El nuevo reto del maestro Carlos Soler
El campeón del mundo en esgrima en silla de ruedas se convierte en entrenador de la selección española y se marca como objetivo clasificar a Álex Prior y Lorenzo Ribes para los Juegos Paralímpicos de Río 2016.
Jesús Ortiz García
Actualizado: 09/10/2014 09:30 horas
Después de 23 años empuñando la espada, el sable y el florete, Carlos Soler ha decidido aparcar la competición y cambiar su rol para forjar a tiradores sobre sillas de ruedas. Campeón del Mundo, subcampeón de Europa, 9 títulos de España en sus vitrinas y con 5 participaciones en Juegos Paralímpicos, el malagueño tiene ahora otra misión: llevar a Río de Janeiro a varios de sus ‘mosqueteros’.
«Fue complicado dejarla porque la esgrima me lo ha dado todo, pero me propusieron ser seleccionador nacional y no podía rechazarlo», dice. Apenas lleva 2 meses en el cargo y asegura que ya se han producido cambios, al menos, en el aspecto económico. «Es la primera vez que la federación va a pagarle a 2 deportistas españoles el viaje para que compitan en varias pruebas de Copa del Mundo, donde siempre tenemos que asumir los gastos con nuestro bolsillo», confiesa.
Tras las Olimpiadas de Londres 2012 empezó a tomarse más en serio su faceta como entrenador para transmitirle a sus pupilos su conocimiento y experiencia en este deporte de origen español. «Espero ayudar mucho a este deporte y hacer más de lo que ya hizo el anterior seleccionador Alberto Martínez», apunta.
Los alumnos más aventajados con los que cuenta son el donostiarra Álex Prior, campeón del mundo en la categoría sub 23, y el andaluz Lorenzo Ribes, a quien lleva varios años entrenando en la sala de armas del Pabellón José María Martín Carpena. «Son nuestra gran esperanza. Estamos arrancando con espada y sable, aunque están mejor en esta última arma, que será la que nos abra las puertas para los Juegos Paralímpicos de Río», recalca.
12 pruebas puntuables hasta Río 2016
En septiembre comenzó el circuito internacional puntuable para los Juegos. «La 1ª prueba ha sido en Varsovia (Polonia), fue muy complicada con mucha afluencia de competidores, unos 60 en mi categoría, había mucho nivel. En una de las armas logré meterme en el cuadro 4/16. Me encontré con muchas ganas, haciendo buena esgrima y con confianza», explica Ribes.
Lleva 7 años en este deporte y el de Torremolinos se está fraguando un nombre a nivel nacional, aunque confía en subir un peldaño más en pruebas internacionales. Se quedó a las puertas de Londres 2012 y espera quitarse esa espina clasificándose para Río. «Me veo con posibilidades de optar a estar entre los mejores y de lograr el objetivo, la plaza está muy cara, pero voy a por ella. Hay que seguir corrigiendo cosas y entrenar duro», subraya.
En ese camino hasta Brasil deberá afrontar 12 pruebas que puntúan para el ranking. Las próximas serán en Eger (Hungría) y en Hong Kong: «Lorenzo y Álex tienen que dar el callo en todas las competiciones, la clasificación es muy corta y se clasifican los 10 mejores del mundo. Cuantas más pruebas disputen más opciones tendrán, ya que las plazas para las Olimpiadas son pocas y muy caras», comenta el seleccionador.
Soler ve potencial en sus chicos aunque insiste en que para estar en la élite es necesario competir y entrenar con los mejores. «Álex pertenece a un club y entrena con más deportistas, sin embargo, en Málaga apenas hay gente y Lorenzo necesitaría salir para subir de nivel. El problema es que es muy costoso el material y los viajes. Ortopedias Poyatos y Vinoteca Baco nos apoyan, pero estamos buscando patrocinadores que nos ayuden a estar en Río», concluye el técnico malagueño.