Las piernas del atleta madrileño acumulan 11 mundiales en los 50 kilómetros marcha tras su participación en Moscú y avisa de que aún le queda gasolina para correr en varias carreras más. Pekín 2015 no es una utopía para el marchador de 43 años, aunque ahora sus funciones políticas le restan horas a su pasión por el deporte. El Europeo de Zúrich es su próximo reto.

García Bragado junto a Claudio Villanueva en el Mundial de Moscú. AD

Jesús Ortiz García

Le queda una beca de 600 euros que no le da para pagar los gastos de las competiciones, sin embargo, su perseverancia y carácter indomable le han servido para que su nombre sea grabado con letras de oro en el libro de historia del atletismo. La mascota Cobi asistió en Barcelona al bautizo de Jesús Ángel García Bragado, el gladiador de los 50 kilómetros marcha, cuyas piernas acumulan 6 Juegos Olímpicos y 11 Mundiales. «Seguramente hay muchos coches que no habrían aguantado los kilómetros que llevo», bromea.

Empezó a forjar su leyenda con la medalla de oro en Stuttgart en 1993 tras desafiar a Robert Korzeniowski, uno de los mejores marchadores de la historia. Ahora, con 43 años y mínimas ganas de dejar una prueba tortuosa, se enfrenta a los discípulos de aquellos que fueron sus rivales cuando empezó a correr sobre el asfalto. El soldado veterano de la selección celebró en Moscú su undécimo Mundial quedando en el puesto 12, un récord que iguala a la portuguesa Susana Feitor.

«Fue una gran satisfacción y conseguí una marca digna que hacía varios años que no conseguía, eso me anima a seguir entrenando y a querer superarme. En esas participaciones las ha habido de cal y de arena. Por asumir riesgos me han descalificado en unas pruebas y en otras ocasiones me ha aportado grandes satisfacciones como las 4 medallas que he conseguido», recuerda.

No cierra las puertas a Pekín 2015

Incombustible en la pista, saborea cada zancada y kilómetro como si fuese el último, aunque avisa de que el de Rusia puede que no sea su último mundial. «Me veo capaz de rendir una temporada más, mis planes son a corto plazo, no quiero retirarme de forma radical sino paulatinamente. Me sigo viendo competitivo, por lo que dejo las puertas abiertas al Mundial de Pekín 2015 y si no puede ser, pues para Londres 2017″, subraya. El atleta tiene otra ocupación: la política. Es concejal del PP en Sant Adriá de Besós (Barcelona) y la campaña electoral coincidiría con la preparación de la cita mundialista.

García Bragado en Berlín. AD

Sus caderas aún no han hecho crac porque se operó de ambas, raspándolas para que las cabezas del fémur puedan seguir girando unos cuantos miles de kilómetros más. Bajo la pasión y el hambre por competir, García Bragado si piensa en el Europeo de Zúrich del próximo año. «Tengo la ilusión del primer día y espero llegar con buena forma al campeonato, cuyo reto sería intentar bajar de 3 horas 45 minutos y poder terminar en posición de finalista», apuntó.

Chocolatinas de ‘oro’

Hace 20 años ‘El hombre de mármol’ consiguió la medalla de oro en el Mundial de Stuttgart, una prueba a la que casi no llega si no le despiertan. Deprisa y sin tiempo para desayunar, tomó 2 barritas de chocolate con las que recorrió los 50 kilómetros más rápido que sus rivales. «Estábamos en una antigua base militar de los americanos y me quedé dormido pero con margen para no llegar tarde a la carrera. Las chocolatinas me aportaron la energía necesaria para empezar la prueba y desde entonces siempre me han acompañado», relata.

Después de la presea dorada llegaron otros 2 metales de plata en Atenas 1997 y Edmonton 2001 y uno de bronce en Berlín 2009, rozando los 40 años. Otra vez en Alemania, donde sus padres, sus hijas y sus familiares que vivían en el país germano le esperaban en la meta. «Es el que más disfruté y valoré», afirma.

Decimocuarto en el ranking mundial, en su palmarés también luce una plata y un bronce en Europa tras alguna decepción olímpica. García Bragado explica por qué sus opciones de medalla en unos Juegos no llegaron a fructificar: «Cuando era más joven me faltaba la veteranía de ahora y en las últimas opciones a mi veteranía le ha faltado la juventud física de hace años. Lo he intentado hasta el final pero me voy satisfecho».