Deporte alternativo y oportunidades profesionales centran el CIDI en la UAL
El deporte que educa desde la base, la actividad física en los trastornos mentales y las oportunidades profesionales son los temas que han centrado la 3ª sesión del Congreso Internacional de Deporte Inclusivo (CIDI) en la Universidad de Almería (UAL).
Laura Pérez Torres
Actualizado: 28/05/2015 13:18
La especialización en el deporte adaptado y la atención a las necesidades del ‘deporte para todos’ han sido las recomendaciones de los expertos para posibles salidas profesionales en el 4º CIDI, que se celebra en la UAL.
‘El valor educativo de los deportes alternativos: Kin-ball’ ha sido el título de la ponencia impartida por Amador Jesús Lara Sánchez, profesor de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Jaén, quien ha explicado que «el Kin-ball es un deporte alternativo no convencional siendo una alternativa ideal a los deportes de grupos y que está en auge en la actualidad debido a factores como la motivación, curiosidad y la cooperación de las personas que participan».
Para adaptar este tipo de deportes, Amador Jesús Lara ha comentado que «detectamos deficiencias o necesidades e intentamos cubrirlas a través de deportes como el korfball o el tchoukball, adaptación de baloncesto y balonmano para prevenir lesiones y potenciar valores educativos».
El que fuera también presidente de la Asociación Española de Kin-ball y seleccionador nacional de esta modalidad deportiva ha hecho referencia al espíritu deportivo. «Cuando un deporte se mete en la competición se va modificando el reglamento y pierde la esencia como ha pasado con este deporte que es educativo en la base donde hay 3 equipos, es mixto y el tamaño del balón es de 1,22 metros, lo que motiva para hacer la práctica deportiva por sí mismo», ha concretado.
Las ventajas de la actividad física se centran en «elevar la autoestima y la literatura científica está demostrando que la actividad física mejora el rendimiento académico e incrementa la disciplina«, ha enumerado el profesor de la Universidad de Jaén, quien ha hecho hincapié en que «el deporte es una buena herramienta para el crecimiento personal».
En cuanto a las oportunidades profesionales en actividad física y deporte inclusivo, Raúl Reina Vaíllo, profesor y director del Área de Atención al Estudiante con Discapacidad en la Universidad Miguel Hernández de Elche, ha incidido en que «en la actualidad se trabaja para que todas las personas tengan un acceso a un estilo de vida activo; y para ello surge la actividad física adaptada (AFA) que atiende a 2 elementos: los facilitadores y las barreras».
Junto al cambio en el concepto de salud, donde antes se incidía en la cura de una enfermedad y ahora se centra en una forma de vida y prevención, «las diferencias individuales están en cada uno de nosotros y cobran importancia en el ejercicio físico«, ha especificado el especialista en AFA, quien ha subrayado que «las barreras a la hora de practicar deporte pueden ser la falta de oportunidad, accesibilidad, transporte, falta de información y costes. Facilitadores son la diversión, relajación o el contactos social, por ejemplo».
En opinión de Raúl Reina, «en el área del deporte para todos las salidas profesionales se centran en la docencia en Educación Física, entrenamiento deportivo, actividad física y salud, gestión deportiva, deporte y recreación y turismo accesible». Además, «hay que optimizar los recursos, no todos tenemos que saber de todo; y es diferente la práctica regular a la específica. Debemos plantear la escala de grises», ha expuesto.
En el área de la salud mental, Alba Roldán Romero, profesora de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, ha comentado que «exista una discapacidad visible y otras invisible», en referencia a la enfermedad mental. «No hay salud física sin salud mental. Los 3 planos claves son el emocional, físico y cognitivo; si alguno falla aparecen los trastornos mentales», ha dicho.
Según Alba Roldán, «la actividad física puede ayudar a este colectivo y cuenta con las ventajas de que es rentable, sin efectos secundarios y se puede mantener indefinidamente; además de reducir los niveles de ansiedad y estrés, mejorar la autoestima y el concepto de autoimagen corporal».
Asimismo, «las sociedad científicas recomiendan la actividad física como parte del tratamiento contra la depresión», ha concretado la especialista de Lovaina, quien ha insistido en que «las personas con trastornos mentales suelen ser más inactivos y tener tendencia a la obesidad. Por ejemplo, simplemente con un estiramientos se puede ver la mejora en las personas con esquizofrenia que tienen una postura corporal alterada».
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