Aprender y disfrutar, el reto de las chicas del bobsleigh
El equipo femenino español formado por Bárbara Iglesias y Cristina Ibaseta acude al Campeonato Mundial Júnior en Winterberg (Alemania) con ilusión.
Jesús Ortiz García
No paran de esquivar obstáculos en cada entrenamiento y viaje, el último, la descalificación para una prueba de la Copa de Europa por «falta de experiencia». Pero ni siquiera los continuos reveses minan la moral del equipo español de bobsleigh, que acaba de recorrer casi 2.000 kilómetros (entre Asturias y Alemania) en furgoneta para alargar su aventura en el hielo en busca de un nuevo reto: el Campeonato del Mundo Júnior.
Javier Pintado, enamorado de los deportes de inercia, con mucha voluntad y sacrificio lucha para situar a España en el mapa de la Fórmula 1 de la nieve. A Winterberg (Alemania) se ha llevado a Bárbara Iglesias (piloto) y a la debutante Cristina Ibaseta (frenadora), dos jóvenes que aún no han realizado ninguna bajada juntas por el tobogán helado.
«Noemí Pérez ya no puede disputar esta competición por edad, así que hemos cambiado el equipo. Las dos chicas nunca han pisado una pista de hielo juntas. No tenemos entrenamientos hasta el mismo día que vamos a competir porque no tenemos presupuesto para acudir al lugar unos días antes», comenta Pintado. Varias sesiones físicas sobre el tartán de atletismo y 20 horas de viaje es lo único que compartirán antes de sentir la velocidad de las cuchillas deslizándose por el hielo.
Iglesias lleva dos años en este deporte e Ibaseta experimentará una nueva modalidad después de practicar el lanzamiento de jabalina. «Bárbara viene de los deportes de inercia sobre asfalto, tiene gran capacidad de aprendizaje y de mejora para adaptarse a la pista, es sutil en las curvas, una buena piloto. A Cristina la hemos escogido porque tiene lo que necesitamos para el bobsleigh: fuerza y explosividad. Necesita rodaje, pero la haremos una buena frenadora y copiloto», analiza Pintado.
Acabar la carrera, el objetivo
Acumular rodaje, conocer los circuitos, aprender y disfrutar en cada carrera es el objetivo marcado. «Somos conscientes de nuestra capacidad, estamos en una división distinta del resto de países. Debemos ir mejorando, recortarles en tiempo y afinar en las trazadas», apunta Pintado.
«Lo bueno es que se trata de un circuito bastante accesible, no muy complicado, tiene sus trampas, pero ayuda mucho. Lo malo es que para hacer buenos tiempos y conocer las trazadas necesitas mucha experiencia. Nuestro objetivo es finalizar la carrera, estamos a años de luz de muchos equipos y no podemos pretender ni siquiera igualarlos», subraya el entrenador.
En esta nueva temporada cuentan con una ayuda importante, la de Oxana Tatchina, ex piloto de bobsleigh por Rusia. «Estamos constantemente reparando los bobs -vehículos con los que compiten- porque son precarios y están dañados y ella nos aporta muchos conocimientos», recalca el asturiano. Con escasez de medios pero con ingenio e ilusión lucharán contra equipos que cuentan con grandes estructuras y bólidos de última tecnología.
Para estar en Winterberg han tenido que renunciar a otras pruebas por la falta de dinero, algo que ha afectado al equipo masculino. «La Federación Española de Deportes de Hielo nos ha dado algo más de apoyo, pero es insuficiente. Tras el problema que tuvimos con la Federación Internacional al no dejarnos competir en Altenberg, los chicos no podrán estar en el Mundial porque era una prueba que tenían para puntuar y clasificarse. Es una pena pero seguiremos trabajando para que en el futuro ambos equipos puedan competir», explica.