Ángel David Rodríguez: “El atletismo español ya no es sota, caballo y rey porque hay atletas con posibilidades en Tokio"
El velocista ha apuntado, entre otros, a Bruno Hortelano, Sergio Fernández, Igor Bychkov o Ana Peleteiro y ha avisado que vuelve a tener «hambre» y que competirá de nuevo en 200 metros lisos con un claro objetivo: «Bajar mi marca personal de 10.14 segundos en los 100 metros» y «seguiré compitiendo hasta que me quede cojo».
Avance Deportivo
@deportivoavance
17 de abril de 2017, 12:00
Ángel David Rodríguez es uno de los atletas con más años de experiencia a sus piernas de la Residencia Joaquín Blume del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Se calzó sus primeras zapatillas con 8 años y desde entonces ha sido casi cincuenta veces internacional en pruebas de 60, 100, 200 metros lisos y en relevos de 4×100. Está convencido de que los años no hacen más que sumar y ahora, con 36, el trabajo y la ilusión que siempre lo han caracterizado lo llevan a marcarse nuevos objetivos: «Desde hace unas semanas tengo la sensación de morir todos los días entrenando. Ha dejado de molestarme una lesión que tuve en el pie hace tres años y ahora que ya no me duele vuelvo a tener hambre. Por eso, estoy entrenando de nuevo para los 200 metros lisos con el propósito de volver a competir en esta prueba y, sobre todo, para bajar mi marca personal de 10.14 segundos en los 100 metros», avanza.
Las lesiones le han hecho vivir los momentos más difíciles en más de 25 años dedicados al deporte. La peor llegó en uno de sus mejores momentos: en 2013 consiguió batir el récord de España en los 60 metros parando el cronómetro en 6.55 segundos. «Estaba décimosegundo en el ranking mundial y tercero de Europa, faltaba un mes para la gran cita continental y una lesión truncó la verdadera mayor oportunidad que he tenido. La otra fue en los Juegos de Londres, donde sí tenía la mínima, pero venía de una rotura de fibras. Sé que son cosas que pasan», explica Ángel David al tiempo que confiesa que momentos así lo han llevado a plantearse otras opciones: «Con 28 años pensé seriamente en hacer salto de longitud. Hace menos también me planteé practicar deportes de invierno, como deslizamiento o bobsleigh. Por ahora voy a seguir un año más».
Viajó al Campeonato Europeo de Belgrado como capitán de una selección que apunta a convertirse en una de las mejores de la historia del atletismo español. «Estoy convencido de que el futuro es prometedor, pero se necesita paciencia. El atletismo español de hoy ya no es el sota, caballo y rey que había históricamente, con la marcha, medio fondo, fondo y longitud como pruebas en las que más destacábamos; ahora hay atletas con posibilidad de ser finalistas o conseguir medallas en Tokio 2020 en otras con menos tradición», asegura.
Entre los «futuros ídolos de este deporte» señala a Bruno Hortelano, Sergio Fernández o Yidiel Contreras. «En salto tenemos a Eusebio Cáceres, Pablo Torrijos, Ana Peleteiro o Juliet Itoya, a quien todavía le falta más para dar; en pértiga a Igor Bychkov, que ha estado ya en dos finales en campeonatos del Mundo; y, por supuesto, a Orlando Ortega».
Una nueva generación de atletas que empieza a cambiar la forma de ver este deporte: «Antes solo entrenábamos. Ahora también estudiamos y hacemos un trabajo muy importante de comunicación para crear nuestra marca, imagen y buscar sponsors. Tenemos que utilizar los nuevos canales que están a nuestro alcance para llegar al público joven y contarles todo lo que hacemos». Lo dice quien creó la que ya se ha convertido en la marca digital del deporte español, #TeamESP.
En su papel de hermano mayor, asegura, ése es uno de los mejores consejos que puede dar a sus compañeros. El que más les repite es «trabajo y más trabajo». Él seguirá aplicando esa fórmula con la que ha conseguido que su nombre identifique a uno de los velocistas españoles más rápidos de todos los tiempos. «Seguiré hasta que me quede cojo», remata.