Brigitte Yagüe: «Si el cuerpo no responde como tú quieres es hora de retirarse»
La taekwondista Brigitte Yagüe, a sus 34 años, ha anunciado su retirada en la alta competición tras haberse convertido en tricampeona del mundo y plata olímpica de taekwondo.
Esteban Reyes
@estebanrg13
22 de noviembre de 2015, 00:20
La mallorquina Brigitte Yagüe, taekwondista tricampeona del mundo y plata olímpica de taekwondo, ha anunciado que se retira de la alta competición y que comenzará a centrarse en una nueva vida alejada de la práctica del taekwondo pero ligada, inevitablemente, al mundo del deporte. Brigitte ha explicado el motivo de su retirada y lo difícil que le ha resultado tomar la decisión de abandonar su apasionado deporte, el taekwondo.
Pregunta.- ¿Qué le ha llevado a tomar una de las decisiones más importantes de su vida? ¿Le resultó difícil tomarla?
Respuesta.- Hacía ya varios meses que me sentía agotada físicamente, que cuando llegaban las competiciones mi cuerpo no respondía al nivel que yo le estaba exigiendo y, al final, terminaba sufriendo en la pista porque realmente me encanta competir, pero que mi cuerpo no respondiera ya era para mí frustrante por no realizar lo que me exigían. Fue entonces cuando empecé a perder la motivación a raíz de ese cansancio físico y, al final, hace un mes fue cuando tomé la decisión. Me ha costado mucho asumir que mi cuerpo no respondiera, pero esto es ley de vida y el deporte siempre tiene fecha de caducidad, si el cuerpo no responde como tú quieres es hora de retirarse.
P.- Y habla de un tema mental, precisamente va a seguir vinculada al deporte en la rama de la psicología deportiva, ¿no?
R.- Sí, me encantaría puesto que he vivido muchas experiencias durante mi carrera deportiva. Llevo más de 18 años en la alta competición y me ha ayudado a la hora de asesorar y poder ayudar a deportistas a superar diferentes situaciones. Por ello, me quiero especializar un poco más en esta carrera a través de la Universidad de Murcia.
P.- Si hay algo en común que tienen todos los campeones como usted es que disfrutan con el deporte, con las competiciones. ¿Es verdad que en el momento en que no hay una sonrisa se pierde un poco el objetivo?
R.- Exacto. Yo creo que nos movemos por motivaciones y sensaciones, sobre todo, aquí en España que practicamos el deporte porque nos gusta y nos divertimos, no como en otros países que lo practican por necesidad como es el caso de China o Rusia, por ejemplo. Aquí en España, cuando notas que ya no disfrutas y que al final estás haciendo algo que te hace sufrir y que no te motiva, es el momento de retirarse. Yo me había planteado mi retirada hace años pero lo practicaba y competía porque seguía disfrutando en la pista, una vez que me ha desaparecido eso, pues he tomado la decisión.
P.- En España, como ha dicho, además de luchar con el contrario e intentar competir, también hay que tener recursos para poder practicar el deporte, es doble lucha.
R.- Bueno, aquí a nivel nacional sí que es verdad que tenemos ayuda del Consejo Superior de Deportes, del Comité Olímpico y del programa ADO. No me puedo quejar porque siempre he sido una deportista que ha subido a un podio mundial con lo cual he estado dentro del programa ADO durante muchos años y siempre he tenido un apoyo económico. El taekwondo era un deporte que me hacía sonreír y ser una persona positiva. Sin embargo, hacía unos meses, mi carácter cambió, mi mentalidad estaba negativa, y es que yo veía que no aguantaba el ritmo que le estaba exigiendo al cuerpo, y es normal, cuando una persona pasa la barrera de los 30 años hay que saber escuchar el cuerpo. Yo lo he escuchado, aunque me ha costado porque al final he estado 4 meses compitiendo a un alto nivel cuando mi mente no estaba capacitada para hacerlo. Pero claro, hay que intentarlo y decidirlo cuando realmente estás segura de lo que estás diciendo.
P.- Son muchos años en la práctica del taekwondo, desde los 10 años.
R.- Empecé con 10 años y con 16 años ya estaba en el equipo nacional compitiendo a nivel internacional y entrenando fuera de casa con la selección en Barcelona durante 15 años, y luego aquí en Mallorca. Y es que son muchos años en la alta competición y está claro que el cuerpo iba a decir ¡basta! a ese ritmo. Me ha costado escucharlo porque me ha costado meses. Así que pones una balanza y resulta que te da negativo, por lo que tienes que decidir.
P.- El cuerpo ya estaba dándole muchos avisos, ¿de qué tipo?
R.- Me estaba dando muchos avisos, lo que pasa que para un deportista es difícil escucharlos porque tú te encuentras que puedes estar ahí y quieres más y más, y con los Juegos Olímpicos cerca… Pero al final te das cuenta de que no sales con la misma motivación por el cansancio del cuerpo, y claro, es imposible estar entre las mejores del mundo con esa mentalidad negativa.
P.- ¿La presión de continuar era suya o externa?
R.- Era mía. Realmente es difícil porque has estado durante 18 años practicando este deporte en la alta competición y me gusta competir y me gustará siempre. Pero cuesta mucho decir adiós a la competición, es que es muy difícil, y sé que cuando lo hiciera, sería un adiós verdadero. Ahora tengo un gimnasio aquí en Mallorca y mi motivación son mis alumnos y que pueda conseguir títulos.
P.- La relación con el taekwondo ha sido fructífera desde el principio pues ya en 1998 fue oro en el mundial júnior y desde ahí empezó a sumar medallas. ¿Cuál recuerda con más emoción?
R.- La que recuerdo con más emoción fue la medalla olímpica ya que iba buscándola desde hacía 8 años, desde las Olimpiadas de Atenas en 2004, y que no la consiguiera hizo que me pusiera la meta de intentar conseguirla. Me costó 8 años conseguir esa plata olímpica y en el momento que pasé a semifinales fue una experiencia increíble.
P.- Aunque aquí en España se valora mucho la medalla en los Juegos, para usted también han sido muy importantes los mundiales.
R.- Para mí, por sensaciones, fue la medalla olímpica porque me costó 8 años. Pero si me dijeras con cuál te quedas de toda tu trayectoria deportiva, te digo que me quedo con los 6 podios mundiales porque he estado durante 12 años en la élite del mundo, logro que no ha conseguido ninguna taekwondista en el mundo por ahora.
P.- Tampoco todo ha sido fácil, porque además de la lesión del año pasado que estuvo unos meses fuera de la competición, la más significativa fue la que le impidió estar en Pekín.
R.- Sí, me lesioné justo antes de la clasificación para los Juegos Olímpicos de 2008, fue difícil porque después de competir en Atenas 2004 y perderme el primer combate, volví a decirme que quería conseguir esa medalla olímpica. Lesionarte 3 semanas antes y dejarte fuera de los Juegos fue duro de asumir hasta el punto que me planteé retirarme. Aunque esperé medio año para poder recuperarme, dejar esa mentalidad negativa y asumir esa lesión, y así volví a soñar con la medalla olímpica.
P.- Lleva el gimnasio con su marido Juan Antonio Ramos. ¿Qué objetivos tienen? ¿Cómo trabajan?
R.- Nosotros en el gimnasio tenemos 2 ramas: el taekwondo base y el taekwondo de alta competición. Mi marido se encarga del taekwondo de alta competición donde entrena a deportistas de alto nivel para competir en campeonatos mundiales, continentales e incluso olímpicos. En el taekwondo base intentamos enseñar la técnica, la táctica y, sobre todo, lo que es la competición de combate. Enseñarles todo lo que hemos aprendido. Ahora me incorporaré yo para ayudarles y estar involucrada en el gimnasio. Intentamos que aprendan una buena base de técnica en competición que puedan llevarlos a ganar competiciones. A nivel nacional, España siempre ha tenido buenos competidores, tanto campeones del mundo como olímpicos, y siempre han salido niños y niñas que lo han hecho bien; así que seguramente el taekwondo español seguirá siendo bueno con una buena base y con mucha competitividad.
P.- ¿Qué va a echar más de menos?
R.- Voy a echar de menos, sobre todo, esos nervios antes de salir a competir, esa adrenalina que te entra en el cuerpo cuando entras en la pista y saludas. Aunque seguro que mis alumnos me darán también esos nervios pero esta vez desde la silla, sentada como entrenadora.