El albinismo con el que nació y la reducción paulatina de la visión no han sido obstáculo para alcanzar cotas cada vez más altas. Imbatida en unos Juegos Paralímpicos, la malagueña Carmen Herrera es un ejemplo sobre el tatami y fuera de él. Cuando empezó a practicar judo hace dos décadas no imaginó en convertirse en triple campeona paralímpica en -70 kilos.

Laura Pérez Torres | Jesús Ortiz García

Su carrera ha sido una constante lucha contra sí misma, no le tiene miedo a nada e incluso judocas videntes han claudicado ante la seguridad y garra de la ‘Valkiria del sur’. Ahora espera sumar a su brillante currículum una nueva medalla en el Europeo que se celebra el próximo mes de diciembre.

PREGUNTA.- Dos décadas después de pisar por primera vez un tatami mantiene la ilusión y voracidad intacta, ¿están deseando sus rivales que cuelgue ya el kimono?

RESPUESTA.- Algunas esperan que les deje el camino libre pero aún me quedan varios años. Cuando ven en los sorteos aparecer mi nombre les da respeto porque soy un hueso duro de roer. Nunca me he visto como favorita en unas olimpiadas, siempre aspiraba a un bronce o a un quinto puesto y hasta que no tenía la medalla colgada en el cuello no imaginaba que tenía algo ganado. Una de las cosas más bonitas que me ha enseñado el deporte es respetar a mis rivales.

P.- Con un 100% de efectividad en los juegos, todo lo que toca lo convierte en oro. ¿cuál ha sido el más especial de los 3?

R.- Cada oro que he conseguido ha sido muy especial pero el tercero, el que logré en Londres fue histórico. Y eso que estuve cerca de quedarme fuera porque quedé quinta en el Europeo previo, tuve suerte. Sentí que el esfuerzo que había invertido se estaba reconociendo, pero era consciente de que era una cosa pasajera y que volvería al anonimato como le ocurre a tantos deportistas. Entre medalla y medalla pocos se acuerdan de nosotros, pero estoy en el deporte por amor propio y porque siento la necesidad de luchar y competir.

P.- ¿Está preparada para pelear por la cuarta medalla en unos Juegos Paralímpicos?

R.- Puedo cumplir el ciclo olímpico si los medios se ponen. Si me tengo que sacrificar como en el pasado, con esa precariedad en las concentraciones, el tener que estar pagándome los viajes y el material, estaría complicado. También me tiene que acompañar la fuerza. Si me ayudan un poco pienso que llegaría a Río de Janeiro con opciones de medalla.

La judoca paralímpica Carmen Herrera. Fuente: Avance Deportivo

P.- No estaría mal despedirse igualando a su ídolo, el brasileño Antonio Tenorio, tetracampeón paralímpico.

R.- Para mí es el referente principal en el judo paralímpico, es muy respetado a nivel internacional y sería fantástico retirarme igualando su récord.

P.- Tras el fiasco de Madrid 2020, ¿qué panorama se presenta en los próximos años para los deportistas?

R.- Muy malo. El deporte español, excepto el fútbol y baloncesto, está tocado de muerte. No vive su mejor momento a pesar de que los resultados están acompañando. Necesitábamos esos Juegos Olímpicos, pero el panorama pinta muy negro. La realidad de los judocas españoles, al igual que el resto de deportistas minoritarios, es muy triste, nunca hemos tenido demasiado dinero y siempre andamos con lo justo.

P.- Antes de los Juegos de Londres 2012 se marchó a la residencia Blume de Madrid tras un bajón anímico, ¿en qué aspectos ha mejorado con ese cambio?

R.- Las facilidades que me han dado tanto para entrenar, como para estudiar, y en mi vida cotidiana. Ahora en Madrid me ponen las cosas muy fáciles, simplemente con el hecho de que me laven la ropa o me pongan un plato de comida por delante me parece algo extraordinario.

P.- Volviendo a los inicios, ¿por qué el judo?

R.- La conexión con el deporte surge desde niña, pero a mi familia no le parecía algo bueno que una chica hiciera deporte. Esa frustración la llevé bastante mal y lo primero que hice cuando pude decidir por mí misma fue buscar una actividad física que me gustara. Me gustaba el atletismo pero me decanté por el judo porque retas a alguien y a ti misma. El judo ha sido un deporte que me ha aportado amor propio, saber apreciarme a mí misma y a mis rivales.

P.- ¿Cuáles son sus principales armas en el tatami?

R.- Mi cabeza, mi psicología, el no tirar nunca la toalla. No soy la más brillante, ni la mejor técnicamente ni tengo una gran táctica, pero cuando salgo al tatami aunque vaya perdiendo, jamás dejo de aspirar a ganar el combate, nunca renuncio ni doy nada por perdido.

P.- La denominan ‘Valkiria del Sur’, ¿de dónde surge ese apodo?

R.- Me lo puso un periodista porque al ser rubia y luchadora, blanco y en botella. Las Valkirias eran entidades de la mitología vikinga que a los guerreros les traían la victoria en las batallas.

P.- Su próximo reto es el campeonato de Europa, ¿cómo lo afronta?

R.- Es un torneo importante donde espero sacar un buen puesto para acumular puntos para el ranking. Me veo con posibilidades de podio, pero no estoy a tope, he tenido una lesión de cadera y me lo he tomado con más calma para enfocar el próximo mundial con más fuerza y dejar el europeo como un trámite duro que tengo que superar.