Alfonso Cabello, un rayo en el velódromo
A sus 20 años el ciclista de La Rambla (Córdoba) se colgó 2 medallas de oro y pulverizó 2 récord del mundo en el Mundial de ciclismo adaptado en pista en México. Busca patrocinadores que le ayuden a seguir progresando: «Si no, tendré que dejarlo», dice.
Jesús Ortiz García
Actualizado: 17/04/2014 14:00 horas
Albert Einstein decía que ‘Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad’. De eso sabe mucho Alfonso Cabello, el rayo del ciclismo español en pista. Con escasos recursos y ayudas, a sus 20 años cuenta con un palmarés envidiable, oro en los Juegos Paralímpicos de Londres y el título mundialista. Apenas hace unos días se coronó en Aguascalientes (México) como el más rápido, pero su ambición le lleva a otear el horizonte en busca de nuevos desafíos.
A lomos de su bicicleta voló para colgarse 2 medallas doradas y pulverizar el récord del mundo en la categoría MC5, con un tiempo de 1.01:683 en la prueba del kilómetro contrarreloj. «Esperábamos rondar esa marca, pero no alcanzar ese fantástico registro. Me salió todo rodado, tuve un día excelente», apunta.
Y eso que tuvo que lidiar también con las condiciones meteorológicas y los 2.000 metros sobre el nivel del mar en el que se encuentra el velódromo mexicano. «Soy de Córdoba y, por tanto, muy habituado al calor, pero las temperaturas han sido extremas, hemos llegado a alcanzar hasta 46 grados en la pista y hubo desmayos por la alta humedad», indica.
Con velocidades entre los 74 y los 76 kilómetros por hora, el deportista andaluz, que nació sin parte del antebrazo y la mano izquierda, hizo historia en el Mundial con una carrera perfecta: «Sentí alivio porque es el premio a tanto trabajo, a muchos entrenamientos duros en los que acabas tirado por el suelo. Por ello salgo siempre con mucha rabia, a dar el 120% de mis posibilidades y cuando las cosas salen tan bien te reconforta mucho porque ves que el sacrificio merece la pena».
Su gesta no terminaría ahí ya que sólo unas horas después llegaba el segundo maillot arco iris con la medalla inesperada. Junto a Amador Granados y al joven Eduardo Santas subieron al primer cajón del podio en la prueba de velocidad: «Fue una sorpresa y la clave estuvo en Eduardo. Disputaba su primera prueba internacional y quizás los nervios le podían jugar una mala pasada. Pero al contrario, se sacó de la manga una arrancada espectacular, fue como una moto y sirvió para ganar y batir el récord del mundo», rememora.
Nuevos retos
El ciclista apenas lleva un par de días en La Rambla y ya piensa en sus próximas aventuras. «Ahora quiero saborear las medallas pero me gustaría correr en el campeonato de España absoluto. Mi reto es superarme a mí mismo, tengo mucha ambición y nada mejor que volver a ganar el Mundial y estar en los Juegos de Río de Janeiro», subraya.
Con la tercera mejor marca establecida por un kilometrista español, algunos han sugerido la posibilidad de poder competir con deportistas sin discapacidad. «Es un objetivo que me he marcado y sé que cumpliré tarde o temprano. No tengo prisas ni me obsesiona, aún hay diferencia con ellos, pero si mantengo esa constancia, voluntad y progreso, lo conseguiré», afirma.
Para no estancarse, la imberbe joya del ciclismo español necesita apoyos y recursos suficientes. Entre Galapagar y Valencia alterna los entrenamientos, aunque asegura que las instalaciones en pista en España no son las adecuadas. «Ni siquiera tenemos un velódromo de madera con calefacción para entrenar. Preparé el Mundial en cemento y bajo cero, por lo que la musculatura se resiente y no responde con ese frío», lamenta.
Cabello añade que hay una diferencia abismal respecto a otras selecciones, un aspecto por el que sus logros cobran un mayor mérito. «Por ejemplo, Gran Bretaña cuenta con un enorme presupuesto y es difícil luchar contra un ciclista que tiene a un ingeniero de Fórmula 1 para el túnel de viento o que tiene una bicicleta hecha a medida. Me enfrento a rivales con mejores medios, pero seguiré peleando», recalca.
En breve retomará sus estudios de bachillerato tras 5 meses sin tocar los libros y le gustaría hacer la carrera de INEF para ser profesor de Educación Física. Ahora percibe una beca del Plan Adop y una aportación de la Diputación de Córdoba. «Estas ayudas no durarán siempre y por eso hay que estudiar», dice.
Confía en encontrar un patrocinador para que ese sueño que empezó a construir de pequeño no se derrumbe. «Con lo que me dan no alcanza para la preparación, los arreglos de la bicicleta son caros, sólo el cuadro vale 7.000 euros y ahora lo tengo que cambiar. Ojalá salga alguna empresa que me patrocine, si no llegará el momento que lo deje porque me está costando dinero», añade.
Un deportista innato
Gracias a la educación de sus padres, Cabello siempre pensó que podía hacer todo lo que se propusiera. «A mi manera y con esfuerzo, pero lo consigo. Es más, mientras atiendo a esta entrevista estoy echando unas carreras en los karts (risas)», dice. «Bastantes barreras nos pone la sociedad, por eso mi familia nunca me ha sobreprotegido», apunta. De pequeño hacia natación y jugaba al fútbol, baloncesto, balonmano, voleibol, tenis… hasta que con 8 años cogió una bicicleta y empezó a competir con otros niños sin discapacidad.
Hasta hace unos años competía sin prótesis, así que sólo podía frenar con la mano derecha. No olvida su primera carrera en Pedro Abad (Córdoba). «Llegué con una bicicleta con los cambios en el cuadro y sólo con el freno de atrás. Me dieron la del ‘pulpo’, quedé el último y dí gracias que no me doblaron. Pero al siguiente año, la primera prueba fue en Pozoblanco y gané. Cuando la gente me veía decía ‘Pobrecillo este niño con una mano, esperemos que no se caiga’. Les he demostrado a todos que las barreras nos las ponemos nosotros y que muchas veces son más psicológicas que físicas», finaliza.
La Rambla (Córdoba), 19-9-1993
Medalla de oro en el Mundial de ciclismo en pista en Aguascalientes (México) en kilómetro contrarreloj y oro en la prueba de velocidad por equipos.
Medalla de oro en la prueba kilómetro en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012.
Bronce en el Campeonato del Mundo de Los Ángeles 2012 en kilómetro C5 y bronce en velocidad por equipos.
Cuarto en el Mundial en pista en Montichiari (Italia) 2011.
Tiene el récord mundial en kilómetro contrarreloj en la categoría C5 con un tiempo de 1.01:683