María Xiao y Álvaro Robles, pasaporte con destino a los Juegos Olímpicos
Los dos palistas españoles han logrado la plaza olímpica para la capital nipona de este verano en el torneo clasificatorio europeo de Portugal.
Avance Deportivo
@deportivoavance
4 de mayo de 2021, 12:00
La historia del tenis de mesa español sigue teniendo capítulos guardados bajo la firma de Álvaro Robles. Aquella presea de plata en Budapest solo fue el inicio de una aventura que ya tiene tintes olímpicos, porque el español ha logrado obtener una plaza olímpica en el torneo clasificatorio europeo de Portugal, según ha informado la Real Federación Española de Tenis de Mesa (Rfetm).
Efectivamente, Álvaro Robles disputará los Juegos Olímpicos de Tokio. Es el primer palista español en lograr la clasificación para la cita veraniega. El onubense ha superado en su camino los miedos e incertidumbres de un torneo de estas características, para ganar a rivales mejore posicionados en el ranking que el propio jugador español.
Robles superó a Pryshchepa en primera ronda, para medirse al griego Panagiotis Gionis, 49 del mundo, en unos octavos de final muy disputados. El onubense logró mantener la calma, encontrar su momento y desplegar su mejor tenis de mesa en el momento justo, logrando remontar un partido en el que fue por detrás en todo momento, hasta los instantes finales. Ganó 4-3 al griego, accediendo a los cuartos de final, donde el británico Paul Drinkhall, un viejo conocido del onubense, fue la siguiente piedra en el camino. Logró disputar su mejor duelo ante el británico, y se hizo con la victoria sin demasiado sufrimiento (4-1).
De esta manera, Álvaro Robles alcanzó la última prueba de fuego: las semifinales. Un partido que significaba la clasificación olímpica, porque los finalistas obtienen el billete directo a Tokio.
La presión de este partido recayó en el español, que comenzó con más cautela. El duelo comenzó con el primer juego para Sidorenko (9-11). Robles se anotó el segundo (12-10) y el tercero (14-12). Y su rival respondió con dos juegos consecutivos (11-8 y 11-9).
Sin embargo, con el paso de los minutos, el onubense encontró sus mejores sensaciones, atacó con más ímpetu la pelota y e imprimió su estilo un parcial de 11-3 para llevar el encuentro al séptimo. El siguiente juego iba a dar la plaza olímpica.
La igualdad se mantuvo hasta el último momento. Sidorenko se adelantó 10-8. Dos bolas de partido que remontar. Pero los imposibles existen. Robles hizo 3 puntos seguidos para recuperar la ventaja de su servicio. Tuvo la primera. Una segunda. No hizo ninguna. Sidorenko pudo cerrar otra vez. En tres ocasiones. Pero Álvaro Robles despertó de su sueño para convertirlo en realidad. Con un revés espectacular, el onubense saltó del cielo de Guimaraes a las nubes olímpicas.
Por su parte, María Xiao fue la 2ª deportista en el tenis de mesa español en sellar su billete a los JJOO la pasada semana en el preolímpico Europeo de Portugal. Además, el tenis de mesa español podrá ampliar su registro en Japón, con la clasificación por ranking de Galia Dvorak.
María Xiao tuvo la 1ª llamada para embarcar a Tokio en Doha, pero cayó ante la monegasca Xiaoxin^ Yang en la final. El 2º aviso de embarque fue también en Doha, pero la tailandesa Suthasini Sawettabut se adelantó y se llevó el billete. Sin embargo, a la 3ª reaccionó a tiempo.
María Xiao logró superar todos los obstáculos para tener una nueva oportunidad en Guimaraes. La española realizó una carrera de obstáculos con éxito. Superó la fase de grupos como primera. Avanzó 2 rondas en la 2ª fase, pero tropezó con la francesa Jia Nan Yuan. Una caída que le dio más fuerzas.
Xiao salió en cada partido de la 3ª fase con mucha intensidad. Lo que le servía para abrir brecha en el marcador, ganar en tranquilidad y poder cerrar los encuentros con confianza. En la final, la española se encontró una nueva carrera dentro de la propia competición. Los nervios y la presión de un partido de esta categoría salieron a la luz en ambas jugadoras, pero la experiencia de María en Doha fue ese plus necesario en estos momentos.
Xiao comenzó dominando la final (11-9), aceptó la respuesta de su rival (11-6) y le devolvió 2 parciales consecutivos (11-7 y 11-9). Balazova tampoco se dio por vencida y llevó el partido al séptimo juego (11-4 y 11-5), porque este billete tiene en su interior muchos años de esfuerzo, muchas horas de repeticiones y debía ganarse en el último juego del último partido. Y María lo hizo. Canalizó todas esas horas de trabajo en cada punto, tomó ventaja en el marcador y apretó con su revés para hacer verdad al refranero español: A la tercera va la vencida.