Jesús España. Fuente: AD

El atleta español especialista en pruebas de fondo y mediofondo, con 38 años, va a disputar unos Juegos Olímpicos quitándose la espina clavada de Londres, a los que no pudo ir por lesión.

Santiago Fernández

@latiguillo_33
11 de agosto de 2016, 17:00

Consiguió en Sevilla la mínima para estar en Río, y allí dejó una foto preciosa abrazando a su hijo tras superar la meta. Jesús España ha cambiado la rapidez por la constancia. Seguramente sea ley de vida, paso a paso para conseguido salvar todos los obstáculos y dirigirse con paso firme hacia la meta.

Pregunta.- ¿Qué sensaciones tiene de cara a Río?

Respuesta.- Buenas, creo que el test del otro día, el de la media de Amsterdam (Holanda) fue bastante bueno. Todavía me falta afinar el estado de forma dado que una maratón es muy diferente a una media, pero la preparación va bien. Estoy subiendo a Navacerrada para hacer tres semanas de entrenamiento en altitud y así también evito el calor de Madrid (risas). Estoy siguiendo el plan que llevamos prefijado y con mucha ilusión.

P.- ¿Se marca algún objetivo?

R.- Lo primero es completar estas semanas aquí bien para llegar allí a tope. Luego ser frio en carrera, porque va a ser una carrera condicionada por las condiciones climáticas. Creo que si eres capaz de ser frio al principio y controlarte un poco para terminar la parte final fuerte se puede hacer un gran puesto. Yo sueño siempre en grande, sé que es complicado en unos juegos, pero si consigo hacer un puesto entre los 8 primeros sería la bomba.

P.- Ha estado entre los mejores en 5.000 (oro en Gotemburgo 2006 y plata en Barcelona 2010), pero ahora a Río irá para competir en la maratón.

R.- Esto es ley de vida, he ido perdiendo un poco de chispa con los años y he ganado un poco de resistencia. El maratón es una prueba que me ilusionaba mucho, y en el 5000 ya veía que como mucho lo más que podía hacer era frenar la caída, ya no iba a ser capaz de competir a los niveles que había estado antes. Entonces nos la jugamos, hable con mi entrenador, él estaba ilusionado como yo, probamos Sevilla para intentar la mínima olímpica, lo hemos conseguido. Ahora con mucha ilusión de preparar el maratón.

P.- ¿Qué piensa uno cuando tiene que correr tantas horas?

R.- Te da más tiempo a tácticamente moverte. Yo trato de desconectar mucho en carrera porque son pruebas muy largas, hay que hacer las cosas bien, pensar en los avituallamientos, en los rivales, en el ritmo que tienes que llevar; son muchas cosas, al final es entretenido y eso hace que me lo pase muy bien.

P.- En su carrera hay un punto de inflexión entre 2011 y 2012, cuando no puede ir a los Juegos Olímpicos de Londres por una lesión. ¿Ya ha superado todo lo que sufrió durante aquel período?

R.- Me rompí el tendón de Aquiles, me tuve que operar de los dos pies y eso llevó a que me costara un par de años volver al nivel anterior y aun así veía que esa chispa la había perdido. Decidimos el paso al maratón y ahora es un nuevo comienzo, llevo menos de un año preparando esta prueba y la ilusión es totalmente renovada y veo que tengo margen de mejora.

P.- Le vimos abrazar a su hijo tras conseguir la mínima para estar en Río. ¿Qué sintió?

R.- Fue increíble, porque yo llevo corriendo muchos años, disputando muchas pruebas de mucho nivel y sin embargo el maratón llegas a un estado de cansancio y agotamiento que te aflora todas las emociones, entonces mi niño me vio tan cansado al entrar en meta, se saltó la seguridad, y vino a darme un abrazo. Es una foto que la voy a tener en casa siempre puesta porque refleja la unión de la familia, que es un trabajo que no se ve pero que están siempre apoyando. Es una foto preciosa.