Álex Vidal: «Quiero darle al taekwondo español la primera medalla en unos Juegos Paralímpicos»
Jesús Ortiz García
Actualizado: 12/02/2015 11:25
Con sólo 9 meses sufrió una enfermedad vírica y las altas fiebres le afectaron a la médula espinal en la zona cervical, lo que dejó sus brazos inmóviles. Con tesón y perseverancia, sus mejores armas, Álex Vidal Álvarez (Ribeira, A Coruña, 1981) se supera cada día y recupera movilidad a golpe de patadas en el taekwondo, deporte en el que ha conquistado 3 campeonatos del mundo y varias medallas en europeos. Ahora, esta disciplina será incluida en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020 y el deportista gallego ya ha iniciado su camino para cumplir su sueño.
Pregunta.- Era un secreto a voces y ya ha sido confirmado, el taekwondo estará en los Juegos Paralímpicos de 2020, ¿cómo acoge la noticia?
Respuesta.- Al principio cuando me lo dijeron no me lo creía. Llevaba muchos años esperando esta noticia, desde que surgió el parataekwondo en 2009 nuestra ilusión era estar en unas Olimpiadas. Desde la Federación Internacional trabajaron para formar parte de los Juegos en Río pero nos dijeron que no y la recompensa nos llega ahora con Tokyo 2020. Estoy muy feliz.
P.- Campeón del mundo en 3 ocasiones, también ha ganado medallas en Europa, le falta unos Juegos para redondear su carrera.
R.- Cuando empecé en el taekwondo tuve la suerte de competir con gente sin discapacidad siendo 2 veces subcampeón de Galicia, campeón gallego promesa, 3º en varios Open de España de clubes y 2º en un Open de México. Luego en parataekwondo gané 3 mundiales tras quitarme la espinita de haber perdido los 2 primeros. Y cuando consigues todo esto, como deportista piensas en lo más alto, en unos Juegos Paralímpicos. Para mí sería un orgullo representar a España y si logro subir al podio sería ponerle la guinda al pastel de mi carrera, dejaría mi huella en este deporte.
P.- A Tokyo llegaría con 38 años, ¿cuál es el camino a seguir?
R.- Al día siguiente de saber que sería un deporte paralímpico me reuní con mi equipo para fijar el plan a trazar en estos 5 años. Ahora hay que empezar a trotar y no hacer un sprint largo, sino un ciclo olímpico con calma, eligiendo bien los campeonatos a los que asistir dependiendo de si vamos bien de dinero o físicamente, con el objetivo de estar en Tokyo. Voy a darlo todo, trabajo y sacrificio, no sólo por mí sino por todas las personas que me apoyan cada día. Quiero darle al taekwondo español la primera medalla en unos Juegos Paralímpicos y espero que mis compañeros también ganen.
P.- ¿Hay nivel en el parataekwondo español?
R.- Hay un gran nivel, aunque somos pocos, 5 chicos y una chica. Tengo 3 oros y 2 platas mundiales así como un oro, una plata y un bronce en campeonatos de Europa. El canario Aythami Santana es 3 veces campeón del mundo y también campeón de Europa. A Gabriel Amado, de Extremadura, se le resiste el oro tras perder 2 veces la final en el Mundial. Y el resto está logrando buenos resultados, peleando por medallas. Se está trabajando muy bien.
P.- ¿Qué diferencias existen con el taekwondo convencional?
R.- Hay 4 categorías y no se pueden tirar patadas a la cara o a la cabeza. Mientras que los petos electrónicos, las reglas y el número de asaltos son iguales. La puntuación es 1 punto tras golpear directo al peto y si es con giro, 3 puntos.
P.- ¿En qué categoría compite?
R.- La mía es K43 menos de 61 kilos, una categoría cada vez más difícil porque hay mucho nivel y también diferencias con el resto de deportistas. El último Mundial fue para mí el más difícil porque yo peso 54 kilos y soy bastante bajo, mientras que mis rivales rondan los 61 kilos y eso es una pequeña desventaja. Después hay algunos al que les faltan las 2 manos pero tienen todo el rango completo para bloquear, hay quienes tienen un brazo perfecto y el otro más recortado. Y yo tengo los brazos bastante laxos para bloquear, por lo que tengo que utilizar la velocidad y la exigencia es mayor, pero como suelo decir, no regalan nada en esta vida.
P.- ¿Cuando vistió su primer dobok?
R.- Fue de rebote. Los médicos me dieron el alta médica con 18 años y me aconsejaron apuntarme a un gimnasio para mantener la poca movilidad que tenía y ganar en musculatura. Así que fui a Natural Sport Videlgi, de Ribeira, donde conocí a Juan Luis Martínez, mi entrenador. Un día me dijo que fuera a la clase de taekwondo a dar patadas y desde el primer momento me enganchó y a los 4 meses ya estaba compitiendo. Lo que más me gustó fue que me trataron como a uno más, aunque en el primer día de clase me dieron una paliza (risas), pero tenía claro que al día siguiente allí estaría otra vez para plantarles cara a mis compañeros. Empezó siendo un deporte y se ha convertido en un estilo de vida, en una droga sana.
P.- La practica del taekwondo, ¿le ha ayudado a recuperar movilidad en los brazos?
R.- Paso muchas horas en el gimnasio comiendo hierro (risas) y voy ganando musculatura, fuerza, agilidad y mejorando movimientos. Yo tengo polirradiculoneuritis, que mantiene mis brazos laxos. Alos 9 meses de vida tuve una fiebre muy alta y se trataba de un virus que me afectó a los nervios cervicales. No puedo cerrar ni abrir las manos y levantar los brazos sólo un ángulo de 20 grados. Pero aún así, doy gracias a Dios porque sólo me afectó a los brazos y a día de hoy puedo hacer vida normal.
P.- ¿Cómo combate en un deporte en el que el uso de los brazos y los bloqueos son muy importantes?
R.- No puedo defenderme como el resto así que tuve que readaptarme, lo hago por explosividad de movimientos y todo con el músculo cuadrado lumbar. Mi tren inferior es muy rápido, he desarrollado buenos reflejos así que lo que hago es esquivar los golpes, soltar la patada y no darle tiempo de reacción a mi rival.
P.- En su trayectoria deportiva, ¿se ha sentido siempre arropado?
R.- Mis amigos siempre me han puesto retos para que yo me superara. Una anécdota que tengo es que con 9 años jugando al escondite había que saltar una muralla, mis amigos lo hicieron, yo les miraba y me decían ‘O lo intentas y subes o en la siguiente partida te la quedas tú’. Me rasgué los brazos, me hice sangre, pero salté. Cuando llegué a casa, mi madre lloraba mientras me limpiaba las heridas y me dijo: ‘Mañana vas y vuelves a jugar con esos niños’. El mensaje era claro, esa gente es la que me ayuda a crecer. Primero inténtalo, cuando estés al límite y no puedas, te ayudamos. En la vida siempre tienes pequeños escalones, o los subes o te quedas abajo.
P.- ¿Y cuenta con ayudas de instituciones o patrocinadores?
R.- Para el Europeo de 2014 la Federación Española de Taekwondo no pudo afrontar todo el gasto, pero tuve la suerte de contar con el apoyo de la empresa de construcciones Serdeco Contratas y este año están interesados en seguir patrocinándome para que pueda ir a los campeonatos.
P.- ¿Qué competiciones afrontará esta temporada?
R.- La primera se celebra en Toronto (Canadá) pero no podemos ir porque avisamos tarde al Consejo Superior de Deportes para que aprobara nuestra salida. Una pena, así que hay que pensar en el siguiente, el 18 de abril en Moldavia tenemos el campeonato de Europa, que puntúa bastante bien para el ránking. También está el campeonato asiático y el Mundial será en septiembre, cuyo objetivo es lograr el 4º oro.