Damián Quintero. Fuente: Avance Deportivo

El karateca malagueño, plata olímpica en Tokyo 2020, ha nombrado a su entrenador Jesús del Moral como el “revolucionario” que ha “profesionalizado” esta disciplina en España

Laura Pérez Torres

@lauraescreativa
23 de agosto de 2021, 10:00

Con una enorme sonrisa llegaba a Benalmádena, Málaga, el subcampeón olímpico en kata, prueba de kárate en la que España se ha llevado el oro en categoría femenina con Sandra Sánchez y la plata con Damián Quintero en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ante este éxito, el deportista andaluz nacido en Argentina ha declarado que existe un nombre propio: “el de Jesús del Moral”, entrenador de ambos medallistas olímpicos.

“Desde que llegó en 2016 nos convirtió en profesionales de este deporte, con dietas específicas, mucho trabajo físico, pasando de entrenar de 2 a 6 ó 7 horas diarias… revolucionó el kárate en España”, ha explicado Quintero, quien ha reconocido que aunque en un principio le sentó muy mal, el aplazamiento le hizo llegar a los Juegos en su mejor estado de forma: “Me ha venido bien porque hemos entrenado mucho más e incluso pude presentar un kata nuevo en Tokio”.

La medalla de plata suma a su palmarés 114 metales; aunque en esta ocasión romperá su tradición de dejarla en la casa de sus padres en Torremolinos, y esta plata volverá con él a Madrid mientras asimila todo lo que ha logrado “poco a poco” y aterriza de “una nube”. Ni siquiera ha visto todavía su actuación en Tokio y se ha mostrado orgulloso de haber “pegado a la televisión” a mucha gente que no conocía el kárate. “Ha sido increíble, el cariño de toda la gente, Para mi esta medalla sabe a oro”, ha apostillado.

Tras ser homenajeado en el Ayuntamiento de Málaga, la Diputación de Málaga y realizar el saque de honor en el encuentro de fútbol entre Málaga y Mirandés en el estreno de la temporada en el Estadio de la Rosaleda, a sus 37 años, este ingeniero aeronáutico ha reconocido que no le pasa por la cabeza retirarse. “Me siento bien física y mentalmente con ganas, yo soy el primero que no quiere seguir hasta arrastrarse por el tatami, soy muy competitivo. Mientras el cuerpo aguante, seguiré”, ha reconocido Quintero, que con 6 años empezó en el mundo del kárate y “nunca” pudo imaginar que llegaría a una final olímpica en el tatami del Nippon Budokan, el templo de este arte marcial.

La final fue ante su eterno rival, el japonés Ryo Kiyuna, quien se llevó la gloria olímpica. El malagueño ha detallado que fue clave que actuase como local y con la subjetividad del jurado. “Al salir primero pude ver su kata y creo que en otras ocasiones ha tenido un mejor rendimiento, pero este deporte es así y he sido el único que le ha ganado en los últimos años”, ha descrito.

Damián comentó con humor la “espinita” que se le quedó tras ofrecerle ser abanderado en la ceremonia de clausura y acabar el Comité Olímpico Internacional negando que fueran 2 los abanderados en una misma delegación. “Es un orgullo para cualquier español portar la bandera de tu país, pero me dieron el caramelo y luego me lo quitaron. Tuve un poco de desilusión, pero hubo una gran abanderada igualmente”, ha dicho.

La cara más oscura del horizonte deportivo del malagueño es la ausencia del kárate en el programa olímpico de París 2024, cuyo comité organizador ha rechazado incluirlo. “Todavía estamos en ascuas con respecto a la capital francesa; a pesar de que el kata ha sorprendido a nivel mundial y debe volver, aunque sea en la cita olímpica de Los Ángeles 2028. Ya no por mí como deportista, si no por los que vienen detrás”, ha apostillado Quintero.

El próximo objetivo deportivo del karateca, tras un merecido periodo de descanso, será el XXV Campeonato Mundial de Karate que se celebrará en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) entre el 16 y el 21 de noviembre de 2021. “Hasta final de año el calendario está fijado, en noviembre es el Mundial de Dubai, luego llegan las ligas de Rabat y Moscú y en diciembre ya iremos viendo”, ha detallado.