Delegación española en la ceremonia inaugural de Pekín 2022.Fuente: COE

Los abanderados españoles Queralt Castellet y Ander Mirambell han guiado al equipo español por un estadio lleno de luz y tecnología.

Avance Deportivo

@deportivoavance
4 de febrero de 2022, 15:30

Una explosión de color y fuegos artificiales fueron las primeras pincelas de luz en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. La fusión entre las imágenes de la gigantesca pantalla led del Estadio Nacional de Pekín y el pasillo de representantes de los 56 grupos étnicos de todas las partes del país asiático, con sus trajes tradicionales, que se pasaron la bandera china de mano a mano para poner punto y final con el himno local al izarla, fue un contraste conmovedor que sirvió para celebrar el inicio de la primavera y el primer periodo solar del nuevo año chino.

Fue entonces cuando el agua pixelada cayó sobre el estadio, regando la pantalla que acabó convirtiéndose en un bloque de hielo; marco perfecto para homenajear a las 23 ediciones anteriores de los JJOO de Invierno, con la aparición de cada una de las sedes. El impacto de un disco de hockey de hielo virtual rompió el cubo de hielo que se transformó en los aros olímpicos, que flotaron hasta la puerta abierta de China para preceder al desfile de los deportistas, que fueron entrando debajo de los anillos olímpicos.

Como marca la tradición, la delegación griega por ser cuna de los Juegos Olímpicos fue la primera en abrir el desfile que componían un total de 91 países y que concluyó China, país anfitrión. Sonrientes, país tras país, los deportistas hicieron su aparición rodeados de voluntarios que le daban la bienvenida. España, con un total de 7 deportistas y 5 oficiales, salió en el puesto 31º. Queralt Castellet, que ya fuera abanderada en Vancouver 2010 y suma 5 Juegos, y Ander Mirambell, que ya tiene 4 citas olímpicas, portaban la bandera española con las mascarillas rojas y el abrigo oscuro. Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos de invierno, la delegación nacional ha seguido los pasos de dos abanderados.

Dos deportistas que lideraron una expedición que no ha podido contar con el total de sus deportistas, pero que sí ha mostrado el orgullo, la pasión, la ilusión y las ganas que suponen ser los representantes de todo un país en unos Juegos Olímpicos de Invierno. El presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, acompañado de la secretaria general de la entidad olímpica, Victoria Cabezas; el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; el secretario general del Ministerio de Cultura y Deportes, Víctor Francos; y el presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno, May Peus; acompañaron desde la grada.

Una tras otra, las delegaciones fueron salpicando de banderas y vestimentas la ceremonia cuyo desfile finalizó con una original nieve de especiales copos con los nombres de los diversos países participantes que se unieron en la parte central del estadio bajo el lema ‘Juntos somos más fuertes’. 14 años después, la llama olímpica volvió a encenderse en el Estadio Nacional de Pekín, esta vez para dar el pistoletazo de salida a los Juegos de la XXIV Olimpiada de Invierno. La capital de china se convirtió de esta forma en la primera ciudad del mundo en albergar unos Juegos Olímpicos de Verano y de Invierno.

El frío y la situación sanitaria no impidieron que un gran número de aficionados locales presenciaran una ceremonia que como ya ocurrió en 2008 sorprendió al mundo, gracias a la creación de su director, Zhang Yimou. La tecnología, el juego de luces y la buena energía que desprendían los más de 3.000 artistas que participaron en ella fueron los grandes protagonistas de un acto que duró más de dos horas.

El gran momento de la noche llegó después de que Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, inaugurara oficialmente los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 y se diera paso al izado de la bandera olímpica, la lectura del juramento y el encendido del pebetero. Pekín enmarcó la llama olímpica en un copo de nieve, original pebetero para dar paso a la competición.

El encendido corrió a cargo de quienes transportaron la llama olímpica, que lucirá en el estadio olímpico hasta el día 20 de febrero, momento en el que en este mismo estadio tendrá lugar la ceremonia de clausura y el fuego olímpico iniciará su camino hacia los Juegos Olímpicos de Invierno de Milano Cortina 2026.