María Pérez: “En Tokio puedo dar la sorpresa”
La atleta granadina que se coronó reina europea de la marcha en 20 km, descubrió su pasión en una excursión escolar en la que conoció en una charla a Paquillo Fernández y a Jacinto Garzón; y a sus 23 años es ya campeona de Europa y 8ª del mundo.
Jesús Ortiz García
@JesusOrtizAD
1 de enero de 2020, 11:00
Dicen que las mejores esencias van en frascos pequeños y María Pérez (Granada, 23 años) es una prueba de ello. En sus 1,58 metros cabe una gran cantidad de talento, desparpajo, perseverancia y trabajo. Campeona de Europa de 20 kilómetros marcha el año pasado, la atleta andaluza logró en el Mundial de Doha la octava posición y un billete para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde espera dar la sorpresa y pelear por estar en el podio.
Pregunta.- Pasada la vorágine por el Mundial en el ‘horno’ de Doha. ¿Cómo valora su participación?
R.- No terminé satisfecha porque el objetivo no era el octavo puesto, quería el podio, pero quedar entre las mejores en las circunstancias extremas que se dieron, con más de 30 grados y un 70 por ciento de humedad, era muy complicado. Empecé bien, pero tuve problemas estomacales y calambres y no pude seguir al grupo de cabeza con japonesas y chinas. Fue bastante duro, utilicé agua, toallas, gorras frías, hielo… todo se derretía.
P.- Pero terminar octava del mundo en esas condiciones es para estar orgullosa, ¿no?
R.- No acabé contenta porque sé que puedo dar más; pero es cierto que terminar la prueba en Doha como la mejor europea salva el resultado del año pasado en Berlín. Me ha servido para aprender, soy muy joven y estas vivencias son buenas para que en un futuro pueda tener mejores resultados y sepa gestionar todo tipo de carreras. Soy muy perfeccionista, no estoy feliz porque las chinas me sacaron dos minutos y cincuenta segundos, así que tengo muchas cosas que mejorar.
P.- ¿Esperaba llegar a ser olímpica tan joven?
R.- Era un objetivo que me marqué con 18 años, tras quedarme a las puertas de acudir a Río de Janeiro en 2016, aquello fue un punto de inflexión y ahora llegaré a Tokio con 24 años; una edad en la que la mayoría de marchadores han conseguido buenos resultados. Todo el trabajo realizado ha dado sus frutos, soy una afortunada ya que no todo el mundo puede ir a unos Juegos. Y ojalá pueda cumplir el sueño olímpico junto a Jacinto Garzón, mi entrenador desde que empecé, una persona muy importante como todo mi equipo.
P.- ¿Qué objetivo se fija?
R.- Pelear por las medallas con las chinas. Hay que pulir detalles en la técnica, en el avituallamiento y en la carrera, pero sé que puedo dar la sorpresa. Tengo ganas de cumplir el sueño de cuando empecé. Me haría mucha ilusión vivir la ceremonia de apertura, el acto que todo deportista quiere disfrutar, y si son tus primeros Juegos, tienen que ser más especiales.
P.- ¿Cuál es la hoja de ruta a seguir?
R.- Todavía no me he sentado con Jacinto para planificar la temporada, lo único que sabemos es que vamos a realizar una concentración en altura durante 21 días en noviembre en Potchefstroom (Sudáfrica) con la selección. No sé si haré tantos viajes ya que es un año donde tenemos el reto de los Juegos; quizás haga concentraciones más precisas. Y a ver si también entrenamos en la cámara de calor del Ejército del Aire para adaptar el cuerpo a esas condiciones extremas.
P.-¿Por qué eligió la marcha?
R.- Por casualidad. Un día en una excursión escolar a Galera nos encontramos con Paquillo Fernández y con Jacinto Garzón, que se dedicaban a la captación de talento mediante charlas y exhibiciones. Cuando me vieron en los Juegos Provinciales me dijeron que valía para la marcha. Hay pequeños trenes en la vida que se te presentan y lo cogí en el momento oportuno. Al principio no me gustaba, pero ahora puedo decir que cogí el camino correcto, soy una privilegiada por disfrutar de mi pasión y por ser un poco como los Reyes Magos: hago feliz a otras personas.
El perfil de la marchadora, el entrenador opina de la pupila
El entrenador de María Pérez es el exatleta Jacinto Garzón, quien afirma que “María sigue respondiendo a las expectativas que teníamos puestas en ella y cada año nos sorprende”.
“Tiene talento y capacidad de trabajo y sabe rendir muy bien en las condiciones más hostiles. Es competitiva, disciplinada y una deportista mentalmente muy fuerte que disfruta de lo que hace”, describe Garzón, quien hace hincapié en que “tiene un nivel de madurez prematuro; de forma innata sabe leer las carreras mejor que nadie y su carácter competitivo le hacen sacar resultados mejores de los planificados. Está llamada a marcar una época en la marcha internacional”.