Jonathan Alonso ‘maravilla’ en el cuadrilátero
El púgil asturiano de origen dominicano es puro talento y explosividad sobre el ring, que le convierten en una referencia del boxeo español.
Jesús Ortiz García
Golpea, amaga con la cabeza y vuelve a soltar otro latigazo con la derecha mientras sus rápidos movimientos de piernas parecen emular un baile. A Jonathan Alonso ‘Maravilla’ las cuerdas, el casco y los guantes le cambiaron la vida. En un gimnasio de barrio en Avilés empezó a abrazar con sus puños el saco y a pulir el talento y la explosividad que le han convertido en un referente del boxeo español.
El varapalo de no poder disputar el Mundial de Kazajistán no le mermó la ilusión de seguir escalando peldaños en el llamado noble arte. La Asociación Internacional de Boxeo Aficionado excluyó a España alegando que sus integrantes habían participado en la velada ‘Futuros Campeones’ de carácter neoprofesional, un torneo que conquistó el joven de origen dominicano. «Fue duro, pero siempre hay que saber levantarse y pelear por el siguiente reto, de nada vale lamentarse», explica.
Sus últimas victorias fueron frente a los combinados de Rusia e Irlanda del Norte. Con 95 combates amateur (60 en España y 35 internacionales) y sólo 11 derrotas, el eléctrico púgil lucha por abrirse camino en la élite de este deporte. «Lo difícil no es llegar, sino mantenerse, es complicado estar siempre al pie del cañón, pero trabajo duro cada día para seguir creciendo», asegura.
Su sueño es volver a representar a España en unos Juegos Olímpicos en la categoría de 64 kilos y ser campeón del mundo, pero para estar al nivel de los mejores requiere más peleas. El problema para un boxeador español cuando sale al extranjero es que se encuentra con rivales que tienen muchos más combates. «Aquí no dejan competir hasta los 17 años y así es complicado superar a otros países», lamenta.
«Por ejemplo, en Cuba los niños se ponen sus primeros guantes con 5 años y a los 18 ya son campeones olímpicos, mientras que a esa edad nosotros estamos empezando. Es una diferencia increíble, aún así vamos a torneos internacionales y ganamos, tiene mucho mérito el esfuerzo y dedicación que le ponemos para sacar medallas teniendo en cuenta el gran nivel y el dinero que invierten las potencias del boxeo», subraya.
Pese a los pocos recursos, destaca el trabajo que están realizando con los boxeadores: «Antes había una velada cada 2 meses, ahora hay 2 ó 3 en cada comunidad autónoma. La calidad del boxeo aumenta cada vez más, sobre todo en los jóvenes, que imitan nuestros movimientos y estoy seguro que llegarán a ser mejores. Se está trabajando muy bien con la cantera para que España vuelva a recuperar su nivel de antaño».
Inicios complicados
A pesar de la tradición por este deporte en Centroamérica, fue en Asturias donde se subió por primera vez al cuadrilátero. «Antes había probado en atletismo, fútbol y ciclismo, el boxeo no me llamaba la atención, pero mi amigo Alejandro Suárez me convenció a practicarlo y me enganchó, he aprendido rápido. Para mí es como el baile, ya se lleva dentro, se me da bastante bien», afirma el joven.
Sus primeros pasos los dio acompañado de su maestro Óliver Sánchez en Avilés y después en el gimnasio Asturbox. «Los inicios fueron difíciles, no tenía para comprar material deportivo y sobre el ring todos me sacaban años y experiencia. Yo a esa edad me limitaba a explotar mis virtudes, golpear rápido y ser inteligente, daba igual lo contundente que fuera mi rival», recuerda. «Me propuse trabajar duro para llegar a la selección española, cada día mejoraba y en 4 años acudí a unos Juegos Olímpicos, algo que demuestra que en el cuadrilátero nada está escrito», añade el asturiano.
Acumula 3 medallas de oro en campeonatos de España y varios torneos, unos éxitos que no son fruto de la casualidad, sino de su gran capacidad de trabajo, de su lucha constante y sacrificio. Su mentor le describe como un boxeador «muy intuitivo, creativo, con muchos recursos técnicos, competidor y centrado en todos los detalles. Desde que empezó observé que tenía condiciones y que aprendía rápido. Jonathan tiene un don para el boxeo», apunta Sánchez.
Alonso, que exprime su talento en la Blume de Madrid donde también estudia un Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas, ha creado incluso su propia marca deportiva, ‘Team Maravilla», ante el escaso apoyo económico que recibe. «Es complicado conseguir patrocinadores y lo de la marca surgió después de las Olimpiadas, empezó como un juego diseñando camisetas y ahora me va genial con la ropa. Quería reflejar el apoyo que la gente tiene en mí», asegura.
Tiene como espejo a Floyd Mayweather y el lema «lucha por tus sueños» ilumina su camino. Uno de ellos lo cumplió el pasado año en Londres: «Después de ir a unos Juegos Olímpicos diría que me puedo morir tranquilo. Pocos deportistas que entrenan para ello lo consiguen, y el haberlo logrado con apenas 4 años de entrenamientos es lo máximo. Lo tengo tatuado en el bíceps y es el que más valor tiene».
Hasta el 13 de diciembre se entrena junto a sus compañeros de selección y a las órdenes de Rafael Lozano (medalla de bronce en Atlanta y plata en Sidney) en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, para preparar la próxima temporada en la que espera afrontar el campeonato de la Unión Europea y seguir sumando combates que le acerquen a Río de Janeiro. «Ese es mi objetivo y lucharé al máximo para conseguirlo», sentencia.
Moca, República Dominicana, 6-9-1990
Combates nacionales: 60, 58 victorias y 2 derrotas.
Combates Internacionales: 35, 24 victorias y 9 derrotas.
3 oros en Campeonatos de España
4 Veces campeón de Asturias.
Medalla de plata en el torneo Golden Globe en Belgrado (Serbia)
Medalla de bronce en el torneo de Sarajevo (Bosnia)