Herrera-Gavira, una pareja letal en la arena
El mejor tándem español de voley playa llega al campeonato de España con ganas y confianza tras ganar el oro en el Masters de Suiza.
Jesús Ortiz García
Actualizado: 28/08/2014 17:35 horas
Hace 10 años en el centro de voley playa de Atenas (Grecia), Pablo Herrera escribió junto Xavier Bosma el capítulo más importante de la historia de este deporte en España. Una medalla de plata en aquellos Juegos Olímpicos le abrieron las puertas del olimpo al castellonense, que se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo. Ahora, a sus 32 años, sigue soltando latigazos con su brazo derecho escoltado por Adrián Gavira, otra perla con mucho talento del voley.
Herrera reconoce que aquel metal le cambió la vida: «Cómo pasa el tiempo (risas). Mi trayectoria no habría sido la misma sin esa medalla. Gracias a ella conseguí los apoyos del Ayuntamiento de Castellón, de la Diputación y del Villarreal CF, ellos me dieron la base para crecer como jugador».
Confiesa que todavía no ha visto aquella final en la que los brasileños Emmanuel Rego y Ricardo Santos les privaron de conseguir el oro olímpico. «Vi el principio del primer set y lo quité. No hice un buen partido, era muy joven y jugué muy nervioso, no me gusta recordarlo, aunque subir al podio fue lo máximo», relata. Desde 2009 forma pareja con Gavira, quien asegura que se inició en este deporte tras ver al castellonense por televisión en los Juegos de 2004. «Ahora tengo la suerte de jugar con él y compartir experiencias», dice.
Recibió la llamada de Herrera el mismo año en el que fue elegido mejor Rookie y no se lo pensó. «La conexión fue rápida, no lo esperábamos. El primer año logramos muchas medallas, en el segundo arrancamos bien pero me lesioné y luego vinieron 2 años malos. En 2013 volvimos a subir a lo más alto y ahora mantenemos el nivel, estamos 5º en el ranking mundial», explica Herrera.
«El balance es muy positivo, desde el primer momento nos compenetramos bastante bien, poco a poco nos ganamos el respeto de los rivales y al final somos una pareja sólida y regular, que es lo más complicado en el circuito internacional. Incluso cuando él se lesionó de la rodilla y parecía que nos iba a pesar, nos levantamos y ganamos el oro en el Europeo en 2013. La gente ve los resultados pero no lo que hay detrás, mucho sacrificio, frustración y lágrimas cuando no salen las cosas», añade Gavira.
El tándem español destaca por su complicidad y estabilidad tanto dentro como fuera de la arena. «Pablo me aporta mucha seguridad y calma en el campo», afirma el de San Roque. «Adrián tiene una gran fuerza, motivación y ganas de superarse, nunca se cansa, lucha todas las pelotas y no da un partido por perdido», recalca su compañero.
Campeonato de España
Esta temporada les ha faltado «más agresividad para entrar en las semifinales de algún Grand Slam», pero se proclamaron campeones en el Masters CEV de Biel (Suiza). Ahora llega el campeonato de España Madison Beach Volley Tour en la Reserva del Higuerón (Fuengirola) y lo afrontan con ilusión.
«Hacia varios años que no podíamos jugar por lesiones y tenemos ganas. Hay muchas parejas con nivel, habrá que trabajar y disfrutar, a ver si podemos levantar el trofeo», apunta el castellonense. Muy especial será también para Gavira, ya que desde que se marchó a Tenerife para entrenar, no ha jugado ningún torneo en Andalucía: «Venimos a por lo máximo. Vendrá mucha gente de San Roque, amigos y familiares y espero poder dedicarles el título».
Después recargarán las pilas y a finales de septiembre afrontarán el último Grand Slam de la temporada en Sao Paulo, donde buscarán dar la campanada. Precisamente, a Brasil confían en llegar en 2016 para las Olimpiadas: «El año que viene empieza la fase de clasificación y esperamos lograrlo. Es complicado, hay que estar entre los 16 mejores. Si nos clasificamos, a pensar en luchar por la medalla como siempre hacemos», apostillan.
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