El cowboy de Puigcerdá añade ‘muescas’ a su mountain bike
El biker José Antonio Hermida completa una gran temporada después de conseguir la medalla de bronce en el Mundial de ciclismo de montaña en Sudáfrica. Antes había cosechado un segundo puesto en la Copa del Mundo de Canadá y su séptimo maillot de campeón de España.
Jesús Ortiz García
Con un casco de hockey y unas bermudas de playa José Antonio Hermida participó en su primera carrera a los 14 años. Desde ese momento, el mejor biker español de la historia fue labrando un palmarés de lujo a golpe de pedalada: 3 campeonatos del mundo, 3 europeos y una plata olímpica en Atenas avalan al cowboy de Puigcerdá. En el Mundial de Sudáfrica añadió una ‘muesca’ de bronce a su revólver.
En el circuito sudafricano de Pietermaritzburg llegaba en buena forma física y con la ilusión de recuperar el maillot arco iris, pero se quedó a 21 segundos del suizo Nino Schurter, ganador de la prueba. «Hice las primeras 3 vueltas a tope pero no podía con él, estaba intratable, así que aflojé para no reventar y lograr una medalla. Intentaré recuperar el maillot en la próxima ocasión», subraya.
El veterano ciclista del Multivan Merida sigue sumando trofeos a sus vitrinas, como el segundo puesto en la Copa del Mundo de XC en Mont Sainte Anne (Canadá). «Empecé mal la temporada, pero este verano supe enderezar la situación. Estoy contento porque volver al podio de la Copa del Mundo y escoltado por Julien Absalon y Nino Schurter, ahora mismo los dominadores de la carreras, demuestra mi buen rendimiento».
Esta temporada, en España también ratificó su hegemonía tras conquistar el campeonato de bicicleta de montaña disputado en Panticosa (Huesca), por delante de Iván Alvarez y Sergio Mantecón, para enfundarse su séptimo maillot nacional. «Hacía 2 años que no lo conseguía y me hizo especial ilusión. El año pasado pinché una rueda y me quedé fuera de carrera en Lorca, por lo que me quité esa espinita clavada», explica.
A lo largo de sus 20 años sobre una mountain bike, su victoria más recordada tal vez haya sido la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y su famoso gesto del pistolero al entrar en la meta. Pero de sus logros tiene especial valor el Mundial que cosechó en 2010. «Fue una victoria muy importante para mí con la que cerraba un círculo ya que había sido campeón del mundo junior, sub 23 y finalmente élite. Los Juegos Olímpicos a nivel mediático los comparo con el Nobel y los campeonatos del Mundo son como el premio Pullitzer, es un reconocimiento de tu gremio», señala.
Ilusión intacta
«Con la situación que vive España me siento un privilegiado poder hacer de mi hobby mi trabajo. Me gusta lo que hago y me levanto cada día con ilusión y con ganas de divertirme», sostiene. Lo único que lamenta acerca de esta disciplina «es el desmesurado tratamiento que recibe el ciclismo en cuanto al dopaje. Tenemos que estar localizados cada tres meses y suelo pasar unos 15 controles al año. El localizador ADAMS viene a ser como un preso que tiene su condicional, pero hay que mirarlo como algo positivo».
Pese a ser tentado por equipos como el Once de Manolo Saiz para dar el salto al asfalto, siempre prefirió el cross country. «Tuve la oportunidad de pasar a la carretera también con el Mapei, cuando fue a fichar a Cadel Evans, que llegó del mountain bike. No me arrepiento porque mi pasión es la montaña, así que rechacé las ofertas y el tiempo me ha dado la razón», afirma el ciclista catalán.
Hermida aún no otea el día de su retirada, le sobra motivación y ganas y tiene combustible para rato, al menos hasta Río de Janeiro 2016. «Es muy difícil llegar a unas Olimpiadas, pero pude saborear las mieles del éxito en Atenas y en Londres me quedé a cuatro segundos del bronce tras una salida de cadena. A Río llegaré con 38 años pero en mountain bike esa edad no es un problema para rendir bien, espero cumplir con mis quintos Juegos», añade.
Aunque ha situado el listón en lo más alto, hay una generación de bikers que llega pisando fuerte. «Siempre habrá relevo generacional, tenemos a Carlos Coloma, Sergio Mantecón, Pablo Rodríguez… Al principio los españoles competíamos para que no nos doblaran y ahora luchamos por estar entre los primeros. Sí que es verdad que estamos al final de una década de oro que con el tiempo nos daremos cuenta de ello», indica el biker de Puigcerdá, que trabaja con más de 60 jóvenes en una escuela de formación en Galicia.
Puigcerdá, 24-8-1978.
Plata en los Juegos Olímpicos de Atenas, Oro en el Mundial Junior (Australia) en 1996, oro en el Mundial sub 23 en Sierra Nevada en 2000, oro en el Mundial de Canadá en 2010 y bronce en el Mundial de Sudáfrica 2013. Plata en el europeo de Alemania en 2001, oro en el de Suiza en 2002, bronce en el de Austria en 2003, oro en el europeo de Polonia 2004 y en Turquía en 2007.