El deporte femenino, en negro
Las políticas de igualdad proliferan día a día para que la equidad entre hombres y mujeres sea fehaciente en ámbitos como el empresarial y laboral, pero existen áreas donde la situación sigue siendo muy diferente entre ambos géneros, como sucede en el mundo del deporte profesional.
Laura Pérez Torres
Actualizado: 8/03/2014 18:30 horas
La realidad de las deportistas femeninas es todavía un verdadero campo de minas y está todo por hacer. Estas son las conclusiones a las que han llegado las participantes de la Mesa Debate ‘Situación real de la igualdad en el deporte’, que se ha celebrado en Málaga.
«Es un abismo lo que separa en España al fútbol femenino del fútbol masculino, y estamos hablando del deporte rey», con esta afirmación ha abierto el debate Cristina Mena Calvo, periodista del programa ‘La jugada, a por todas’, especializado en deporte femenino, en Canal Sur Radio.
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Así, Lidia Herrera Silva, extrema derecha en el Club Prisco Atlético Delicias de 2ª división de fútbol 11 femenino, ha comenzado su intervención haciendo hincapié en que «se intenta ser profesional en el fútbol femenino pero obviamente no se llega a cobrar lo que un jugador de 2ª en liga masculina». Es más, «tengo que gastar dinero de mi bolsillo con el coordinador para ir a entrenador y a jugar; y no tengo ninguna relación laboral con el club. Te gusta, juegas; no te gusta, no juegas».
Esta mesa se ha celebrado en el marco de la Jornada ‘La Igualdad de Género en el Deporte’, organizada por el área de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Málaga, y en la que se ha proyecto el documental ‘Cuestión de pelotas’, que muestra la lucha de un grupo de chicas por regularizar su situación laboral y deportiva y alcanzar la igualdad de derechos con el fútbol masculino.
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Del documental, Ana Mingorance Martín, jugadora y entrenadora de baloncesto, ha concretado que «se pueden desprender ideas claves como la incompetencia de los dirigentes de las federaciones deportivas, el desconocimiento y la falta de flexibilidad, y la debilidad de la reivindicación de las deportistas».
Además, la también abogada especialista en Derecho Deportivo ha anunciado que «las federaciones deportivas no tienen conciencia de las gestiones que tienen atribuidas porque reciben mucha financiación pública para ejercer esa función delegada que le atribuye la Ley del Deporte; y al recibir tanta financiación tienen una responsabilidad adicional a las entidades privadas».
«No se puede comparar el fútbol masculino con el fútbol femenino, no se puede pretender que una jugadora gane lo mismo que un jugador porque no generan los mismos ingresos para la federación; pero eso no quita que los derechos mínimos y más básicos de un trabajador los tengan las jugadoras de fútbol», ha sentenciado Ana Mingorance.
Por su parte, Francisca Bazalo Gallego, deportista paralímpica de esgrima (98 medallas en su palmarés), ha insistido en la necesidad de que las mujeres empiecen a tomar las riendas. «Tenemos que arriesgarnos, no solamente a jugar al fútbol y a correr y a pasarlo bien; sino a tomar posiciones y a asumir responsabilidades técnicas y gestoras, porque estamos llenos de incompetentes inconscientes», ha subrayado la también delegada de la Fundación Andalucía Olímpica en Málaga.
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Las normas no se cambian porque las mujeres están fuera de los órganos de gestión. «Y estando fuera no somos capaces de estructurarnos bien, de unirnos, porque el problema que tiene el fútbol lo tienen el resto de deportes ya que no entran en la realidad o día a día de una deportista; en qué pasa si se queda una jugadora embarazada«, ha dicho Ana Mingorance.
En esta línea, «en la Federación Española de Rugby ha llegado una mujer a los puestos directivos y el presupuesto se reparte de forma equitativa entre la selección femenina y masculina», ha apostillado la granadina Alhambra Nievas González, ex jugadora de la Universidad de Málaga, de la selección andaluza y de la española de Rugby. Actualmente es árbitra en competición a nivel mundial y acaba de firmar un contrato semiprofesional para participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
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Entre otras conclusiones, las ponentes han resaltado el alto porcentaje de mujeres que abandona la práctica del deporte a un nivel profesional o de competición debido a la incompatibilidad con sus estudios. «Esto también se debe a la falta de conocimiento sobre el estatuto del deportista que tienen los olímpicos y paralímpicos donde se exponen una serie de privilegios en este área», ha comentado Francisca Bazalo quien ha añadido que «cada vez existen más normas para mejorar la calidad de vida del deportista».
En opinión de Ana Mingorance, «los deportistas, pero sobre todo las deportistas, no conocen sus derechos y se sienten indefensos de cara a la ilegalidad de su contrato, de los pagos en negro, ya que no conocen la importancia de estar dados de alta en la Seguridad Social en su club».
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Plataforma por los derechos de las deportistas
Durante la jornada se ha anunciado la creación de una plataforma que dará soluciones a la inestabilidad del deporte femenino, y que canalizará las ideas y necesidades del colectivo. «Es un proyecto muy bonito con el que queremos, desde todos los ámbitos, lograr esta mayor igualdad y visibilidad para que se acaben los estereotipos y barreras», ha indicado Cristina Mena, una de las impulsoras.
Ana Mingorance lidera este proyecto del que ha explicado que «servirá para ahorrar energía a la gente que está luchando de forma individual». «Todavía hay que darle forma poco a poco y toda persona que quiera participar es bienvenida», ha especificado la abogada quien ha añadido que «el objetivo principal es aunar esfuerzos ya que cada uno lucha por su lado y muchas deportistas tampoco se atreven para no cerrarse puertas».