Los palistas Álvaro Valera y José Manuel Ruiz figuran en lo más alto del ranking en sus categorías y ya se preparan para el Mundial de Pekín 2014. Antes, apuntan al oro en el Europeo de Lignano, en Italia.

Jesús Ortiz García

Existe un dicho en Pekín que asegura que China tiene 3 poderes: el Partido Comunista, el Ejército de Liberación Popular y el Equipo Nacional de Tenis de Mesa. Este deporte lo inventaron los ingleses pero su idioma es el chino. El país asiático es la gran potencia, aunque los españoles Álvaro Valera y José Manuel Ruiz han logrado abrirse un hueco en ese coto casi privado para situarse en el escalón más alto.

Dos campeones forjados con tesón y esfuerzo que han destilado un juego exquisito para coleccionar en sus vitrinas numerosas medallas en Juegos Paralímpicos, mundiales, europeos y campeonatos de España. Aún quedan 3 años para Río de Janeiro, pero ya preparan con mimo la cita de Brasil.

José Manuel Ruiz. AD

«Si la salud me lo permite y la motivación de entrenar a diario y competir sigue estando intacta, me veo en las Paraolimpiadas. Estoy entrenando fuerte y con ganas para clasificarme y estar en el podio, explica Ruiz. A la ciudad carioca llegaría con 37 años y serían sus sextos juegos desde que debutara en Atlanta 96 como invitado.

Ha conseguido plata y bronce en Sidney y Pekín, pero se le resiste la presea bañada en oro. «Están saliendo jugadores de buen nivel y me lo están poniendo difícil, aunque confío en mis posibilidades», subraya el palista de Guadix, que con su malformación en el brazo derecho compite en la categoría 10, en la que figura cuarto del mundo.

Su compañero Valera si ha logrado alcanzar el peldaño más alto del podio en unos juegos. Lo hizo en el 2000 en Australia con 18 años: «Es el único oro que ha cosechado el tenis de mesa español. Es el sueño de todo deportista, lo más grande que se puede conseguir. Mi gran reto es llegar a la final en Río y traerme la medalla, ya que me quedó un sabor agridulce con la plata de Londres del año pasado», apunta.

Número 1 del mundo

Casi 2 décadas en la élite le han servido para liderar el ranking mundial de la categoría 6 de un deporte que se ha convertido en su filosofía de vida: «Me ha hecho mejor persona, me ha ayudado a superar limitaciones y he aprendido valores como la disciplina, el esfuerzo y el compañerismo», sostiene el jugador sevillano.

Tampoco Ruiz puede separarse de una pala desde que la cogió siendo un niño en Guadix. «De pequeño he practicado fútbol, baloncesto, voleibol y balonmano, pero me decanté por el tenis de mesa porque era el único deporte que cuando terminaba de jugar, tenía el gusanillo por volver al pabellón y practicarlo otra vez», recuerda. Es el segundo deporte de élite más difícil de practicar, avalado por estudios científicos de la NASA. «La pelota va muy rápida, con muchos efectos, tienes que decidir muy rápido y tener nervios de acero», destacan.

Los dos comparten entrenamientos en la selección y en el Club Rivas de Madrid, equipo con el que han ascendido a la Superdivisión, en la que se enfrentan a otros deportistas sin limitación física. El palista accitano ha disputado durante 6 temporadas la liga contra los mejores jugadores y en los campeonatos de España absoluto lleva varias ediciones quedando entre los 8 mejores.

Álvaro Valera. AD

Para Valera, competir con gente que no tiene discapacidad «es un reto y una gran satisfacción. Es donde puedo desplegar todo mi juego, lograr alcanzar un nivel físico alto y me sirve de plataforma para estar en la elite en lo paralímpico. Incluso he jugado varias veces con el genio Juanito, pero me pasó por encima como una apisonadora. Tener atrofia muscular en las piernas y movilidad reducida en un brazo no me ha impedido estar en lo más alto», explica.

Europeo de Lignano

Tras cosechar varias medallas en los torneos de Eslovenia, Eslovaquia y Alemania, les espera Lignano, una ciudad italiana cercana a Venecia, donde se disputa el campeonato de Europa del 27 de septiembre al 5 de octubre. Ruiz ha sido finalista en las 3 últimas ediciones y espera explotar su mayor virtud: no darse por vencido para apuntar al podio.

«Voy con ilusión aunque consciente de que me tendré que enfrentar a los mejores. El rival a batir es el campeón paralímpico, el polaco Patryck Chojnowski, número 1 del mundo. Por equipos nos jugaremos las medallas con Rusia y Polonia», subraya. Por su parte, Valera confía en su inteligencia sobre la mesa y el revés para conquistar el título. «El más peligroso es el danés Peter Rosenmeier, con el que me he visto las caras en las últimas finales de torneos internacionales. Me gustaría enfrentarme a él en la final».

El torneo servirá de trampolín para el Mundial de China de 2014, una fecha que tienen marcada en rojo en su calendario. «Es la meca del tenis de mesa, un país que vive este deporte como los brasileños aman el fútbol. Los partidos son retransmitidos por la televisión nacional, los jugadores son muy conocidos y las grandes marcas se lo rifan para sus anuncios. En España apenas nos da para un sueldo humilde», precisa Ruiz.

«A los chinos se les tiene un punto de respeto extra, pero no miedo. Cada vez que le ganamos, que han sido muchas veces, demostramos que nuestro nivel también es elevado. Cuando jugamos allí salimos a la pista al 200%, disfrutamos mucho en un pabellón lleno. Los españoles daremos guerra en China», apostilla Valera.