Con más de 13 años sobre unos esquís y con el cartel de 2º en la general masculina de Copa del Mundo de Esquí Paralímpico, Gabriel Gorce encara sus 2º juegos paralímpicos de invierno con mucha más experiencia y la pareja deportiva más estable con la que ha llegado a alcanzar sus mejores resultados, Arnau Ferrer.

Laura Pérez Torres

«A Sochi voy a por medalla», esta es la frase que lleva sonando en la cabeza de Gabriel Gorce desde hace unos meses. Optar a un metal ha sido el motor de su motivación para afrontar estos juegos dispuesto a ofrecer lo mejor de sí mismo. Este esquiador madrileño con deficiencia visual clasificado como B2 quiere superar su anterior actuación de Vancouver participando en las 5 especialidades en las que se puede competir en esquí alpino en esta competición.

Pregunta.- ¿Qué objetivos y retos tiene para Sochi?
Respuesta.- Siempre me he marcado el reto de querer hacer una medalla. Desde el año pasado lo iba diciendo pero más que un reto es una frase que me iba diciendo para que me sirva de motivación para saber lo que es hacer una medalla, que implica trabajar mucho y constancia. El objetivo que me marco es dar el 100% y hacerlo lo mejor posible.

Imagen del guía Arnau Ferrer con Gabriel Gorce detrás. Fuente: AD

P.- ¿Qué sensaciones ha tenido durante esta temporada?
R.- Llevo una temporada que ha sido muy diferente a todas las demás, hemos madurado mucho en cuanto a las competiciones, a la manera de competir, la cabeza fría cuando hay que tenerla, los entrenamientos… todo esto que se consigue con el tiempo y la experiencia  pues te da la disciplina que se necesita para tener resultados. Creo que esta temporada ha sido muy buena y gracias a que ha salido el trabajo bien hecho y bien encarado pues se ha ido viendo en los resultados que nos indican que estamos por el camino, que aún queda muchísimo pero que creemos que por este camino vamos bien.

P.- ¿Cómo ha vivido los últimos resultados de la copa del mundo?
R.- Al final hicimos 2º de la general de copa del mundo. En la disciplina de slalom hicimos 2º también; en la general de velocidad, que juntaron el supergigante y el descenso en una sola clasificación, hicimos 3º. Y en la clasificación absoluta masculina de todas las categorías masculinas juntas hemos quedado 2º.

P.- ¿Podría explicarnos un poco las diferentes pruebas en las que vas a competir en Sochi?
R.- Las pruebas son el slalom -algunos lo llaman el slalom especial-, slalom gigante, supergigante, supercombina (una  manga de supergigante y una segunda manga de slalom) y el descenso, que tiene una sola manga y es la prueba reina, la más espectacular. Nosotros competimos en las 5 con las mismas opciones y las mismas ganas.

Gabriel Gorce junto a Arnay Ferrer. Fuente: AD

P.- Echemos la vista atrás, ¿cuándo empezó a esquiar?
R.- Hace 13 años, yo empecé a esquiar a los 10 años con el colegio una semana blanca. Al año siguiente volví con un grupo de la ONCE que iba a esquiar y fui a probar, me gustó y poco a poco fui yendo más veces hasta que, de repente, un día participé en una carrera. Y con los años me he metido en este rol y poco a poco sin darme cuenta estoy en el equipo paralímpico español y he cogido el rol de deportista profesional. Empecé a competir al final de 2004 pero no hacía grandes resultados porque no tenía técnica me faltaba mucho que aprender. Después de Vancouver ya hemos empezado como otra etapa, mi guía y yo nos centramos más en qué tenemos que hacer para mejorar, y hacerlo.

P.- ¿Cómo fueron los Juegos Paralímpicos de Invierno de Vancouver en 2010?
R.- Los resultados que tuve no eran los esperados. Yo iba allí sin saber lo que me iba a encontrar y sinceramente no lo hice nada bien, aspiraba a mucho más. Lo mejor que hice fue un 8º puesto en la supercombinada y yo tenía opciones si no me hubieran podido los nervios hubiera podido hacer mejores puestos. Al final me quedé con toda la información que cogí de sensaciones y de lo que me encontré y más preparado ahora para Sochi.

P.- La importancia de compaginarse bien con sus guías es clave para los resultados y has tenido bastantes, ¿cómo valora estos cambios?
R.- Desde que empecé a competir hasta ahora he tenido unos 9 guías. Desde Turín a Vancouver he tenido 4 guías (a guía por año). Por último, tengo a Arnau que ha estado conmigo los últimos 4 años.

P.- ¿La estabilidad de los últimos años con Arnau habrá sido clave para los buenos resultados actuales?
R.- Por supuesto. Hay que mirar, por ejemplo, a Jon Santacana que lleva con su guía 12 años y, claro, lo que han podido hacer ellos en ese tiempo ya me gustaría a mí poderlo hacer también. Dentro de lo que hemos tenido lo hemos podido aprovechar y es verdad que nos han sorprendido, que realmente con poco hemos podido hacer cosas que ni nos esperábamos; porque lo hemos exprimido al máximo y se ha aprovechado.

P.- ¿Podría contarnos de qué forma competís?
R.- Cuando esquiamos él va delante, yo voy detrás, le sigo, no vamos atados con ninguna cuerda como en algún sitio he oído. Llevamos unos intercomunicadores que van por Bluetooth y se alojan en el casco de cada uno. Se conectan entre sí con un micrófono y tú le vas hablando a él y él te va hablando a ti y así nos comunicamos. Digamos entonces que nuestra comunicación es yo verle bajar, voy detrás de él y le sigo; y él me va dando indicaciones muy cortas conforme vamos bajando para que yo sepa lo que viene. Hemos dicho que para cambios de giro me diga ‘hoop’. Cortas y precisas que ya hemos pactado para que yo sepa lo que tengo que hacer. Hay guías que llevan chaquetas fluorescentes (colores muy llamativos) a algunos nos ayuda, a mí por ejemplo. Arnau lleva una chaqueta fluorescente rosa y esto hace que cuando hay algún cambio de luz, o alguna cosa, me es más fácil seguirlo porque lo veo mejor. También nos hemos inventado poner luz; hemos cogido unas luces de LED de bici y las lleva él detrás agarradas con una cita y voy mirando las luces y me es más fácil seguirla. En este caso es para días de niebla o muy nublados con poca luz.