Los jugadores de goalball D. Fernández, C. Santamaría, F. Vargas, R. Martínez, J. Santana y J. Serrato.

La selección masculina llega al Mundial como una de las favoritas para alcanzar el podio que significaría una plaza en los Juegos Paralímpicos de Brasil.

Jesús Ortiz García

Hasta 3 veces le ha tocado la cruz de la moneda en la final de un Europeo y en 2012 se quedó fuera de los Juegos Paralímpicos de Londres de manera cruel. Ahora, para la selección española de goalball -único deporte creado para deficientes visuales-, es innegociable no lograr el pasaporte para Río de Janeiro 2016. La primera oportunidad les llega en el Mundial de Finlandia y los pupilos de Paco Monreal tienen claro que darán guerra para lograr el ansiado objetivo.

«Nos quedamos a las puertas la última vez y esta vez tiene que ser sí o sí. Confiamos en nuestra calidad, tenemos bastantes aspiraciones, pero vamos con los pies en el suelo porque estarán los mejores equipos», asegura Dani Fernández, central de ‘La Roja’. Con casi 20 años dedicados a este deporte, el jugador mantiene la ilusión del primer día y sabe que está ante la última opción de disputar unas Paraolimpiadas.

Después de varios años alejado del goalball por una lesión de rodilla y por decisión personal, su regreso ha sido un plus de calidad para esta selección. «Disfruto más cada momento en la pista porque sé que me queda poco y por ello me gustaría retirarme compitiendo en unos Juegos», dice. El madrileño es un referente en un equipo que aúna experiencia, frescura y osadía: «Hemos hecho un gran trabajo y es factible que lleguemos a la final».

Fernández confía en que esta vez la suerte les sonría y no les ocurra como en la final del pasado Europeo donde cayeron en los penaltis con Lituania. «En la fase de grupos puedes cometer un fallo pero en las eliminatorias cualquier error te condena y te manda para casa. La clave es no llegar a la lotería de los penaltis. Si jugamos como sabemos, nos clasificaremos para Brasil», apunta. Precisamente, en el país sudamericano vivió uno de los episodios más desagradables de su carrera cuando un árbitro le echó alcohol al colocarle el parche porque pensaba que veía: «Por fortuna, en este campeonato no estará esta persona».

‘Los equipos nos respetan’

Otro de los que cuenta las horas para que la música de cascabel que emana del balón vuelva a sonar en el Mundial es Román Martínez. «Queremos que pase ya la concentración del equipo y que no cambie nada porque estamos muy bien física y psicológicamente. Sólo hay que afinar un poco y que no haya lesiones. Vamos a pelear por una medalla», comenta.

Partido de la selección española. Fuente: AD

El lateral izquierdo de la selección explica que tras los resultados obtenidos en los últimos años, «los equipos nos respetan más». Sin embargo, a pesar de tener la vitola de favorito, el aragonés es consciente de que tendrán que lidiar con potentes selecciones. «Desde hace 4 años el nivel ha subido de manera brutal en este deporte, hay unos 8 equipos que pelean por ser campeones. Será difícil, pero estamos convencidos de que podemos lograrlo, no hay que olvidar que somos subcampeones de Europa», recalca.

EE.UU., Finlandia, Irán, Republica Checa, Argelia, Alemania y Ucrania serán los rivales en la primera fase. «Estamos en el grupo de la muerte, por lo que para alcanzar el objetivo será clave la concentración. A nivel de juego España no tiene fisuras en defensa y en ataque somos efectivos en la estrategia. Podemos tener un bajón y nos meten un gol, pero siempre despertamos y respondemos. Ese ápice de no perder la cabeza cuando nos marcan es lo que determinará nuestro camino en el Mundial», sostiene Jesús Santana.

El ‘killer’ canario de ‘La Roja’ ya está recuperado de sus molestias en una muñeca y preparado para hacer funcionar la máquina de goles. «Tengo un buen tiro a nivel de potencia, pero mis puntos fuertes son la variedad de disparos y la puntería. Ojalá esté afinado en cada partido para ayudar a mis compañeros», subraya.

El lateral derecho destaca el buen ambiente que reina en el equipo, la base del éxito de la selección española. «El cambio con respecto a la etapa anterior es que hemos hecho piña, hablamos y nos animamos continuamente, también hacemos sesiones motivadoras con música de fiesta (risas). Estamos a muerte con el grupo, antes el ambiente era más ahogado, con nervios y concentraciones extremas. Ahora es mucho más divertido, la consigna es que parezca que vamos a ir a tomarnos algo a un parque en vez de jugar una final», apostilla el goleador.