Anna Cruz: «Tras jugar en Estados Unidos, la guinda sería una medalla en el Mundial»
Jesús Ortiz García
Actualizado: 22/09/2014 11:00 horas
El año pasado Anna Cruz vivió la cruz de la moneda, una lesión le dejaba apartada del Europeo que la selección española de baloncesto conquistaba en Francia. Se levantó y dio un salto de calidad en la Liga rusa con el Nadezhda Orenburg donde fue elegida mejor base de la competición. Pero aún le quedaba por vivir una de sus mejores experiencias. De la fría estepa dio un gran salto al Madison Square Garden, donde encandiló a la afición de las New York Liberty por su descaro y talento. 34 partidos como titular, con un promedio de 27,3 minutos, 7,7 puntos y 3,6 asistencias en la WNBA. Esta vez si estará a las órdenes de Lucas Mondelo para el Mundial de Turquía, al que llega lanzada y cargada de energía.
Pregunta.- Hace un año jugaba en la liga española y en estos últimos meses lo ha hecho en el templo neoyorquino, ¿ya lo ha asimilado?
Respuesta.- Aún sigo en una nube. De hecho, cuando regresé, todo el mundo me preguntaba sobre cómo ha sido, lo volví a recordar y seguía sin créermelo, no lo he asimilado. Cuando viajé para los entrenamientos del Training Camp iba con la idea de que a las 2 semanas estaría de vuelta con mi familia, pero les gusté y me quedé. Tuvo mucho que ver que iba sin ningún tipo de presión, me lo tomé como si fuese un premio. Las americanas son unas privilegiadas y entrar en un equipo como nueva y extranjera, es muy complicado. Todo salió perfecto.
P.- ¿Cómo convenció a un entrenador como Bill Laimbeer, uno de los ‘Bads boys’ de la época gloriosa de Detroit Pistons?
R.- Ví algunos vídeos suyos y sabía que era un jugador duro. Ese carácter y genio también lo tiene como entrenador, le gusta ir al detalle, así que tienes que estar concentrada durante todo el entrenamiento para no desquiciarlo (risas). Al principio impone, pero es cercano y le gusta hablar con las jugadoras. Me ha ayudado mucho y ha acabado contento con mi rendimiento.
R.- ¿Qué balance hace de su primera temporada en Nueva York?
P.- Ha sido una experiencia inolvidable y eso que al principio me costó adaptarme a la manera de hablar de las jugadoras, lo hacen muy rápido y casi no pronuncian. Eso era una barrera ya que jugando en la posición de base es más complicado porque tienes que estar dirigiendo al equipo y comunicarte con el resto todo el partido. Al final, me gané el respeto de mis compañeras y me ayudaron bastante. Estoy contenta con el juego que hice pero sé que puedo hacerlo mejor. Y jugar en el Madison fue un sueño hecho realidad, se me puso la piel de gallinas al jugar ante 10.000 espectadores.
P.- ¿En qué cree que ha mejorado tras su paso por la WNBA?
R.- He mejorado bastante en penetrar un poco más fuerte al aro, allí permiten más contacto físico, faltas que se pitan en Europa, en Estados Unidos no existen. Si algo me llevo de allí es entrar a canasta con más fuerza, protegiendo el balón y también defender con más intensidad y correr al contraataque.
P.- ¿Le gustaría repetir la experiencia?
R.- Mentiría si dijese que no quiero volver, me ha gustado mucho jugar en la mejor liga del mundo, con las mejores jugadoras y ojalá no se quede sólo en un año, quiero repetir la experiencia y mejorar lo que he hecho esta temporada. Pero aún no sé como se darán las cosas el año que viene.
P.- Ahora llega la selección y el Mundial, ¿cómo afronta esta nueva etapa?
R.- El 2014 ha sido un año inolvidable, he vivido momentos increíbles, experiencias nuevas y tras jugar en Estados Unidos, la guinda sería hacer un buen papel y lograr una medalla con la selección en el Mundial. Después de no haber podido estar en el Europeo del año pasado tengo ganas de demostrar que puedo ser útil en este equipo, estoy muy ilusionada.
P.- El seleccionador ha descartado a campeonas de Europa como Queralt Casas, Cristina Ouviña y Cindy Lima, ¿está caro hacerse con un hueco en este equipo?
R.- Siempre es difícil llegar a estar entre las 12 elegidas, nunca puedes dar por sentado que vas a estar. Tienes que ir preparada y trabajar en cada entrenamiento para convencer al entrenador, porque en la selección hay mucha calidad. Este año se han quedado fuera jugadoras con gran talento que en Europa son titulares en sus equipos, pero desgraciadamente solo pueden ir 12. Es muy duro, yo he vivido la cara y la cruz de la moneda y se pasa mal, ahora también por mis compañeras, pero es ley de vida.
P.- ¿Qué sensaciones tienen para el Mundial?
R.- Los últimos torneos han sido muy duros, algunos partidos con marcadores muy ajustados que nos vendrá bien en el Mundial para jugar con ese tipo de presión. Todavía nos falta ajustar algunas cosas para llegar al 100% y también que se incorpore Sancho Lyttle, que es una pieza importante para el equipo. Vamos con buenas sensaciones, mentalidad positiva y queremos mejorar el bronce que logramos en el Mundial de 2010, pero sin confiarnos, con los pies en el suelo y con la típica frase de partido a partido.
P.- Japón, Brasil y República Checa, ¿cómo ve el grupo en la primera fase?
R.- Un grupo muy duro, Japón es un equipo al que nos enfrentamos en un torneo de preparación y no paran de moverse, son incómodas, juegan con muchos cortes y hay que saber adaptarse y defenderlas. Brasil es un conjunto muy fuerte físicamente, son muy grandes y República Checa es un equipo bastante completo, con jugadoras veteranas que saben a lo que juegan. Tenemos que hacer nuestro juego y con nuestra seña de identidad, salir en cada partido a muerte y nunca bajar los brazos aunque la pelota no entre. Si algo nos caracteriza es que no nos gusta perder ni al parchís.
Barcelona, 27-10-1986
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Burgos
Ha jugado en equipos como UB-FC Barcelona, Arranz Jopisa Burgos, Olesa-Espanyol, Rivas Ecópolis, Nadezhna Orenburg de Rusia y New York Liberty.
Conquistó con Rivas Ecópolis la Copa de la Reina en 2011 y 2013 y subcampeona de la Euroliga en 2012
Con la selección española: plata junior en 2004, bronce en el Europeo de 2009 y bronce en el Mundial de 2010
Undécima española que ha jugado en la WNBA, la mejor liga del mundo, con 34 partidos como titular, con un promedio de 27,3 minutos, 7,7 puntos y 3,6 asistencias.