El jugador de bádminton, Pablo Abián. durante los Juegos Europeos de Baku. Fuente: COE

Los españoles Carolina Marín, Beatriz Corrales y Pablo Abián disputarán el Mundial de Yakarta de bádminton donde aspiran a todo.

Avance Deportivo

@deportivoavance
06 de Agosto de 2015, 21:45

Yakarta acogerá el Campeonato del Mundo de bádminton que se celebrará entre del 10 al 16 de agosto donde España contará con 3 representantes. Carolina Marín, Beatriz Corrales y Pablo Abián ponen rumbo a Indonesia junto con el equipo técnico.

Carolina Marín. Fuente: AP/Joshua Paul

Ernesto García, coordinador de equipos nacionales, ve esta cita mundial «con la confianza que se pueda seguir mostrando la evolución del bádminton nacional» tras los títulos de conseguidos internacionalmente que ponen el bádminton español en la primera línea internacional.

Carolina Marín es la actual campeona y número 1 del mundo y afirma que «revalidar el título no sería ninguna sorpresa». En el 2015 ha ganado 2 Superseries Premier y un Superserie. En las últimas semanas ha tenido que recuperarse de la la fractura por estrés del quinto metatarsiano del pie derecho, pero eso no le ha impedido trabajar duro de cara al mundial.  «Carolina ha tenido tiempo para trabajar aspectos de su juego menos favorables y que las rivales pueden pensar en explotar. Ha incorporado nuevos golpeos y nuevas estrategias», comenta García y añade: «sinceramente creo que Carolina llega en unas buenas condiciones, puede que no las mejores o las que se estimaban, pero suficientes para poder abordar la competición con garantías». El camino al título de Carolina Marín empezará el martes ante la vencedora del partido entre la malaya Tee y la italiana Cicognini.

La madrileña Beatriz Corrales durante un campeonato. Fuente: Bádminton Europe

Por su lado, la 2ª española en liza Beatriz Corrales, número 2 de Europa, afronta este mundial con ganas de «rendir a mi nivel, eso es lo más importante». Su resultados en esta temporada pueden le han permitido llegar a ser en junio 20ª  en la lista de las mejores jugadoras del mundo. «El estado de forma es bueno y llega al mundial habiéndolo preparado sin muchos sobresaltos por lo que físicamente llegará en un estado muy positivo. Con los análisis de las rivales y las ganas que tiene de participar en este tipo de competición, Bea llega en el momento dulce de dar ese salto de nivel y poder avanzar varias rondas» precisa el coordinador de equipos nacionales.

Beatriz Corrales disputará su primer partido el lunes ante la china nacionalizada estadounidense Rong Schafer, 36ª en el ránking mundial. Para García la clave del éxito de Corrales está en que «debe dar algo más porque las jugadoras asiáticas tienen unas características de juego que hasta ahora se le están resistiendo para crecer un peldaño más, cosa que necesita para poder lograr su objetivo fundamental del ciclo, la clasificación olímpica».

Pablo Abián. Fuente: AD.

Y el tercer y último español que luchará en el mundial es Pablo Abián. Tras los triunfos logrados en el Internacional de España y en los Juegos Europeos de Bakú, llega al mundial en un estado de forma notable y siendo el número 1 de España. El objetivo de llegar a estos Juegos Olímpicos como cabeza de serie, para lo que debería entrar en el top-30, exige que el rendimiento vaya creciendo progresivamente siendo este mundial una cita importante para ir quemando etapas en busca del objetivo.

Ernesto García tiene claro que «Pablo ha afinado con sus recientes competiciones su estado de forma y sobre todo nivel de competición. Siempre ha sido un jugador muy competitivo y la propia competición le da un plus en su forma. Su recientes convocatorias han ayudado a que cada vez esté mejor y sea más competitivo y de esta forma en el Mundial se podrá ver a un Pablo cercano a su mejor nivel».

En su estreno mundialista este lunes se medirá al local Tommy Sugiarto, medalla de bronce la temporada pasada. Abián tendrá que redoblar esfuerzos si quiere superar tan complicado envite, para ello tendrá que reducir al máximo los errores y sacar la gran capacidad competitiva que le hacen un rival siempre temible.

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