El atleta español Rafa Botello durante una competición. | Fuente: AD

Tras completar el Ironman de Lanzarote y ganar el Mundial de Duatlón en Pontevedra, el español participará en varias carreras en silla de ruedas antes de hacer el camino de Santiago.

Jesús Ortiz García

Más de 80 maratones, 2 Juegos Paralímpicos y unos 90.000 kilómetros recorridos en 11 temporadas acumula Rafa Botello, un atleta insaciable que se codea con los mejores en las maratones más prestigiosas. Después de una temporada con buenos resultados en pruebas exigentes en París, Londres y Boston, completar el Ironman de Lanzarote e imponer su dominio en el Mundial de Duatlón en Pontevedra, inicia su sexta gira americana.

«Llego un poco justo pero con ganas y motivado», asegura. Con el cuerpo inmovilizado desde la primera abdominal hacia abajo, este deportista barcelonés participará en 4 carreras en 3 ciudades. El 21 de junio competirá en la Grandmas Marathon, que se celebra en Duluth (Minnesota), «una de las maratones que más me apasiona correr por su circuito rápido, plano y espectaculares vistas con bosque y el Lake Superior», dice.

Rafa Botello en una maratón.

La segunda parada de Botello será en Cedartown (Georgia), en una prueba de 5.000 metros por el centro de la ciudad. Y el 4 de julio llegará la carrera de 10 kilómetros «más importante del mundo», la Peachtree Road Race, que ha llegado a reunir en alguna ocasión a unos 200 participantes en sillas. «El objetivo es pelear por estar entre los primeros y hacer buenas marcas, pero sobre todo, salir a disfrutar», recalca.

Su estancia en norteamérica finalizará el 5 de julio, cuando regrese al tartán de atletismo 2 años después de los Juegos Paralímpicos de Londres. «La pista no me gusta nada y me he apuntado para divertirme. Cuando escuche el disparo saldré desde el primer metro a tope, a 200 pulsaciones y a ver qué pasa. Pero si llueve, estoy cansado por la prueba del día anterior o porque me voy de fiesta por ser el día de la Independencia de EE.UU., no iré a la carrera, no es un objetivo», comenta el deportista, que se quedó en silla tras un accidente de bici en 2002.

Ironman, Duatlón y Camino de Santiago

El último mes ha sido uno de los mejores de su vida, ya que se convirtió en el primer español con discapacidad física en completar el Ironman de Lanzarote, el más duro del circuito, y también se proclamó campeón del mundo de Duatlón en Pontevedra, donde se impuso con una diferencia abismal sobre sus rivales. «En el Ironman sufrí demasiado, vomité varias veces, pero el esfuerzo mereció la pena. Lo había entrenado este año pero no lo preparé bien, porque hice maratones como las de Londres y Boston y dejé a un lado la natación y la bicicleta», relata.

El maratoniano, al que le apasionan los retos, se ha propuesto ahora hacer el Camino de Santiago aunque de una manera especial: realizando un triatlón en cada parada. «Desde hace unos años me hacia ilusión hacerlo y he conseguido que la empresa de nutrición Clarou Group me lo gestione todo», explica. Comenzará el 14 de julio desde Saint Jean Pied de Port (Francia) y le esperan 8 etapas en las que cada día afrontará 1.500 metros a nado en una piscina o lago, entre 80 y 100 kilómetros en handbike y unos 10 ó 15 en la silla de atletismo. Entre León y Ponferrada hará un medio ironman.

«En cada destino daremos una charla motivacional y me gustaría que la gente se animase a acompañarme. No me lo tomo como una competición, voy a hacerlo por diversión. Será duro, pero si voy muy forzado me paro y me como un bocata con chorizo», bromea. «Lo haré a mi ritmo, sin presión y sin fijarme marcas. Estamos intentando que algún personaje mediático se sume a esta aventura, sería un orgullo que otras personas quieran correr conmigo», apostilla.