La selección española de baloncesto que afrontará el Mundial en Turquía. Fuente: FEB

La selección española femenina afronta el campeonato del mundo con el objetivo de lograr una medalla tras el oro del pasado Europeo. «No nos ponemos techo», dice Alba Torrens.

Jesús Ortiz García
Actualizado: 25/09/2014 10:00 horas

Con el contador a cero, sin límites y con las maletas cargadas de ilusión y confianza, la selección femenina de baloncesto busca su particular ‘pasión turca’ en el Mundial. Después de la medalla de oro en el pasado Europeo, ‘La Roja’ afronta el campeonato en tierras otomanas con el objetivo de sumar una medalla, aunque con la filosofía del «partido a partido».

«Hay que ir paso a paso, no nos sirve de nada ser campeonas de Europa, eso no nos da ninguna ventaja y ahora empezamos de nuevo. Lo positivo es que tenemos muchas ganas, pero habrá que volver a trabajar desde el primer minuto para conseguir el mejor resultado porque un Mundial es otra cosa», explica Alba Torrens.

En la preparación, las jugadoras que dirige Lucas Mondelo han sido conscientes de la dificultad que supone una competición de este nivel. «Hay selecciones con una gran calidad y cualquiera te puede sorprender, así que hay que tener los pies en el suelo», dice. España, encuadrada en el grupo A junto a Brasil, Japón y la República Checa, tendrá una primera fase complicada. «Será duro con buenos rivales, lo que nos obligará a estar al máximo de concentración», apunta la escolta, que ve a Estados Unidos en otra galaxia y luego a una serie de equipos que pelearán por medallas como Australia, Francia o Turquía.

Una preparación inmaculada

La selección llega con buenas sensaciones tras completar una magnífica serie de 8 partidos amistosos con pleno de victorias ante equipos que estarán en el Mundial. «Junto a los resultados, nos quedamos con el trabajo hecho y las cosas que hemos mejorado. Hemos cogido el ritmo, la intensidad y el estilo de juego que queremos demostrar en el Mundial. Llegamos al 100% para el partido con Japón», añade.

La escolta Alba Torrens. Fuente: FEB

Sin Amaya Valdemoro ni Elisa Aguilar, ha habido una reordenación de liderazgos en el equipo, con Torrens como pilar del grupo. «Uno de los puntos fuertes que tiene la selección es que tenemos jugadoras que pueden tomar responsabilidades en momentos importantes. No sólo aportamos puntos o rebotes, si no juego en equipo, cada una tendrá su rol individual para aportar pero la clave estará en el trabajo colectivo», recalca.

La balear insiste en que van partido a partido pero con mucha hambre de victorias: «En estos años nuestra seña de identidad ha sido el carácter, tenemos que seguir demostrando esa garra y espíritu ganador desde el primer minuto. Todas soñamos con algo grande, aunque ahora mismo sólo pensamos en Japón».

Regreso a su ‘casa’

Torrens regresa a la que fue se casa durante los últimos 3 años tras vestir la camiseta del Galatasaray, donde esta temporada ha cosechado todos los títulos posibles, incluido el de la Euroliga siendo nombrada MVP de la Final Eight. «Es especial volver a jugar en Estambul, donde he pasado uno de mis mejores momentos. Estoy muy contenta por la temporada que hicimos, pero el pasado ya no cuenta. Intentaré estar al 100% y dar mi mejor nivel para ayudar a la selección a conseguir los objetivos», comenta.

Tras el Mundial se marchará a su nuevo destino, Rusia, para enrolarse en las filas del Ekaterimburgo. «Aún no estoy preparada para el frío, así que cuando haga las maletas tendré que echar alguna que otra chaqueta más», bromea. Los éxitos a nivel de club y selección le llegan a Torrens después de haber superado una grave lesión de rodilla en 2012. «Tenía incertidumbre porque era una recuperación larga, no quieres pensar en ello pero sí que se me pasó por la cabeza si volvería a tener el nivel de antes. Cambié de mentalidad, lo vi más positivo, todo salió bien y la lesión ya está olvidada», aclara.

La mallorquina ha regresado a las canchas mejor y más fuerte, algo que le ha llevado a ser una referencia en la selección, con la que intentará aumentar su palmarés y alcanzar el podio en el Mundial de Turquía. «Esta selección no se pone techo», apostilla.