Del estudio fotográfico a los Juegos de Río
Pese a los 3 nulos en la Copa del Mundo de Malasia, la halterófila Loida Zabala sella su pasaporte paralímpico para la cita de Brasil en septiembre. «Voy a por el bronce», asegura.
Jesús Ortiz García
@JesusOrtizAD
24 de Febrero de 2016, 14:12
En una habitación de un estudio fotográfico Loida Zabala instaló su pequeño gimnasio con máquinas que compró tras pedir un crédito al banco. Demasiados obstáculos ha encontrado en su trayecto, pero nada ha frenado las intenciones de una de las mejores levantadoras de peso del mundo. Con perseverancia y esfuerzo, esta halterófila de carácter indomable disputará en Río de Janeiro sus terceros Juegos Paralímpicos. Pese a una desafortunada competición en la Copa del Mundo de Kuala Lumpur con 3 nulos, ha sellado su pasaporte para Brasil por su situación en el ránking, donde figura entre las 6 mejores.
«Aún no puedo creer lo que ha pasado», lamentaba la deportista, que se marcha de la capital de Malasia con el sabor amargo después de haber fallado en sus intentos, aunque con la clasificación en el bolsillo ya que ninguna de sus perseguidoras ha superado su marca mínima. Lejos de hundirse, es consciente de que toca levantar el ánimo y poner en marcha la maquinaria para llegar en las mejores condiciones a Río.
Tras 10 años en Oviedo bajo las órdenes de Lodario Ramón regresó a su pueblo, Losar de la Vera (Cáceres), donde tiene un pabellón con su nombre. Sin medios ni ayudas, se estableció en un garaje para seguir trabajando de cara a Río. «No tenía otro sitio para meter el material de entrenamiento, pero pocos meses después nos dimos cuenta de que mi técnica estaba fallando, la barra se me iba hacia un lado y era porque el suelo estaba inclinado. Ahora estamos en un espacio donde no pasamos frío, tengo lo necesario para prepararme bien y lo mejor, que el suelo es plano», bromea.
Su vuelta a casa le está sentando bien y eso se refleja en lo deportivo. «Siempre tuve que llevar una alimentación muy estricta para no subir de peso y la tranquilidad de un pueblo y el estar rodeada de mi familia ha sido importante. No tengo estrés, descanso bien y disfruto más en cada entrenamiento», apunta. Y ahora se dedica en exclusiva a su deporte tras encontrar patrocinadores: «Hasta 2015 el Plan Adop era mi único apoyo pero desde septiembre formo parte del proyecto ‘Se Salen’ de Liberty Seguros. Tuve momentos en los que pensé que era imposible seguir, no tenía dinero para comprar los materiales y cuando regresé a Cáceres tuve que pedir un préstamo para comprar maquinaria, pero con la ayuda que ahora recibo he saldado esa deuda».
Levanta el doble de su peso
Con tesón y capacidad de lucha ha logrado levantar 100 kilos, lo que supone marca personal y récord de España en categoría de hasta 50 kilos. Un reto que ha superado junto a su nuevo entrenador, Javier Tejero, con quien lleva menos de un año. «Lodario Ramón ha sido un pilar fundamental en mi carrera, me lo ha enseñado todo, desde la técnica hasta respirar. Pero tenía que cambiar y con Javier he encajado muy bien. Está siempre atento y su apoyo moral, motivación e ilusión me lo transmite. Nos gusta tenerlo todo controlado, los puntos que me afecta cada día lo anotamos en un cuaderno y me sirve para mejorar», explica.
El romance de Zabala con las pesas surgió en el hospital tras quedarse en silla de ruedas cuando tenía 12 años. Una inflamación de la médula espinal le dejó sin movilidad en las piernas. La rehabilitación consistía en ejercicios con mancuernas y a los 18 años descubrió la halterofilia, su pasión. «Quería ser independiente, no me valía con estar tumbada en un sofá», asevera.
Empezó levantando 45 kilos y poco a poco mejoró sus marcas hasta labrarse un palmarés espectacular: 10 veces campeona de España, bronce europeo, campeona continental júnior, varios torneos internacionales y un diploma paralímpico. Su éxito más reciente ha sido ganar el Open Americano en México, donde compartió entrenamientos con la bicampeona paralímpica Amalia Pérez. «Aprendí ejercicios de musculación que nunca antes pensé que podía hacer debido a mi discapacidad. En esos 4 meses me sentí como una deportista de élite», asegura.
A sus 28 años, Zabala se encuentra en su mejor momento y en Río competirá en sus terceros Juegos. «Se me ponen los vellos de punta al recordar la ceremonia de apertura en China cuando entré al estadio abarrotado de gente y lleno de luces», añade. Para la cita brasileña se muestra con ganas y sueña con el podio: «En Pekín fui 7ª, en Londres 5ª y en Río vamos a por el bronce, soy ambiciosa y voy a por ello. Tenemos un cálculo de 110 kilos para asegurar medalla, pero dependerá de las rivales que vayan. Hay que estar al 100%, en 30 minutos te juegas 4 años de entrenamientos. Sé que puedo superar mi marca, aunque sólo con estar allí ya es un premio».