan alto tenía que mejorar los fallos y luchar mucho más. En el Mundial conseguí romper esa barrera de entrar en una final y a partir de entonces sentí que todo cobraba sentido. Todo me ha salido rodado, estoy muy satisfecha y aún tengo mucho margen de mejora, seguro que llegarán más triunfos», comenta.
La clave de su progresión
Más entrenamientos de pesas, constancia y autoconfianza son los ingredientes que han propiciado su metamorfosis y explosión en el agua. «Me di cuenta que las contrincantes me superaban en fuerza. Tenía velocidad, flotabilidad y resistencia, pero me faltaba eso, así que empecé a fortalecer los músculos y los resultados han sido muy positivos. Con las pesas he logrado tener más impulso en las brazadas y en los virajes por el desarrollo del tren inferior», subraya la balear.
Desde Barcelona siempre ha ido acompañada de su mejor amuleto, las uñas azules: «Me gusta tenerlas pintadas y pensar que me ayudan. Incluso hay gente que me apoya pintándoselas igual. Me han dado suerte y voy a mantenerlas del mismo color». Como muchos deportistas, la nadadora también tiene pequeños rituales antes de saltar a la piscina: «Me coloco las gafas mil veces antes de la salida para comprobar que están ajustadas y no me entra agua. Muevo los dedos muy rápidos para activarme y me gusta escuchar a la banda inglesa Muse una hora antes, es lo que me motiva para competir».
Costa ha dado un golpe en la mesa para demostrar su temple y calidad y asegura que las rivales que antes la ignoraban, ahora estudian todos sus movimientos: «Ya no soy una más, soy una nadadora a batir. Ya se fijan en mí, hay más presión porque van a por mí, pero lo veo más divertido. Seguiré dando guerra porque me encantan los retos, soy muy cabezona, lo que quiero lo busco y peleo por ello».
Desde los 3 años la piscina es su hábitat natural, empezó en Calviá, su pueblo, después creció en el club de natación Palma y en La Salle. «Cuando comencé sólo quería disfrutar en el agua, pero siendo pequeña me di cuenta que se me daba bien y mi familia y entrenadores veían que tenía talento para llegar lejos», recuerda. Este año ha fichado por la UCAM, que le permite seguir estudiando la carrera de fisioterapia, y ha mejorado su economía, que le permite afrontar con más tranquilidad los próximos campeonatos.
Sin embargo, llegar a la nobleza de la natación no ha sido fácil: «Hasta ahora no tenía casi nada, he tenido que superar muchos obstáculos. Ahora tengo la beca de la UCAM, el ADO, que me la darán gracias al Mundial y en Speedo me dan bañadores y material. Sé que estamos en un momento delicado, pero ojalá salga algún patrocinador que se interese por mí», confiesa.
Ahora el CAR de San Cugat es su cuartel general donde lleva a cabo una exigente rutina de entrenamientos: «Me levanto a las 6:15, a las 7 piscina, desayuno a las 10 y después hago pesas hasta 11.30. Almuerzo sobre las 13 horas y luego siesta, para volver a entrenar desde las 15.00 hasta las 19.30», relata la nadadora. Fuera de la natación prefiere desconectar, salir con los amigos, coser e ir a la playa, aunque en caso de nadar, «mejor en la orilla, no se me da bien las medusas y no ver el fondo del mar».
Aventura en EE.UU.
Tras las Olimpiadas de Pekín cruzó el charco para crecer como deportista en Estados Unidos. En Florida se impregnó de la seguridad que aporta el espíritu americano y llegó a España convencida de que era tan buena como las demás. «Fue un cambio radical, conseguí mucha confianza y fuerza, me dí cuenta que valía para la natación, que podía estar a un alto nivel porque entrenaba con campeones del mundo y si no hubiese estado allí no sería la Melani Costa de hoy día», explica.
Precisamente, en diciembre se enfrentará a los mejores nadadores de Estados Unidos, ya que la sirena española ha sido elegida junto a Mireia Belmonte en el equipo de Europa para el ‘Duel in the Pool’. «Es un gran honor poder representar a España en una competición muy mediática. Me hace mucha ilusión, será difícil batir a Estados Unidos porque tiene grandes nadadores, pero nos dejaremos la piel en intentarlo», añade.
Esta temporada espera volver el Europeo en piscina corta en Dinamarca y el campeonato de España. Su objetivo en 2014 es el Europeo en Berlín y ya mira de reojo a Río de Janeiro: «Quedan 3 años, pero tengo mucha ilusión, espero clasificarme y que las lesiones me respeten. Una vez que esté en Brasil, que por favor entre en una final, no puedo irme de la natación con 2 novenos puestos en unas Olimpiadas. Voy a luchar por conseguir una medalla». Mientras llega la cita olímpica, Costa confía en seguir sacando las uñas como signo de triunfo.
Palma de Mallorca, 24-4-1989
2013: plata en el Mundial de Barcelona y 16 medallas en la Copa del Mundo. 2012: oro y bronce en el Mundial de Estambul en piscina de 25 metros. 2012: dos platas en el Europeo de Eindhoven. 2011: una plata y dos bronces en piscina corta en el Europeo de Polonia. Cuatro medallas en la Universiada de Shénzhen (China).