Adel Mechaal: «En Praga saldré valiente para lograr la medalla que me negó Zúrich»

El mediofondista hispano-marroquí, Adel Mechaal, durante una competición bajo techo. Fuente: AA Palamós

El mediofondista hispano-marroquí, Adel Mechaal, durante una competición bajo techo. Fuente: AA Palamós

Jesús Ortiz García
Actualizado: 02/03/2015 17:55

Hace 5 años era un lateral derecho veloz en el equipo de fútbol del Palamós y ahora es la nueva joya del mediofondo español. Adel Mechaal, nacido en Tetuán hace 24 años, iba para futbolista antes de descubrir su gran planta para el atletismo. Un atleta que toma a Hicham el Guerrouj como referente y que en el campeonato de España en Antequera explotó tras exhibirse con un doblete histórico en 1.500 y 3.000 metros. Busca una medalla en el Europeo bajo techo en Praga y sueña con llegar a Río 2016 para cerrar así el círculo olímpico que un día trajo a España a su padre para trabajar en las obras de Barcelona 92. «Estoy para correr los 3.000 metros en 7 minutos 37 segundos», avisa.

Pregunta.- Llegó sin títulos al campeonato de España y se marchó con 2 debajo del brazo, ¿qué le han supuesto?

Respuesta.- Para mí ha sido como quitarme la espina clavada por el desastre de Europeo que hice en Zúrich. Ha sido como una reivindicación, en aquella ocasión llegaba en un gran estado de forma pero no pude refrendarlo y en este campeonato de España lo he podido demostrar.

Adel Mechaal con la selección. Fuente: RFEA

Adel Mechaal con la selección. Fuente: RFEA

P.- Ganó en 3.000 y 1.500 metros con 3 carreras en el lapso de apenas 15 horas, ¿cómo es posible?

R.- A base de duros entrenamientos. Lo que hice en Antequera fue una exhibición pero si hubiese querido habría sido aún mejor. Considero que mis rivales fueron un poco blandos, en el 3.000 metros sólo corrimos el último kilómetro, los 2 primeros fueron tácticos con una carrera lenta y eso me permitió lanzar un ataque largo y ganar sin estar tan cansado. Después salí al 1.500 y esperaba que mis rivales saliesen con más ganas pero nada, terminé mi serie 2º y no me hizo falta pisar el acelerador. Y en la final, una vez recuperado, a tope hasta ganar. Todo salió a pedir de boca, excepto la inoportuna lesión de Manolo Olmedo, espero que se recupere y nos pueda dar una alegría en el Europeo.

P.- ¿Confiaba en ganar el doblete bajo techo?

R.- Aún no soy consciente de lo que he logrado, una cosa es soñarlo y otra realizarlo. Desde principios de temporada sabía que iba a apostar todas mis cartas al 3.000 metros y el único objetivo que tenía por participar en 1.500 metros era impedir que Manolo Olmedo consiguiese su 10º título. Y le tengo mucho aprecio, me llevo muy bien con él pero la rivalidad es la que hay.

P.- ¿Qué ha cambiado en su preparación para alcanzar este nivel?

R.- En los años de promesa entrenaba pero sin apenas motivación porque no tenía la nacionalidad española. He ganado medallas pero iba dejando atrás becas, premios y eso me fue mermando hasta casi plegar. Fueron 4 años de burocracia hasta que por fin lo conseguí por la vía administrativa, sin tener que pedir favores, tras cumplir 10 años en España. A partir del 2013 fue cuando empiezo a entrenar bien, serio y con ganas y en mi primera competición hice una marca de 3:36.78 en el 1.500 en Huelva. Llegué al Europeo de Zúrich finísimo, pero poca gente sabe lo que me ocurrió, no fue un problema mental ni físico, sino mecánico con las zapatillas. Cuando salté a la pista me di cuenta que en la del pie izquierdo no tenía ningún clavo, no los apreté bien y saltaron. Corrí en una pista mojada, me resbalaba mucho y era imposible. Fue una frustración, creía que era una pesadilla, pero aprendí de ese mal trago. Cuando acabé en Zúrich me tomé una semana de vacaciones y empecé a entrenar duro para demostrar en el campeonato de España que aquello no fue justo.

P.- Para el Europeo de Praga, ¿qué expectativas lleva?

R.- Si las condiciones se dan, estoy para medalla. En uno de mis últimos entrenamientos he demostrado que estoy para correr los 3.000 metros en 7 minutos 37 segundos en ‘indoor’, por lo que tengo un margen bastante amplio sobre el 2º atleta clasificado que tiene una marca de 7.46. Si hubiese participado en algún mítin este año estaría 2º del ránking europeo por detrás de Mo Farah. Pero a mí me gusta ir de tapado y no ser protagonista ni favorito, prefiero que la gente crea que haré 7.52. En Praga si todo va bien haré un gran campeonato, saldré valiente a por la medalla que se me negó en Zúrich.

P.- ¿Revisará bien las zapatillas?

R.- (Risas) De la experiencia se aprende, ahora para todas las carreras llevo en la mochila 2 pares de zapatillas y antes de salir del hotel las reviso de arriba abajo y las abrocho muy bien.

El atleta en una prueba. Fuente: AD

El atleta en una prueba. Fuente: AD

P.- Ahora toma galones en el mediofondo español y eso que hace 5 años jugaba como lateral derecho en Palamós, ¿cómo era el Adel futbolista?

R.- La pregunta que me hace todo el mundo es si hubiese sido un buen futbolista. Y les digo que Messi es puro talento y Cristiano Ronaldo, puro trabajo. Yo estoy demostrando que tengo unas condiciones muy buenas, me hubiese faltado mejorar técnicamente con el balón en los pies, porque resistencia tenía, podía dar el mismo sprint en el minuto 1 que en el 90.

P.- ¿Y cómo le convencen para pasar al atletismo?

R.- El cambio al atletismo llegó porque siempre me ha gustado y por una cuestión de equipo, cuando veía que yo daba el 100% en un partido y algún compañero no. El atletismo es un deporte individual y cuando cruzas la meta, para bien o para mal el único culpable eres tú. Pero no fue nada sencillo, seguí jugando al fútbol mientras lo alternaba con el atletismo. Ese año siendo júnior corrí los 1.500 metros en 3.53 minutos y quedé 5º en un campeonato de España en Calviá con David Bustos 1º, Alberto Imedio 2º y Francisco Roldán 3º, atletas importantes. Estuve peleando con ellos sin apenas entrenar, eso fue lo que me motivó a dejar el fútbol y centrarme en el atletismo en categoría sub 23. Ahora acumulo una buena base de kilómetros y empieza a salir todo el trabajo. Agradezco a mi entrenador Josep Carballude que se fijara en mí, que tuviera ese instinto y confianza ciega.

P.- Nació en Tetuán hace 24 años, ¿cómo llegó a España?

R.- Mi padre vino a Barcelona con un visado de turista en 1989 para ver a un amigo y regresó a Marruecos. Un año después, cuando mi madre estaba embarazada de mí, viajó otra vez a España para trabajar en la construcción de las infraestructuras de los Juegos Olímpicos del 92. En 1994 le hicieron un contrato de larga duración y eso por ley le permite hacer un reagrupamiento familiar, así que con 5 años llegué a España junto a mis hermanos.

Adel Mechaal. Fuente: AA Palamós-Salvador Pou

Adel Mechaal. Fuente: AA Palamós-Salvador Pou

P.- ¿Le gustaría cerrar en Río 2016 el círculo olímpico que un día trajo a España a su padre?

R.- Le debo mucho a los Juegos de Barcelona 92 porque a nosotros nos cambió la vida, si no ahora estaríamos en Marruecos sin la mitad de las oportunidades que tenemos en España. A raíz de estos Juegos mi familia consiguió escapar de una vida mucho más dura en un país donde sólo estudian los ricos. Por eso, mi objetivo es estar en unos Juegos Olímpicos y ojalá sea en Río de Janeiro, para que mi padre, que ya se siente muy orgullo de mí, se sienta aún más.

P.- ¿Su padre fue atleta?

R.- No fue atleta profesional pero sí que compitió, tengo fotos de él en el podio con trofeos. Participaba en carreras en Tetuán porque había premios económicos y era un dinero extra para la familia. Quizás lo mío sea genética (risas).

P.- ¿Y alguno de sus hermanos sigue sus pasos?

R.- Tengo uno de 9 años que está en la escuela de atletismo de Palamós y otro hermano de 16 años que a nivel de Cataluña está compitiendo muy bien pero aún tiene que dar el estirón. Tiene cuerpo de niño y le falta un poco de fuerza, pero tiene una cabeza privilegiada, es un sufridor nato. Yo intento hacer grandes marcas para al menos ser el mejor de la familia (risas).

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