Blanca Manchón en el Trofeo Ciudad de Santander. Fuente: Martínez Studios

Jesús Ortiz García
Actualizado: 3/09/2014 10:00 horas

Con desparpajo y una sonrisa perenne cabalga sobre su tabla para domar al viento y al mar furioso. Blanca Manchón se consolida en la élite del windsurf en la clase olímpica RS:X, con 3 Copas del Mundo y 2 títulos Mundiales, pero quiere más. Tras una temporada «algo caótica» con algunos problemas de salud, la regatista del Club Náutico de Sevilla es una de las grandes esperanzas de la vela española para el Mundial que arranca el 8 de septiembre en Santander. Bajo las directrices técnicas de su hermano Curro, espera conquistar una medalla. «Conozco bien estas aguas, me siento en mi mejor nivel y me veo con opciones de ganar», avisa.

Pregunta.- Santander ya despliega velas para el Mundial, ¿cómo afronta el campeonato?

Respuesta.- Ya estamos listos para empezar después de una gran preparación física y técnica. Estoy en un buen nivel, es cuando mejor me encuentro y me siento bastante cómoda con el material que llevo. En los entrenamientos que he realizado estos días en Santander con chicas que están en el Top 10 internacional, he ganado casi todas las mangas, así que me veo con muchas opciones de ganar.

La windsurfista sevillana. Fuente: AD

P.- ¿Qué balance hace de la temporada?

R.- Ha sido un poco caótica porque al ser asmática he enfermado varias veces y lo he pasado mal. Empecé el año con un bronce en el Trofeo Princesa Sofía de Palma, después tuve un accidente en Hyeres (Francia), donde quedé inconsciente y me reincorporé poco a poco porque le cogí miedo. Luego Fuimos a una prueba en Inglaterra y quedé 2ª, y en el Europeo de Turquía no lo hice bien, no había entrenado nada. Ahora llego al Mundial con muchas fuerzas para luchar por medallas, estoy en mi máximo nivel, es la vez que más fuerte estoy en los últimos 4 años y voy a por medalla.

P.- Para este Mundial estrena vela nueva, ¿están funcionando los cambios?

R.- Mejor de lo que pensaba, la vela va como la seda. Hemos comprado material nuevo porque el que tenía estaba ya muy viejo y era de segunda mano. Lo he podido cambiar gracias a mis patrocinadores y hemos tenido suerte con lo que nos ha tocado, nos dará un gran salto de nivel.

P.- ¿Supone alguna ventaja el navegar en ‘casa’?

R.- Estuve viviendo en Santander 2 años y lo conozco bastante bien, en estos 2 últimos meses he estado entrenando allí, me siento muy cómoda y lo tengo todo más o menos controlado. Las sensaciones son buenas y estoy bastante motivada. Pero también es cierto que es un escenario complicado, un poco loco en cuanto al tiempo y hay que entrenar mucho para adaptarse. Las condiciones meteorológicas cambian de un día para otro, incluso a veces en pocas horas. Será una regata muy física.

P.- ¿Hay favoritas para las medallas?

R.- El nivel está muy alto, las chicas se pusieron las pilas después de los Juegos Olímpicos de Londres. Hay un grupo de 10 regatistas muy igualado, lo mismo se meten en el podio o igual se quedan fuera. Será muy complicado y como me despiste me pasan todas. Tengo que cumplir con mi función, hacerlo bien y esperar a que mis rivales fallen, ganará la que menos errores cometa en las mangas.

Blanca Manchón en una prueba. Fuente: AD

P.- En juego hay una plaza para los Juegos Olímpicos de Río si Marina Alabau o usted quedan entre las 8 primeras. La pena es que sólo una estará en Brasil.

R.- Este deporte es así, uno por país en las Olimpiadas y ya está. Es injusto que pueda ir una chica que queda la 50 en un Mundial y otra que está en el Top 10 no pueda. Pero es algo que al final lo asumes. Puedes quedar durante 2 años subcampeona del mundo y quedarte sin ir a los Juegos porque en el año de clasificación te lesionas, enfermas o te sale una mala temporada.

P.- Se perdió los de Londres 2012, ¿ya piensa en Río 2016?

R.- No estuve en los anteriores Juegos y eso que iba 1ª en el ranking mundial, pero no sirvió de nada. En 2015 la federación española organizará varias competiciones y quien lo haga mejor es la que irá. Por ello nuestro enemigo también está en casa, mi rival a batir será sin duda Marina Alabau. Ambas mantenemos desde hace años un pique sano, algo que es bueno porque hace que subamos de nivel. Mi objetivo es estar en Río, todo lo he sacrificado por ello. Este año me lo he tomado algo más light porque 2015 será decisivo. Si este año año he entrenado a un 70%, el próximo será a un 200%.

P-. Su única experiencia olímpica la vivió en Atenas 2004 con 17 años, ¿en qué ha cambiado en estos años?

R.- Sigo teniendo esa parte de navegar por intuición y la frescura que tenía cuando más niña. Antes lo veía más como un juego, ahora es mi profesión y mi trabajo. A veces me gustaría tener más tiempo para hacer otras cosas como ir de compras, tener más vida social, pero no puedo porque tengo que entrenar y competir. Aunque me siento afortunada por dedicarme a lo que me gusta.

P.- ¿Se puede vivir de la vela?

R.- Es muy difícil, sólo las mejores del mundo. Yo no me puedo quejar, tengo una pequeña beca y cuento con la ayuda de Nike desde hace 4 años y también con la empresa sevillana Emasesa. Me encantaría tener un patrocinador fuerte que me ayudara en mi sueño hacia Río, que me apoyase económicamente para poder viajar y entrenarme en los mejores sitios y que me cubriese los gastos de material, pero siendo realista, sé que no pasará (risas).

P.- Su otra pasión es la moda, incluso ha sacado su propia marca de neoprenos, ¿qué tal va?

R.- Empezamos hace 2 años y está funcionando bastante bien. Blondy es una marca de neoprenos innovadores, sólo para chicas, con diseños muy funcionales y cómodos. Me encanta el tema del diseño, la moda y la fotografía, he tenido la oportunidad de hacer sesiones de fotos y me gusta mucho, es una forma también de promocionar el windsurf.

Blanca junto a su equipo. Fuente: Martínez Studio

P.- ¿Recuerda la primera vez que se subió a una tabla?

R.- Fue con 6 años, no había velas tan pequeñas en esa época y mi padre encargó que me hicieran una de 2 metros. Me la puso de color rosa, buscó un trozo de palo para que sirviera de botavara y una tabla muy vieja que tenía. Ataba una cuerda a la tabla y salía a navegar, cuando estaba muy lejos, mi padre tiraba de ella y me recogía (risas). Y con 12 años llegó mi primer trofeo, subcampeona del mundo alevín en Murcia, frente a chicas más mayores.

P.- Siendo hija y hermana de regatistas, estaba predestinada a vivir sobre una tabla de windsurf.

R.- Incluso mi madre cuando estaba embarazada de mí estuvo compitiendo, así que no tuve mucha opción de dedicarme a otro deporte (risas). Mis padres y mi hermano Curro lo practicaban y viajábamos por toda Europa con una autocaravana para participar en campeonatos. Siempre he sido la pequeña de mi grupo de windsurf y he navegado y competido con las mejores desde niña. Fui heredando las velas de mi hermano e intentaba imitar sus pasos.

P.- Ahora Curro es su entrenador, ¿qué tal os lleváis?

R.- Al principio pensamos si era o no buena idea navegar juntos, pero tenemos una forma de ser diferente y por eso creo que encajamos muy bien. Ambos nos respetamos y nunca hemos tenido un enfado. Él siempre quiere lo mejor para mí y todo le afecta un poco más. Debe aprender a relajarse (risas), ese es el único problema. Me entiende a la perfección, con sólo mirarnos ya sabemos en que estamos pensando. Al final todo queda en familia, porque mi novio (Manuel Halcón) es mi preparador físico, me entrena y me ayuda a buscar patrocinadores o a organizarme la agenda. Estoy compartiendo un sueño con la gente a la que quiero y para mí es fundamental tenerlos cerca. Somos un equipo, sin ellos no puedo conseguir nada.