Alfonso Cabello, bronce en el velódromo de Río
El ciclista andaluz protagoniza una gran carrera en la prueba de kilómetro contrarreloj en los Juegos Paralímpicos y sube al podio tras registrar una marca de 1:04.494.
Jesús Ortiz García
@JesusOrtizAD
9 de septiembre de 2016, 22:13
Da igual que se vea obligado a entrenar en carreteras de polígonos o en la montaña por la falta de instalaciones de ciclismo en pista, Alfonso Cabello sabe explotar al máximo sus recursos y brilla cada vez se sube a la bicicleta. El triple campeón del mundo ha vuelto a demostrar su talento y explosividad en el velódromo conquistando el bronce en Río de Janeiro, su 2ª medalla en los Juegos Paralímpicos tras el oro de Londres 2012.
Era una misión complicada, ya que además de pedalear para combatir el tiempo, también tenía que lidiar con la factorización de esta prueba (su clase es C5), ya que competía con ciclistas de la categoría C4, a los que se le aplica un factor de ventaja que rebaja su marca en 2 segundos. Mientras que al cordobés, la amputación de su antebrazo izquierdo no le resta nada de tiempo. Por ello, subir al podio estaba muy caro, pero el corredor andaluz ha demostrado ser muy competitivo y voraz.
Se vació en el anillo de madera con una actuación soberbia, completando los 1.000 metros en 1:04.494. Salió con mucha fuerza, se mostró agresivo en los primeros 500 metros y pese a la fatiga, aceleró para lograr una gran marca que le daba el bronce. El oro fue para el británico Jody Cundy (1:02.473) y la plata para el eslovaco Jozef Metelka (1:04.194). «Tengo una buena salida pero sí que se me ha hecho un poco larga la prueba, soy joven y espero mejorar el fondo con los años», ha comentado.
El ‘Rayo’ de La Rambla ya avisó de que el oro era imposible ya que mezclaban la categoría C4, en la que Cundy tiene el récord del mundo (1:01.466) y la C5, donde Cabello es récordman mundial (1:01.683), pero a los primeros, por ser más severa su discapacidad, le dan 2 segundos de bonificación. «Este bronce me sabe a oro por lo del factor, he conseguido mejorar mi registro personal este año y estoy muy contento», ha añadido.
Estaba tranquilo, era consciente de que el podio sí estaba a su alcance. Calentaba en el rodillo mientras escuchaba música y cuando le tocó su turno, voló en el velódromo para lograr un bronce de gran valor. Lo dio todo, tanto que se desmayó nada más bajarse de la bicicleta. Un metal que se suma a sus 3 oros mundiales consecutivos, cuando está a punto de cumplir 23 años. Es la gran referencia del ciclismo español en pista, un deportista trabajador y que se entrega en cada competición. En Río no ha dicho su última palabra, ya que tendrá una nueva oportunidad en la prueba de kilómetro por equipos junto a Amador Granados y Eduardo Santas.
Humilde, luchador y perseverante, Cabello ha superado muchas barreras desde pequeño. Nació con una amputación del brazo izquierdo por debajo del codo, algo que no le impidió lograr el récord español absoluto en el kilómetro. Y está en la cima de este deporte pese a competir con ciclistas que cuentan con un mayor respaldo en cuando a infraestructuras. «Hay rivales que tienen muchos más medios que nosotros, pero no vale quejarse y llorar, sino valorar lo que uno posee y aprovecharlo. Como se dice en mi tierra, lo único que queda es apretar un huevo contra el otro y tirar hacia adelante. Me podrán ganar, pero ninguno le pondrá más ganas y empeño que yo», decía en la previa y ha cumplido su palabra.