Khaoula, de novata a tiradora de élite en un año
La evolución de esta deportista ha sido gracias al esperanzado viaje del equipo olímpico de deportistas refugiados del Comité Olímpico Internacional.
Avance Deportivo
@deportivoavance
29 de junio de 2020, 11:00
Hace 15 meses, la joven Khaoula no se habría ni siquiera imaginado el competir en la disciplina de tiro. A día de hoy, ha conseguido la calificación mínima estándar para entrar en la competición de tiro desde 10 metros en carabina de aire comprimido en Tokio 2020 y espera ser seleccionada por el Equipo Olímpico de Deportistas Refugiados, según ha publicado en su web el Comité Olímpico Internacional (IOC, en sus siglas en inglés).
En este sentido, el 3 veces campeón de tiro olímpico, Niccolo Campriani, destaca una cualidad de Khaoula que empequeñece el resto de sus cualidades. Y es por ello que da las gracias por compartir equipo con ella. «Khaoula tiene esperanza; es una de las pocas que aún la mantiene y cree en ello», ha afirmado Campriani.
Por esta razón, en marzo de 2019, la eligió para ser parte de su ambicioso plan: entrenar hasta un nivel olímpico en poco más de un año a dos deportistas refugiados y nuevos en los deportes de tiro. «Fue la luz que había en sus ojos», ha recordado Campriani, sobre el día en que vio por primera vez a Khaoula en la sesión de prueba abierta en Lausana, Suiza: «Realmente creía que ella tenía la pasión necesaria, y que quería demostrar algo, pero no por frustración o ira, sino por su fuerza de voluntad».
Khaoula llegó sola a Suiza desde Oriente Medio, a finales de 2014. Integrarse en un nuevo mundo, en una nueva cultura, no fue fácil. Deportista entusiasta desde la infancia, el kárate le proporcionó un medio de vida, pero al quedarse embarazada en 2018, tuvo que dejarlo. Tras el parto, la oportunidad de presentarse a las pruebas de Campriani era demasiado tentadora para dejarla pasar, incluso aunque tuviese que llevar a su hijo de 4 meses a la prueba con ella. «Cada vez que veo algo relacionado con el deporte, voy a por ello», ha confirmado la tiradora.
Campriani, que estaba buscando actitud y aptitud por encima de rendimiento, no podía estar más contento con lo que vio. «El hecho de que ella fuese la única madre que acudió al proyecto, el hecho de que ella ya hubiese decidido permanecer en el equipo, y que además estuviese decidida a salir adelante con el entrenamiento y el bebé, eran signos de su enorme fuerza de voluntad», ha reafirmado el italiano.
Sorprendida y halagada, Khaoula se preparó, junto a otros dos, con el método que Campriani había preparado. Encontrar el equilibrio entre cuidar de su hijo pequeño, los estudios y su nuevo deporte ha sido una ardua tarea. En palabras de Khaoula: «estoy empezando una nueva vida» en Suiza, una tarea que ya es dura sin tratar de convertirte en deportista de élite en sus ratos libres.
«Lo primero que hago es preparar a mi hijo -para la guardería-«, ha detallado la deportista, quien ha hecho hincapié en que «después, acudo durante medio día a clases. Por suerte, los horarios de clase son bastante flexibles. A veces tengo que hacer prácticas, y trabajo durante media jornada en administración. El 50% restante -del día-, lo dedico a entrenar. Después, recojo a mi hijo, juego con él, le doy la cena y le preparo para irse a la cama. Tras eso, realizo las tareas que me correspondan para clase o hago algunos ejercicios adicionales relacionados con el tiro. Es mucho trabajo, pero intento mantener una mentalidad positiva y seguir adelante».
Afortunadamente, algunas de las complejidades de su nuevo deporte han demostrado ser un verdadero beneficio. «Para mí, controlar la respiración y meditar -ambas aspectos fundamentales del tiro, como le ha enseñado Campriani- me sirven de gran ayuda, no solo como deportista, sino como mujer y madre», ha comentado Khaoula. «Antes de esto, estaba un poco perdida, con el bebé, las clases y teniendo que practicar deportes a diario. Ha hecho que me encuentre más relajada. Y me da mucha confianza. Si la meditación fuese un deporte, sería el deporte del tiro. Cuando estoy frente a la diana, me olvido del resto y me relajo», ha apostillado.
Campriani incluso se llevó a sus pupilos a un viaje de entrenamiento por la India, para trabajar y competir con algunos de los mejores tiradores del mundo, y para tratar de entender más profundamente el sentido de la respiración controlada y la meditación. A Khaoula le encantó aprender de gente como Apurvi Chandela -dos veces ganadora de la Copa del Mundo de tiro con carabina, 4ª en el Mundial de 2018 – y disfrutando de la atmósfera espiritual.
La cuarentena forzada impuesta por la pandemia de Covid-19 no ha ralentizado su progresión. Ha precisado que ha estado practicando sus movimientos frente al espejo, y haciendo ejercicios de respiración a diario, incluso cuando el Centro Mundial de Excelencia en Arquería de Lausana estaba cerrado. El acceso a este tipo de instalaciones de entrenamiento de élite es una de las razones por las que ella «da todo lo que tiene» día tras día.
Pese a haberse asegurado un puesto en el Campeonato Europeo de Polonia en marzo, Khaoula sabe que todavía no tiene asegurado el billete a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero va a llegar, está decidida a «obtener un buen resultado» -una actitud que a Campriani le encanta. «No para de comparar sus resultados con los resultados necesarios para llegar a la final de los Juegos», ha anunciado entre risas el hombre que ganó dos medallas de oro en Río 2016 y una en Londres 2012: «Lo que me gusta de ella es que nunca deja de soñar. Ha tenido una evolución muy rápida, tanto en el ámbito deportivo como en el humano».
Para Campriani, el viaje hasta ahora no solo ha demostrado que es posible conseguir lo altamente improbable y alcanzar el estándar de clasificación en un año, sino que también ha obtenido una justificación personal para las miles de horas que él mismo gastó en perseguir ciegamente la gloria deportiva. «Es una manera genial de poder estar finalmente más cerca de mi deporte, así como una gran manera de dar sentido a una parte muy importante de mi vida. Siempre estaré agradecido por ello», ha insistido.
Para la propia Khaoula ha significado incluso más. «Estoy orgullosa de haber tomado esta decisión. Es una gran victoria formar parte de este proyecto», ha declarado, insistiendo en que «solo tenemos una vida, y tenemos que vivirla de forma positiva, no negativa».
Traducido por Lucas Esteban.