Carolina Rodríguez: «No me gustaría retirarme arrastrada por el tapiz»
Jesús Ortiz García
Actualizado: 17/09/2014 17:00 horas
En una pequeña iglesia abandonada de León empezó a forjarse la historia de Carolina Rodríguez, una gimnasta especial que expresa con elegancia y gestos coordinados la música que le acompaña. Su entrenadora, Ruth Fernández, sabía que tenía en sus manos una joya que con sólo 10 años ya había ganado su primer campeonato de España. Tras una carrera plagada de éxitos, con un tobillo maltrecho y con una edad inusual para una gimnasta, 28 años, la leonesa de perenne sonrisa decidió alargar su carrera hasta Río de Janeiro 2016. Ahora tiene un nuevo reto, luchar por entrar en alguna de las finales del Mundial de Turquía (21-28 septiembre) y seguir haciendo historia en la gimnasia rítmica.
Pregunta.- Después de Londres 2012 y con un parón obligado por lesión, en estos últimos años ha vuelto a rendir a un gran nivel, ¿se esperaba un regreso así?
Respuesta.- Nunca imaginé que con 28 años podía estar compitiendo a un buen nivel porque la gimnasia se empieza a una edad temprana y es muy difícil mantenerse tantos años en la élite, por la presión a la que te sometes desde joven, son muchas horas de entrenamiento y una se cansa mucho. A mi me ha ocurrido todo lo contrario, la madurez me ha permitido que pueda disfrutar del deporte como nunca antes. Pasé por una cirugía de tobillo y no pensé que volviese a su estado normal, pero de repente me hacen una obra de ingeniería en el pie, al principio tenía miedo, pero puse voluntad, me rodeé de los mejores profesionales y me animó mucho a continuar.
P.- ¿Se siente en su mejor versión sobre el tapiz?
R.- Pienso que sí, a pesar de las molestias físicas. Soy una privilegiada, en el ranking mundial soy la más mayor, pero me encuentro de calidad muy bien. En 2013 logré el oro en los Juegos del Mediterráneo en Mersin y me planteé la retirada. Pero participé en el Mundial de Kiev, al que me costó mucho llegar psicológicamente, estaba de bajón, sin embargo, entré en una final y quedé 7ª, no me lo creía. Era la única gimnasta de habla no rusa entre las mejores (risas).
P.- ¿Nota más respeto de sus rivales por ser la veterana?
R.- Las gimnastas más jóvenes con las que compito no me han visto antes y piensan que tengo su edad, 17 o 18 años, pero cuando sus entrenadoras les dicen que tengo 28, me miran de otra forma, con más respeto. Incluso cuando piso el tapiz de entrenamientos se apartan hacia los laterales, me siento como la matriarca de la familia (risas).
P.- El año pasado deshojó la margarita sobre su posible retirada, ¿qué le motivó para continuar?
R.- Me entraron muchas dudas y en principio no iba a continuar por la falta de apoyos económicos, pero en enero de este año di marcha atrás y decidí seguir al menos hasta el Europeo de Bakú. Tuve la suerte de que apareció Drasanvi, una empresa leonesa de suplementación alimenticia que apostó por mí, querían ayudarme. Fue lo que me empujó a intentar nuevos retos, porque si no, ya lo habría dejado. Ahora, si mi cuerpo aguanta, intentaremos llegar a Río 2016. Eso sí, que nadie se piense que puedo ir a por el oro en los Juegos o en el Mundial, eso es imposible.
P.- Y ahora, ¿cómo afronta las competiciones?
R.- Con menos presión, ya todo es diferente, lo vivo con otra intensidad, doy el máximo y disfruto más. Antes cogía unos berrinches enormes cada vez que me salía algo mal y ahora intento sacar esa negatividad y ser realista, si no me sale algo, no hay que estar lamentándose. No me gustaría retirarme arrastrada por el tapiz, de eso me daré cuenta yo y las personas que tengo a mi lado como mi entrenadora Ruth Fernández, que me dirán que pare cuando no esté bien.
P.- En Turquía participará en su 9º Mundial, ¿qué sensaciones tiene?
R.- Físicamente me encuentro bien, tengo una molestia que me está dando guerra en el tendón de Aquiles, pero a todos los deportistas les pasa, es ley de vida y más a estas alturas, donde el cuerpo ya no se recupera igual. Me ha faltado un poco de carga de entrenamiento, pero ahora busco la calidad y no muchas repeticiones si las cosas no salen bien.
P.- En 2013 en Ucrania logró su mejor posición en un Mundial, ¿cuál es el objetivo para el de este año?
R.- Es muy complicado repetir resultados, el año pasado entré en una final y aún no me lo creo (risas). Recuerdo que estaba en el hotel relajada, pensando que ya había terminado mi participación cuando de repente me dijeron que estaba a punto de entrar en una final, me puse delante de la tele y me fui directamente para el pabellón, fue un subidón. Mi idea en Turquía es hacerlo bien, intentar estar entre las 24 mejores e ir rascando puestos. Ahora estoy 11ª en el ranking mundial en la general de los 4 aparatos y ojalá entre en el Top 10. Estoy muy contenta y motivada, sé que soy capaz de hacer un buen papel.
P- Aros, pelotas, mazas y cinta, ¿en qué aparato se ve mejor?
R.- Me gustan todos y estoy bien preparada en los 4. En la cinta me clasifiqué para la final del pasado Mundial y es un aparato muy difícil, este año espero pasar en esta prueba. También me veo fuerte en mazas, pero no sé que aparato puede estar para una final porque todas las rivales van a pelear con uñas y dientes.
P.- ¿Cuál cree que será su punto fuerte para convencer a los jueces?
R.- Dicen que destaco por mi expresividad, hay pocas gimnastas que puedan transmitir algo igual al público. La suerte que tengo es que mis ejercicios están muy acoplados a la música, no hay nada que no esté desencajado, todos los pasos rítmicos están cuidados al detalle, cuento una historia con el cuerpo. Ese será mi fuerte porque a día de hoy las rusas técnicamente son brutales y contra ellas no puedo hacer nada. Es un país tan grande que si das una patada salen 30 gimnastas muy buenas (risas). Si estoy ahí entre las mejores es porque tengo algo especial y he sabido buscar mi limpieza, mi calidad y la expresividad, algo que encandila a los jueces.
P.- ¿Valoran más su actuación los jueces?
R.- Un poco, pero como fallen me crucifican (risas), no tengo perdón como las gimnastas de los países satélites de Rusia. Lo que sí que noto es que tengo hecho un nombre y un hueco que me ha costado mucho trabajo conseguirlo, me respetan algo más. Haciéndolo muy bien tengo más opciones de escalar puestos que otra que también ha tenido una buena actuación, y eso me lo he ganado con sacrificio y paciencia.
P.- Tras 2 décadas en la gimnasia rítmica, ¿que es lo que le mantiene encendida la llama de la ilusión?
R.- Conseguir nuevos retos pero, sobre todo, ver la ilusión en mis propias compañeras. Ahora tengo la oportunidad de trabajar en el Centro de Alto Rendimiento de León, donde veo que empiezan a despuntar algunas chicas del Club Ritmo como Andrea Pozo y Sara Llana, que me acompañará en el Mundial. Son niñas de 17 y 18 años que trabajan muy duro con las mismas ganas que yo tenía hace 10 años. Me encanta estar con ellas, he disputado Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos y para ellas soy un ejemplo a seguir. Esa es mi mayor ilusión, el poder transmitirle unos valores a mis compañeras siendo aún gimnasta.
P.- Ya ha empezado a hacer sus primeros pinitos como entrenadora, ¿se ve en un futuro en esta faceta?
R.- Doy clases en 2 colegios de pueblos de León, el trabajo con las más pequeñas me gusta, es una puerta muy grande que tengo abierta pero no sé si me dedicaré a ello. De momento, sigo estudiando Psicología y tengo en mente prepararme las oposiciones para el Cuerpo Nacional de la Policía, así que todo se verá, ahora toca darlo todo en el tapiz y seguir demostrando mi trabajo.
León, 24-5-1986
Campeona de España individual y récord de títulos de una gimnasta española en toda la historia de este deporte. Campeona de la Copa de España “Trofeo Reina Sofía” en 7 ocasiones
Diploma olímpico por su 7ª posición en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y 14ª posición en Londres 2012
Ha participado en 8 ediciones de los Campeonatos del Mundo con un puesto de finalista en el Mundial 2013 en cinta (7ª en la final)
Ha disputado en 6 ocasiones el Campeonato de Europa con un 10º puesto en 2014 en Bakú.
Medallista en 3 ediciones de la Copa del Mundo (bronce en Corbeil, oro en mazas en Rumanía y oro en Brasil)
Bronce en los Juegos del Mediterráneo de Pescara 2009 y oro en Mersin 2013
Finalista y medallista en numerosas competiciones internacionales