Imane Khelif, la boxeadora argelina golpea fuerte en los Juegos Olímpicos de París
Avance Deportivo
@deportivoavance
2 de agosto de 2024, 10:00
La boxeadora argelina, Imane Khleif, ha vencido en su primer combate en la categoría de hasta 66 kilos a la italiana Angela Carini, quien se ha retirado y ha aumentado la polémica en torno a Imane en el Arena París. Apenas habían transcurrido 46 segundos desde el inicio del combate, cuando Carini se detuvo. «Me duele, me duele», expresó, mirando a sus entrenadores.
«¿Crees que puedes acabar el primer asalto? Así hablamos y decidimos qué hacemos», le preguntó Emanuele Renzini, de la Federación Italiana a la boxeadora. «Sentí mucho dolor en la nariz, y con la madurez de una boxeadora dije hasta aquí. No estoy aquí para juzgar a nadie. Si un deportista es así, no me corresponde decidir si en ese sentido está bien o no”, señaló Carini al final del combate.
A pesar de las críticas que ha recibido, el Comité Olímpico de Argelia saltó a defender a su competidora e incluso arremetió contra todos los medios internacionales que han “difamado” a la atleta africana: “Ataques y difamaciones poco éticos contra nuestra estimada atleta, Imane Khelif, con propaganda infundada de ciertos medios de comunicación extranjeros”, señala el comunicado que emitió el organismo.
Khelif (2 de mayo de 1999) nació en un pueblo rural de la provincia de Tiaret, en Argelia. Durante su infancia destacaba como jugadora de fútbol y solía ser atacada por otros niños que se sentían intimidados por sus habilidades deportivas. Y es a raíz de los constantes enfrentamientos que experimentaba que empezó a interesarse por el boxeo.
La argelina tenía que viajar cada semana a un pueblo a 10 kilómetros de distancia para entrenar, lo que implicaba tener dinero para el traslado. Su padre, que trabajaba en el desierto del Sahara como soldador, creía que el boxeo no era para mujeres, por lo que decidió no financiar su viaje en el bus. En consecuencia, junto a su madre, tuvieron que vender chatarra para reciclar y cuscús y, poco a poco, Khelif comenzó a destacar en el deporte de combate.
Participó en el Mundial de 2018 y 2019, y alcanzó los cuartos de final en Tokio 2020, donde cayó en los cuartos de final ante la campeona Kellie Harrington. En su salto a superligero, ganó la medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo 2022 y en el Campeonato de África. Para estar a este nivel muchos deportistas incluyen en su dieta proteínas para aumentar masa muscular.
En el Mundial de 2023, en India, compitió y ganó cuatro combates, pero fue descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA por sus siglas en inglés) justo cuando iba a disputar la final por no superar un test hormonal.
“Frecuentemente, sufrí bullying por mi apariencia, y resistí y continué a pesar de todo. Hoy esos argumentos tuvieron éxito y estoy en shock. Participé en muchos torneos y no hubo problemas, pero cuando estuve cerca de ganar la medalla de oro, llegaron y lo evitaron, justificándose con que mis números son más altos que los del resto de las mujeres”, dijo Khelif en su momento.
Descalificada por la IBA, aceptada por el COI
El COI, que asumió la organización del boxeo olímpico por falta de transparencia en la IBA, respaldó el martes la presencia en los Juegos no solo de Khelif pero de la taiwanesa Lin Yu-ting, quien también fue descalificada del mundial de boxeo el último año por el mismo motivo.
“Todas las que compiten en la categoría de mujeres lo hacen cumpliendo las reglas de elegibilidad de la competición”, afirmó el portavoz del COI, Mark Adam, y agregó: ”La prueba de la testosterona no es una prueba perfecta. Muchas mujeres pueden tener niveles de testosterona iguales o parecidos a los de los hombres, sin dejar de ser mujeres. En sus pasaportes consta que son mujeres, y así se declara”.
En el certamen, realizado en India en el mes de marzo, Khelif compitió en la categoría welter y ganó con claridad los cuatro combates que la clasificaron a la final. Sin embargo, antes de la definición, se decidió su descalificación, porque el test hormonal había determinado que sus niveles de testosterona superaban la media que suelen tener las mujeres.
Lo mismo ocurrió con la ex bicampeona mundial Lin Yu-ting, de Taiwán, quien había obtenido la medalla de bronce en la competencia.
Umar Kremlev, el presidente de la IBA, declaró ante la agencia rusa Tass, que los tests de ADN de Khelif y Lin «probaron que tienen cromosomas XY (presentes en el género masculino) y por eso fueron excluidas».
El COI habilitó a las deportistas a participar de la clasificación rumbo a París 2024 y ambas consiguieron su plaza. Para permitirles su participación, el COI utilizó las mismas reglas aplicadas en las últimas ediciones desde los Juegos de Río de Janeiro 2016.
Investigaciones científicas han demostrado que el poder promedio de un golpe de alguien que atravesó la pubertad masculina es un 162% mayor que el de una mujer, lo que plantea un desafío en términos de seguridad y equidad en deportes de combate.
Desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, varias federaciones deportivas han actualizado sus normas de género para prohibir a atletas que pasaron por la pubertad masculina competir en categorías femeninas.
A pesar de estas medidas, el COI decidió mantener su postura inclusiva, permitiendo que atletas como Khelif y Yu-ting compitan en París 2024. Esta decisión ha sido defendida por algunos como un paso hacia la inclusión, pero criticada por otros que la ven como una amenaza a la equidad y seguridad en el deporte femenino.
Alto nivel de testosterona
Khelif es una mujer cisgénero: es decir, su identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer, es mujer. La deportista argelina tiene hiperandrogenismo, una condición endócrina, que se caracteriza justamente por los niveles excesivos de andrógenos. Los andrógenos son hormonas masculinas, entre las cuales se encuentran la testosterona.
Además, por otro lado, en Argelia no está permitido el cambio de género. No sólo en la documentación, sino que también son ilegales las cirugías de cambio de sexo. Por lo que, de tratarse de una deportista trans, Argelia, como mínimo, no le permitiría representar al país en competencias internacionales.
Tamara Cruz se enfrentó a la boxeadora argelina a finales del 2022 en un combate totalmente desigualado y del que tuvo que retirarse la mexicana y tras el que Khelif fue descalificada por la Asociación Internacional del Boxeo.
Las miradas quedan ahora puestas en el próximo combate de la argelina, el sábado 3 de agosto a las 17:20 frente a la húngara Anna Luca Hamori. Su próxima rival ya sabe a lo que se enfrentará, pero acepta el reto: «Con respecto a eso, todo lo que puedo decir es que si la dejan comenzar aquí, deben saber que es una mujer. De todos modos, todo esto solo da más valor si la gano. ¡Me estoy preparando para esto!», afirmó.