El taekwondista de 16 años, campeón del mundo júnior y bronce en el Europeo absoluto, peleará por una medalla en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing.

Jesús Ortiz García

Hace 2 años el espigado Joel González conquistaba la medalla de oro con un recital de patadas sobre el tapiz del Excel de Londres. Aquella tarde de agosto de 2012, Jesús Tortosa no se despegaba del televisor. Aunque en su ADN ya figuraba el taekwondo, el triunfo de uno de sus ídolos avivó el deseo de alcanzar cotas altas y al día siguiente se puso a entrenar duro junto a su padre, del mismo nombre, una de las personas claves en la edad de oro de este deporte en España.

Sueña con estar en Río de Janeiro 2016, pero como antesala afrontará en Nanjing (China) el mayor reto de su corta trayectoria: los Juegos Olímpicos de la Juventud. Su progresión ha sido vertiginosa y triunfos como el Mundial júnior, el campeonato de España sénior o el bronce en el Europeo, le sitúan entre los favoritos. «Han sido muchas horas de trabajo para lograr este objetivo. Llego con muchas ganas, motivado y con la confianza de que lo mejor está aún por llegar», asegura.

Tortosa en un combate. Fuente: AD

A sus 16 años vive un momento dulce tras firmar una excelente temporada, que inició con el oro en la categoría de -55 kilos en el Mundial de Taiwan. “Llevaba 2 años preparándome para esto sacrificando muchas cosas, como a los amigos, pero el esfuerzo tuvo recompensa», dice. En tierras asiáticas acabó con la ‘maldición’ coreana de los Tortosa, ya que su padre nunca pudo ganar a un rival de Corea -fue subcampeón del mundo en 1987 y 1989 y triple campeón de Europa-.

Después llegaron el campeonato de España y el Europeo absoluto, y otra vez dejó su huella en el tatami. «Era mi primer año con los mayores y lo afrontaba como rodaje pero ha sido una sorpresa, nadie esperaba que ganara el título nacional y bronce continental. Ahora mi nombre ya no suena por ser hijo del director técnico de la federación española, sino por mis resultados», subraya el joven. «No es fruto de la casualidad, es el resultado de años de trabajo», sostiene su progenitor.

‘El oro es el objetivo’

Liviano, de piernas larguísimas y que nunca se altera, buscará en agosto ampliar su palmarés con una nueva presea en las Olimpiadas de la Juventud. «Las expectativas son altas, serán los mismos rivales que tuve en el preolímpico, donde quedé segundo, así que será complicado porque hay mucho nivel pero voy a por todas, el objetivo es el oro», recalca el taekwondista.

Jesús Tortosa y su padre. Fuente: AD

Su mentor considera que posee «una tipología ideal para el taekwondo moderno, es alto, delgado, con extremidades largas, pero lo principal es que es muy observador y sabe escuchar las instrucciones». «Tengo características en común con Joel González como la gran envergadura y el controlar bien las distancias. Mi combate va enfocado a golpear con la pierna en puntos altos. Soy muy frío peleando, presiono bastante al rival y tiro de inteligencia y estrategia», añade el hijo.

El madrileño, que figura en el número 1 del ranking mundial júnior y entre los 50 mejores del absoluto, espera que estos Juegos sirvan de trampolín para los de Río de Janeiro: «Me veo con opciones de estar en Brasil ya que con el nuevo sistema de clasificación no he parado de sumar puntos y medallas internacionales, así que voy por buen camino».

Para ello se machaca cada día en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y en el club de Alcobendas bajo el paraguas de su padre. «Todo lo que sabe me lo intenta transmitir, siempre me fijo en lo que me dice, es mi referente, me lo ha enseñado todo», finaliza. En Nanjing confía en dedicarle una medalla, al igual que a su madre, a su hermana Celia -5 veces campeona de España- y a su hermano Hugo, el más pequeño de la saga Tortosa.